Evidentemente, Edmond es alguien que no acepta un no por respuesta. Para la muestra todo lo que ha hecho hasta ahora, ya que, incluso cuando íbamos a casarnos me dejo en claro que si no hubiese aceptado ser su esposa me hubiese llevado a la fuerza al altar.
Pero, ya recurrir tanto a la violencia, es algo que me angustia. Porque básicamente va a tener a todos en su contra solamente porque me hicieron algo o quieren tenerme a su lado.— No puedes intentar solucionar todo con violencia.— Ni siquiera voy a seguir esta conversación porque después vas a molestarte más al comprobar que te va a salir mal el plan de hacerme pacifista, porque por ti soy capaz de asesinar a todos.>> Porque querida, el hecho de que sea un rey alfa no quiere decir que voy a guardar las apariencias como hacen los humanos, porque entonces serán juzgados. Ya que, el que me quiera juzgar que venga aquí y me lo diga en el rostroConfieso soy una mujer débil, pero en mi defensa él ha liberado muchas feromonas que ya han comenzado a afectar mi cuerpo y si eso no es suficiente, las palabras que acaba de mencionarme, donde me dice que yo soy la que voy a liderar todo mientras él hace el trabajo sucio, harían que cualquier mujer que anhele ser protegida se entregue completamente.Pensaba que no me gustaban los chicos malos, pero ahora que me está diciendo cuál es la finalidad de ser así de violento, han comenzado a gustarme… no, he tenido una nueva razón para querer a Edmond aunque sea un hombre violento.Así que, aunque prometí alejarme de él y estar molesta durante mucho tiempo, termino llevando mis manos a su rostro para poder acercarlo a mí y darle un beso tan profundo que me debilita mucho.— Eres mía, Antonella. — dice Edmond.— Eso aun no lo sabes. — digo con la int
El tiempo pasa y no tengo idea de cuantos orgasmos he tenido. Incluso he perdido tanta energía en este ejercicio tan desgastante que he perdido la conciencia varias veces. Pero, el hombre sobre mí parece haberse tomado esto como una maratón.Por lo que, cuando cierro mis ojos libera con tantas fuerzas sus feromonas que me regresa a la conciencia solamente para besarme con tanto salvajismo como si eso le impidiera que me desmayara.— Edmond, debemos detenernos. — susurro cuando logró encontrar mi voz.— Aún no, todavía tenemos tiempo.— ¿Tiempo para qué? ¿Para matarme? — pregunto y Edmond sonríe, como si yo hubiese contado un chiste.— Querida, nadie se ha muerto por haber tenido mucho sexo.— Oh, entonces, ¿quieres que yo sea la primera mujer lobo que muere por esas circunstancias? — pregunto y Edmond me sonríe de forma ang
Un nuevo drama se sumó a mi vida y yo respiro profundo, comprendiendo perfectamente que este hombre es un imán para causar malentendidos. Pero, también es alguien que hace lo que se le ocurre sin importarle mi opinión, aunque sea algo que los dos debemos decidir.— No, Edmond. No tengo la intención de tener un hijo con todo este caos que hay a nuestro alrededor. — digo con seriedad y él de inmediato cierra los ojos respirando profundo.— Si lo que estás mencionando en estos momentos es el miedo de que alguno de esos alfas que te causaron daño, se aparezca frente a ti, yo no…— Siendo sincera contigo, ellos son los que menos que me importan. Porque a diferencia de lo que creía, quien me puede hacer mucho más daño eres tú. — digo con seriedad.Edmund se aleja de mí y termina sentado en el borde de la cama. Sus feromonas están cargad
