- Vagos aquí está su cena – en eso vio que un policía llegaba con 4 bandejas de comida, las cuales les dio de mala gana. - ¡Wacala! ¿qué porquería es esta? – se quejó Casandra al ver con asco su comida. - Oh perdón princesita, pero esa es la comida que merecen las ratas como ustedes – se burló el
- ¿Quien…? - empezaron a preguntar los gemelos, pero no terminaron de preguntar porque notaron a un hombre castaño parado frente a ellos. - Tú… - indico furiosa Casandra - papá mira este era el sujeto que estaba con esa idiota. - … - Federico se asustó porque a pesar de los años pasados, podía rec
- … - Vanesa ahora solo miraba al suelo y se mordía con fuerza sus labios, porque ese era su fin. - Papá… - Casandra ahora temblaba, porque todo lo que le dijo ese sujeto le hizo notar todas las actitudes extrañas que había padecido de niña, incluyendo el bullying en la escuela porque muchas chicas
La noticia del arresto de los falsos Anderson se convirtió en el chisme candente de la semana y nadie quiso esperar para empezar a comentar sobre la noticia. Por eso mismo, todos los noticieros empezaron a hablar del asunto como un reportaje de última hora cuando les informaron de que estaban sacan
Débora no resistió y al colocarse de pie le dio un gran abrazo al mayor. “Gracias por darme esta esperanza” – le dijo al separarse de él. - De nada jovencita, pero las gracias me las debes dar en forma verbal cuando todo esto acabe ¿te parece? – preguntó notando que ella asentía. - Esas son excel
- ¡SUÉLTAME, AUXILIO! Roger se asustó al escuchar ese grito de mujer provocando que la liberara de ese agarre mientras daba unos pasos atrás observando con asombro a la castaña porque todo indicaba que ella fue quien gritó, pero ¿cómo? Lamentablemente no pudo averiguarlo, porque enseguida llegaron
- Y así será de ahora en adelante, por cierto con lo de hoy estaba pensando que cuando nazca James debes ingresar a clases de defensa personal. “Me parece una buena idea” - Si porque ese loco sigue obsesionado con ustedes y me preocupa que quiera hacerles algo cuando yo no esté cerca, porque ya lo
- Ah… esto sí es vida – opinaba Sophia, quien en esos momentos disfrutaba de un baño de burbujas en la tina con una copa de vino blanco. Justo en eso sonó su celular, por lo que dejó su copa a un lado haciendo una mueca y busco tomar su teléfono. - Ash… ¿quién? – se quejó mientras desbloqueaba el