Vigo Nóvikov¡Maldición! ¿Cómo es posible que no pudiera controlar mis impulsos? Ahora lo arruiné todo, Yelena no quiere verme después de lo que pasó y me siento terrible porque mi fue mi culpa. ¡Carajo, soy un imbécil! Todavía recuerdo el momento más feliz de mi vida junto a ella, hasta que apareció esa mujer...El día que dejé a Yelena en la academia me quedé contrariado ante la situación. Tenía ganas de besarla, pero no me atreví a hacerlo por temor a lo que fuera a pensar de mí. Sin embargo, luego de ese encuentro repentino nos hemos visto ocasionalmente en el club y hemos conversado. A medida que la conozco me he dado cuenta de que es una chica muy dulce y a la vez decidida; con ganas de trabajar y de luchar por lo que quiere.Sinceramente, no puedo creer que haya aceptado quedar conmigo para comer, ¿será que lo hizo porque soy su jefe? ¿No le habré dejado claro que se trata de una salida en plan amoroso? Sea lo que sea, de igual modo se lo haré saber una vez estemos en el resta
Vigo Nóvikov (Horas antes) La situación con Yelena se me ha escapado de las manos. Ahora no quiere verme y mucho menos hablar conmigo. He hecho lo imposible para que me escuche y continuo sin tener resultado. No entiendo lo que pudo haber pasado para que tomara la decisión de alejarse de mí. Pensé que todo estaba aclarado con el tema de Natascha, le expliqué lo que había ocurrido y di por hecho que estaba conforme con mi explicación; por lo visto me equivoqué.Llevo días sin saber de ella, ni siquiera ha querido venir a trabajar y este asunto me inquieta un poco. No quiero que pierda su medio de vivir por algo tan insignificante como esto. He ido a la academia en varias oportunidades con la intención de encontrarla y meterla al auto para que hablemos, pero no he tenido éxito. Ni siquiera puedo llamar a Kira para que me ayude porque nadie sabe de nuestra relación y aparte que ella tampoco quiere hablar conmigo porque piensa que la traicioné con Dmitry cuando no es así. No sé de dónde
Dmitry SokolovLuego de haberme despedido de Kira intento llamar a Vigo para saber si está en el club, pero me es imposible comunicarme. ¿Dónde se habrá metido está vez? Espero que no siga molesto por lo de anoche, cuando tiene ese temperamento se vuelve insoportable. Aunque últimamente no parece él, de seguro tiene algún problema y como es tan orgulloso no me lo dirá hasta haberlo resuelto.Observo la ciudad a través de la ventanilla del auto mientras voy pensando en esta situación. Decido llamar a Burak para saber si Vigo se encuentra en el local. —Señor Sokolov, buenas tardes —responde este al tercer tono.—Burak, ¿estás en el club? —Sí, señor. ¿Se le ofrece algo?—¿Vigo se encuentra allí?—Sí, se encuentra con el señor Záitsev en su oficina.—¿Cómo? ¿Hendrik está con él?—Así es, señor. Llevan toda la tarde reunidos y no han querido que nadie los moleste. —Bien, voy para allá.—Aquí lo esperamos, señor. —Cuelgo la llamada. —Apresúrate —ordeno al conductor.Se me hace extraño q
Dmitry SokolovNo salgo de mi impresión ante semejante noticia, ¿cómo es esto posible? No, Vigo no puede ser el padre de Kira. Todo es mentira, es una broma de mala muerte que inició Vigo en complot con Hendrik para alejarme de ella. Porque si él es su verdadero padre mi relación con Kira se verá estropeada. Si antes Vigo no quería que me le acercara, ahora me querrá a diez mil metros lejos de ella. ¿Por qué el destino se empeña en alejarme de ella? Sé muy bien que no soy santo de la devoción de nadie, pero esto que está pasando es una mierda. ¿Cómo le digo a Vigo que me acosté con su hija? Va a matarme, estoy seguro de ello. Su hija… Aún no me lo creo.—¿Kira? ¿Kira es tu hija? ¿Me estás jodiendo, Vigo? —pregunto, desconfiado.—Sí, Dmitry. Kira es mi hija, y su madre, Natascha Petrova me lo ocultó todo este tiempo. —No lo creo, Vigo. Siento que me dices esto para que me aleje de ella, desde un principio has querido que me mantenga al margen y esta es tu última carta para que finalm