Soy consciente que mi cuerpo está en el límite y que por ello, no debería causar que esté más enojado porque evidentemente no puedo soportar su enojo en estos momentos. Pero, no puedo quedarme de brazos cruzados ante esta injusticia.— ¿Acaso crees que actuando de esta forma yo voy a estar tranquila? ¿Crees que esto va a solucionar los problemas que tenemos?— Tampoco creo que no alimentarte lo pueda hacer. Así que, entre las dos terribles opciones que me dejaste, prefiero obligarte a comer, aunque eso cause daño a mi gente. Así de importante eres para mí.— ¿Importante? Edmond, analiza tus acciones y dime si realmente esto es una buena forma de mostrar amor.— Para mí lo es.— Claro, se me olvidaba que lo que tú piensas correcto es la verdad absoluta. — digo molesta mientras camino hacia la mujer e intentó auxiliarla.<
En estos momentos no sé si yo no soy capaz de explicar bien qué es lo que puede causar que nuestro matrimonio sea un completo fracaso ante estas acciones o si él tiene un pensamiento tan rígido que no puede entender en qué estamos fallando.— Antes de que hagas cualquier cosa de la que puedas arrepentirte…— Créeme cuando te digo, querida, que nada de lo que yo aquí pueda realizar va a causar que me arrepienta. — dice Edmond con seguridad.— Edmond, necesito que entiendas que castigarme no es la solución.— Anteriormente intentaste revelarte, mi querida Antonella Waldorf y eso sólo nos dice que hace falta un poco más de castigo para poderte hacer una mujer lobo obediente.Mis ojos se nublan ante lo que acabo de decir, porque sé perfectamente que el sometimiento solamente es provocado a causa del dolor. Por lo que, aunque quiero mostrarme firme, n
Edmond sonríe ante mi pregunta no formulada y yo siento que realmente va a acabar con mi vida porque la descarga eléctrica que esa pequeña pinza causa sobre todo mi cuerpo, es un poder demasiado grande para algo tan pequeño.— Una de todas las cosas que vas a experimentar conmigo en esta mañana. — dice Edmond sonriéndome.— Necesito que me digas qué es lo que está sucediendo, Edmond. No puedo quedarme en la ignorancia, cuando sé que eres capaz de hacer muchas cosas crueles. — susurro.— Como te lo he dicho muchas veces, no voy a causarte tanto dolor al punto que pueda poner en riesgo tu vida. — dice Edmond.Con esa aclaración, tal parece que no tiene intenciones de dejarme ir aunque este al borde de la muerte, porque según él, sabe lo que hace.— Oh, claro, seguramente vas a llegar el límite y de ahí vas a soltarme. &mda
Mi vista se nubla ante las lágrimas acumulada por toda la frustración que estoy experimentando en estos momentos, porque debido a la estrategia que ha utilizado Edmond para poder castigar mi someterme a su antojo, yo me siento vulnerada.Pero, me niego a derramar una sola lágrima y por eso, respiro profundo hasta que finalmente mi vista se aclara, porque mis lágrimas han desaparecido completamente. Durante todo este tiempo Edmond no me dice algo, ni mucho menos me toca, sino que me observa preocupado mientras sus feromonas continúan atacándome.— Antonella…— Puedes continuar todas las veces que lo desees.— Antonella.— ¿Sí?— ¿Te encuentras bien?— Mejor que nunca. — Me limito a decir, aunque lo que realmente quiero hacer es gritarle por toda la frustraciones que en estos momentos estoy experimentando.Edmond parece comprender que
Narra EdmondBusco a mi alrededor intentando percibir el aroma de ese bastardo, pero ni siquiera con un radar, soy capaz de encontrar un solo rastro de barco, lancha o cualquier vehículo marítimo cerca de nosotros.Por lo que, el enojo me invade al pensar que Antonella estuvo deseando tanto tener cerca a ese bastardo de hombre lobo que imaginó que estaba percibiendo su olor.— Rey alfa, creo que debería calmarse un poco, sus feromonas nos están atacando en estos momentos. — dice uno de mis betas.— En vez de estar quejándose por tonterías, lo que deberían hacer es encontrar a ese bastardo. Necesito saber de dónde viene el olor de ese desgraciado. — digo enojado.— Rey alfa, hemos encontrado algo al sur, pero, está muy lejos para percibir el aroma de ese rey alfa. — dice el capitán.Nuevamente, compruebo que Antonella no es una mujer lob