La maldad no tiene limites

Cristopher quería tener el poder de todo lo que lo rodeaba, no solamente quería quedarse con la fortuna de Amanda, sino que también quería tener el control sobre Lucia y Serena, su ambición no solamente giraba alrededor del dinero, sino que también giraba en torno al poder, ese era su mayor debilidad, si no tenía poder, pensaba que no tenía nada, asi que quería ver como estaban las cosas con Lucia, con el pretexto de querer visitar sus hijos quería manipularla.

En medio de la búsqueda de Amanda ya se habia descubierto que él tenía dos hijos pequeños con ella, así que lo vieran llegar a la casa de Lucia no era ningún problema, asi que sale en su silla de ruedas, y coge su auto, hasta este lo habia adecuado para discapacitados, sin ni siquiera necesitarlo de esa manera, pero él tenía que seguir simulando ante toda la situación.

-Mamá ¿crees que la señora Amanda siga con vida? - Samantha le pregunta a su madre mientras comparten su cena en el comedor familiar.