Aunque sé que estoy en problemas, me siento aliviada porque no se ha dado cuenta que tengo el libro. Por lo que, a pesar de seguir siendo una prisionera, ahora seré una con el conocimiento que me han prohibido.
— No tienes el derecho a molestarte, Edmond. — le advierto.— A veces pienso si esto lo estoy pagando porque eres mi complemento al ser mi pareja destinada o si eres mi maldito karma. Ese que mi madre me hablaba constantemente cuando desobedecía sus reglas. — dice Edmond suspirando profundo.— Quizás sea karma. — digo sonriente.Él suspira profundo y me abraza, pero, rápidamente recuerdo cual fue el motivo de que él se marchara tan rápido, por lo que, lo aparto rápido porque lo que ahora necesito es información y no sus abrazos.— ¿Qué sucedió? ¿Por qué te fuiste maldiciendo y después vi una explosi&¿Cómo podría estar molesta con un hombre así por mucho tiempo? Quiero quejarme por sus decisiones violentas y precipitadas, pero, ahora no quiero perder mi tiempo discutiendo con él cuando no tendré su calidez por mucho tiempo.— ¿Por qué tenemos que pasar por tantas cosas? No es justo que después de una vida tan difícil mi relación con mi compañero destinado sea tan complicada.— Entiende algo, Antonella, nuestra relación no es complicada, yo tengo claro lo que siento por ti y sé que me quieres. No tengo problemas o vicios y puedo proporcionarte muchas comodidades…— Lo sé, soy consciente de que los inconvenientes que hemos tenido es por tus…Edmond de inmediato me besa callando todas las cosas que estaba por decir y yo sé que es esa su intención.— Cada vez que vayas a decir algo negativo de ti, te cal
‘Algo está sucediendo. Por algo Edmond está tan preocupado ante la posibilidad de que sea una hibrido invencible.’ Me digo mentalmente.Preocupada por lo que eso puede significar, tomo la mano de Edmond para que salga de sus pensamientos, que parecen atormentarlo más que el hecho de que yo tenga tres prospectos de compañeros.— Edmond, ¿el color negro significa ser una invencible?— Como sucede con los hombres lobos, hay niveles o categorías, por lo que, dependiendo de la mezcla, son clasificados los invencibles. — dice Edmond.— No sé qué quieres decir con esto, pero…— Es tan confuso todo.— ¿Qué quieres decir?— Los híbridos solo causan problemas, en el caso de los tritones, son monstruos que causan caos por donde vayan. — dice Edmond.Sus palabras me toman por sorpresa, porque en las historias, las
Duele y mucho, no sé cómo ha logrado meterse en lo más profundo de mí este sentimiento que me hace agonizar. Mi pecho, duele tanto y yo doblo mi cuerpo sintiendo que voy a morir en cualquier momento.Angustiada, observo como Edmond libera feromonas con mucha violencia mientras sus manos están cerradas y tan apretadas que sus nudillos se encuentran blancos y las venas de sus brazos resaltan en alto relieve.— ¿Qué acabas de decir? — pregunta Edmond con voz fría y amenazante.— Edmond…— Si eres tan valiente Antonella Waldorf, repite la locura que acabas de decir. — me ordena Edmond sin girarse.— Es lo mejor.— ¿Para quién es lo mejor? ¿Acaso es para el bastardo que aún no aparece en tu vida y ya piensas en él?‘¿Por qué siempre debe pensar el mi tercer prospecto de compañero? ¿
Edmond me abraza con fuerzas impregnándome con su calidez y aroma, mientras su cuerpo se relaja ante el enojo que le causé cuando le hablé sobre romper el vínculo que me une a él como su pareja destinada.— No deberías aferrarte a mí cuando te estoy causando tantos problemas. — digo y él suspira profundo.— Antonella, aunque seas mi verdugo, no te dejaría, entiende eso, mujer, encuentra cualquier solución, menos separarnos, Antonella. — dice Edmond alejándose un poco de mí,Aún no está del todo calmado, pero, ya no es tan atemorizante como antes y ya eso es bueno, porque aunque me ha prometido que no será capaz de causarme daño, sigo temiendo cuando se enoja.— ¿Qué sucederá si soy de la raza invencible?— No creo que sea posible, querida. Aunque eres alguien invencible para mí, porque
