Mientras que las primas de Sara no la estaban pasando nada bien, están siendo azotadas eróticamente, Eliana está amarrada a una rueda grande donde su trasero está expuesto, entretanto que Tory está amarrada de pies y manos suspendidos en el aire, completamente abierta, ambas gritan misericordia y que las dejen ir.

—Suéltenos, por favor, no soportamos más.

—¿Acaso no se están divirtiendo?, porque yo apenas estoy comenzando a calentarme.

—No queremos estar aquí, déjenos ir.

—Dejarlas ir, eso no es posible, tengo muchos juguetes que probar y muchas cochinadas que hacer, así que siéntanse en casa, porque de aquí no saldrán vivas.

—¿Qué ha dicho? —Eliana comenzó a llorar más fuerte, Tory quedo en shock.

—Vamos a seguir divirtiéndonos chicas.

Las dos chicas están marcadas de sus cuerpos por los latigazos que él les ha proporcionado con el látigo, les hizo poner un collar de sumisión, el placer de él se concentraba en el dolor que les ocasionaba a sus mujeres. Ambas estaban teniendo un