Kira Petrova

Ante lo que acabo de decirles, tanto Yelena como Agata, se quedan impresionadas. Para ellas es difícil de creer que Cedric sea capaz de hacer algo malo. Yo pienso lo mismo, no obstante, veremos qué pasa.

—¡Por Dios! Si Cedric es un santo —expresa Yelena de pronto—. Ese hombre te quiere, lo que pasa es que Dmitry es un hombre posesivo, recuerda que ese tipo de hombres son así y te dice eso porque te quiere únicamente para él; cosa que me parece absurda teniendo en cuenta que él puede follar con su mujer cuando le venga en gana.

—¡Es cierto! —afirma Agata.

—Eso mismo fue lo que le dije, de igual forma quedó en conseguir información sobre él. Mientras tanto me mantendré alejada de los dos, ese fue el trato. Si él consigue algún imperfecto en la vida de Cedric, yo lo dejo y continúo con el contrato de bailar para él. Y, en caso de que no consiga nada, él se alejará de mí y no insistirá en que cumpla con el trabajo por el cual me pagó.

—¡Vaya! Ustedes están hechos para hac