Al día siguiente en la Villa privada de Alejandro.

El hombre con su ropa de entrenamiento continuaba con su entrenamiento diario y se veía condenadamente sexy. 

¡El sudor que goteaba de las curvas masculinas de su cuerpo lo hacía lucir aún más sexy y sexy!

Sus músculos estaban abultados mientras hacía ejercicio.

"Disculpe, Sr. Rizzo".

Alejandro miró hacia arriba y vio a su doncella sosteniendo su café.

Detuvo su entrenamiento. Agarró una toalla y se secó el sudor, y tomó su café. La criada salió del gimnasio. Caminó hacia el balcón, se sentó en el sofá y comenzó a tomar lentamente su café caliente. 

Fue en ese momento que un hombre de traje entro a la habitación y pregunto.

"¿Qué puedo hacer por usted presidente?", dijo el asistente de Alejandro, Mark Collins

Alejandro frunció el ceño, él era un pensador serio.

"Averigua todo de Isabella Johnson hasta cada insignificante detalle"

Por precaución, Alejandro pidió que investigaran a Isabella 

Mientras esperaba los resultados, se frotó las cejas, su rostro oscurecido e irritable era terrible.

'Porque esa mujer tuvo que ser la de esa noche', Él pensó inconscientemente 

Alejandro golpeó el teléfono contra la mesa, haciendo un fuerte ruido, y miró a su asistente con frialdad.

"Tendré los resultados en veinte minutos". Dijo Mark sintiendo que estaba a punto de perder su trabajo, y su cabeza colgaba aún más abajo

Mientras tanto, Alejandro completó su rutina diaria, se duchó, usó una camisa blanca y un traje negro. Se gelificó el cabello a la perfección.

Media hora después, Mark trajo la información requerida.

"Presidente, le he pedido a alguien que lo verifique y esto es toda la información de la señorita Johnson"

Los delgados labios de Alejandro se fruncieron con fuerza, su rostro cada vez más oscuro

Agarro el documento y miró el contenido de este y descubrió que Isabella, había nacido en una familia de origen sencillo.

 Además, los registros mostraron que fue Isabella quien reservó una habitación de hotel ese día.

Y era la misma donde Alejandro despertó esa mañana.

La habitación aquella noche estaba tan oscura que no podía ver quién era la mujer que tenía en sus brazos.

Solo recuerda la suavidad de la piel y la dulce fragancia que emanaba de su cuerpo.

Sin embargo, no se sentía atraído por Isabella, incluso prefirió olvidar esa noche.

Alejandro estaba decidió por supuesto a permitir que Isabella tuviera al bebé, pero no tenía la intención de casarse con ella porque únicamente quería casarse con la mujer que en algún momento llegaría a amar.

Siempre imagino que en un futuro cercano conocería y saldría con una chica agradable, hermosa e independiente. Y casarse con ella, llevando su vida amorosa hasta la eternidad.

"¿Dónde está ahora la señorita Johnson?", preguntó Alejandro a la criada.

"Aún está descansando"

Isabella el día anterior fue traída por Alejandro a su Villa, alegando que era muy tarde para regresar a su casa, que estaba al otro lado de la ciudad, por lo que se quedó en una de las habitaciones para descansar.

AL MISMO TIEMPO

Isabella, que recién despertaba, Agarró su teléfono que no dejaba de timbrar, que estaba sobre la mesa, y vio el nombre en la pantalla del teléfono. Se sentó derecha y respondió a la llamada. 

"Hola Madre". Isabella respondió.

"Hija... ¿Dónde estás?" Su Madre, Martha Brístol, preguntó.

"Estoy bien Madre..."  Victoriosa Isabella respondió.