Kira PetrovaHan pasado varios días que no sé nada de Dmitry y tampoco he buscado la forma de comunicarme con él. Es extraño porque estaba muy emocionado el día que salimos de la consulta, le pregunté a Damian y no me dio una respuesta. Así que no tengo idea de lo que ha pasado con él. Hace dos días recibí varias llamadas de parte de Vigo y no le respondí, ¿será que se trataba de Dmitry? Ahora que lo pienso tiene mucha lógica, posiblemente le ocurrió algo y me lo quería contar. Camino de un lado al otro con el celular en la mano pensando qué hacer. ¿Y si lo llamo? No, capaz y está con su esposa e interrumpo su momento. Bueno, también podría llamar a Vigo y preguntarle, a fin de cuentas, son amigos y él más que nadie sabrá lo que pasa. Por Dios, Kira deja de pensar en él. No es de tu incumbencia lo que esté haciendo o no, con su vida. ¡Carajo! Dmitry me volverá loca. Desde que estuvimos juntos no paro de pensar en él. Ese día en el médico fue tan atento y cuidadoso conmigo que hasta
Kira PetrovaLuego de largas horas de ensayo finalmente llegó la hora de demostrar de qué estoy hecha. Mis manos sudan al darme cuenta de que las demás chicas lo están haciendo muy bien. Sé que soy buena, amo el modo en el que mi cuerpo cobra vida cuando escucho la melodía, y esto es algo que no tiene todo el mundo. En este lugar hay personas que, si bien es cierto, bailan por pasión, pero hay otras que nacimos para esto. En mi caso tengo ambos y es lo que me hace sentir viva. Saber que bailo para mí misma es satisfactorio, ya no tengo temor por ocultarme de mi madre o porque no le vaya a gustar a las personas. Aprendí que si no amo lo que hago es difícil transmitir las emociones que se requieren al bailar. El profesor Maurice es muy exigente, pero es una persona reconocida en todo el mundo, lo cual lo convierte en alguien de gran prestigio dentro del mundo del ballet. Ha destacado por sus obras y ahora está con nosotros gracias a que la directora es muy amiga de él y le pidió colabo
Kira PetrovaPor más que me costó convencer a Damian de que me llevara con Vigo, finalmente accedió. Le imploré que no le dijera nada a Dmitry sobre mi salida, que quería darle una sorpresa y si le decía algo, la arruinaría. Sorprendentemente, estuvo de mi lado y ahora vamos de camino hacia el club. Vigo no tiene idea de mi visita y prefiero que siga siendo así. De igual modo no creo que se rehúse a verme.Llegamos al club y Damian me acompaña al interior. Conversa con uno de los sujetos trajeados que resguardan el segundo piso, pero este no quiere dejarnos pasar.—El señor Nóvikov está reunido. —Burak, ella viene de parte del señor Sokolov, ¿acaso quieres ser hombre muerto? ¿Sabes lo que pasará si se entera de que no quieres dejarla pasar? Además, es por una buena causa. No puedes negarle la entrada. —Damian, entiendo lo que dices, pero te recuerdo que el señor Nóvikov también tiene poder sobre nosotros. Trabajamos para él. —Muy bien, entonces no me queda más remedio que llamar a
Dmitry Sokolov—Señor, llevaré a la señorita con usted, algo malo le pasó y desea verlo. Llegaremos pronto.—Tráela conmigo. —Cuelgo. Esta noche morirá alguien. El que haya sido capaz de tocarle tan siquiera un cabello a Kira lamentará haber nacido. Las palabras de Damian fueron suficiente para alertarme y levantarme de la cama. Estos días en recuperación han sido una mierda. Lo que más me cuesta es mantenerme de pie porque el disparo que impactó en mi pierna fue el peor de todos. Maldito, Vigo en algún momento me desquitaré lo que me hizo. Me encuentro en mi antiguo departamento de soltero pasando la recuperación porque no quiero que Alexandra me atormente con sus preguntas sobre lo que pasó. Necesito recuperarme pronto, mis enemigos no pueden darse cuenta de que estoy indefenso, me atacarían de inmediato. Además, añoro muchísimo a Kira, esa chiquilla me trae loco y necesito tenerla en mis brazos cada día. No sé cómo lo ha hecho, pero en poco tiempo se convirtió en mi centro de a