Pasamos la noche juntos sin hablar o tener sexo, solo nos miramos hasta quedar finalmente dormidos. Estamos en paz, es la primera vez desde que nos conocemos que a pesar de tener tantos problemas y desearnos sexualmente, no nos desesperamos por tener sexo.Fuimos íntimos de una manera diferente, por eso, me siento bien, despertar en sus brazos cálidos y sus feromonas acariciando cada parte de mí.— Buen día, amor. — dice Edmond con una voz tan ronca que debo esforzarme por no gemir complacida.— Buen día, ¿Cómo has amanecido? — susurro deseando que el tiempo no pase.— Muy bien, después de todo, estás a mi lado, cariño. — dice Edmond y yo me sonrojo.— Jamás pensé que podríamos llegar a este día donde fuera posible disfrutar un tiempo de tranquilidad.— Incluso los villanos sabemos tener un día tranquil
Edmond me persuade de tener sexo, pero, tengo claro que no puedo ser más íntima con él o podría tener acceso a los pensamientos que no creo poder bloquear durante mucho tiempo. Así que, salgo del baño huyendo de lo que deseo y me voy a preparar el desayuno, mientras Edmond se ducha.Con ropa grande y poco reveladora, me encargo de preparar el desayuno, hasta que unos fuertes brazos rodean mi cuerpo, pegándome a un magnífico pecho que calienta todo en mí.— Huele bien, ¿Qué voy a comer? — pregunta Edmond como si no tuviera algo duro perforando mi espalda.— Edmond…— digo con la voz entrecortada y ronca.— Si llamas mi nombre así, tendré un orgasmo justo ahora y sería muy triste correrme sin estar en tu interior.— ¡Edmond! — digo escandalizada.Él me hace girar y me coloca sobre la isla de la coci
Solo he terminado de decir la frase, cuando él ya está entrando en lo más profundo de mí, mientras gime de una forma tan genial, que no puedo evitar tener un orgasmo por todo lo que me hace experimentar en unos pocos minutos.Edmond, me muerde y succiona donde lo hace, mientras mi cuerpo escasamente se recupera de mi orgasmo. Las sensaciones son de un nivel superior que me llenan de una energía que solo quiere ser saciada teniendo sexo con este hombre.Su salvajismo lo lleva a chupar, lamer, morder e incluso arañar mi cuerpo mientras me invade. Yo solo recibo sus ataques mientras intento agarrar algo a mi alrededor, pero, no hay algo que me impida perder la cordura por este ataque.Por eso, dejo caer mi espalda en la isla que en estos momentos es mi cama, mientras Edmond hace que mi cuerpo rebote por el choque violento de nuestros cuerpos. El hombre que está en mi interior, me observa con tanto deseo mientras muerde su
¿Es esto lo que quiero? No puedo imaginarme estar casada con alguien más que no sea Edmond, ya que, hemos actuado como esposos antes de serlo. Sin embargo, temo por las cosas que no se han solucionado aún.— Te quiero Edmond, pero, no puedo casarme contigo. Te aseguro que no estaré con alguien más y que no pienso en ser la esposa de otro hombre que no seas tú.— Entonces, ¿Por qué te niegas a ser mi esposa? Me lo dijiste antes, te gusta que te llamen por mi apellido, así que, ¿Por qué no lo hacemos oficial? — pregunta Edmond molesto.— No acepto porque primero necesitamos saber lo que sucede conmigo.— Te lo dije antes, aunque seas el mismo demonio no voy a dejarte ir, — dice Edmond.Sonrío, porque sé que habla en serio, pero, con tantas dudas por resolver, no puedo simplemente quedarme a su lado como si todo fuera perfecto cuando no