Tyler Williams

Tres semanas atrás…

Al llegar a Londres lo primero que hice fue pasar por una tienda para bebés, le compre un oso de peluche a Asthon que fue lo nombre que le dio Antonella a nuestro cachorro. Nunca en toda mi vida me había sentido tan nervioso, no quería que el chofer llegara a la manada de la loba; que coloco mi vida de cabeza y que le rompí el corazón. Sé que aunque ella no demostrara ningún afecto, se enamoró de mí porque era lo que teníamos que hacer desde que nos conocimos, sin embargo, mi empeño e ilusión por tener a Litza daño las ideas que tuvo de estar a mi lado.

Puede parecer una mujer frívola, sin una pizca de emoción, sin embargo, Antonella ha crecido bajo la tutela del beta de su padre, no había un abuelo para cuidarla o un familiar que quisiera hacerse responsable. La mayoría de alfas solo tienen un cachorro, el heredero a todo lo que tiene y jamás vuelven a tener más hijos, es lo que sucedió en mi caso, sin embargo, ella tuvo un hermano que iba a ser el