- Eso es genial hijo, felicidades – mencionó Isabela abrazando al pelinegro - al fin seré abuela y… - Que asco… - le interrumpió el adolescente - yo jamás veré al hijo de esa loca como mi sobrino. - Elliot – le regañó su madre – no hables así. - Isabela no regañes a mi hijo, porque yo pienso igu
Por suerte Carolina sabía cómo animar a Débora y tras calmarla la llevó a una papelería, la cual era como el paraíso para la castaña, quien no dudó en comprarse varios plumones, bolígrafos de diferentes colores, libretas, algunas carpetas y varios artículos más de oficina con diseños adorables. - E
“¿Tú tienes gustos como este?” - le preguntó dejando las compras en el sofá y regresando a sentarse al lado del rubio para seguir comiendo. - Am… bueno es uno similar, ya que yo amo coleccionar las figuritas de lego. “¿Los cubos de armar?” - Aja, colecciono las que son figuritas de personajes y c
- Tch… - se quejó mujer pelinegra, quien se levantó de golpe para estirarse y masajear su cuello – mi amor, esa ingrata no me ha contestado mis mensajes – indicó acercándose a su esposo, quien estaba sentado en su sillón en esos momentos. - Dudo que los haya visto – indicó divertido un hombre rubio
- Espere… ¿qué fue lo que dijo? – preguntó asustada Casandra. - ¿Devora no está? ¿a dónde fue? – interrogó Federico. - Ni idea, pero lo que sé es que esa pobre chica ya no regresará a esta casa y me alegro, porque solo llegaban a su puerta idiotas como ustedes a gritarle – dijo molesta cerrando la
Ignorando el drama familiar de los Anderson, Débora estaba sumergida en su mundo en esos momentos porque en la mañana había estado platicando con Carlota sobre el plan de que ella diera clases del lenguaje de señas y la clave morse para comunicarse. Pasaron toda la mañana charlando del tema y acord
“Supongo que hoy sí tenía muchos pendientes en su trabajo” – pensó y en eso se sonrojo de golpe al notar sus propios pensamientos - “wa… Débora contrólate, no estás divorciada y ya estás pensando en otro” – se regañó a sí misma apurando el paso para entrar a su casa e ir a guardar la compra. Justo
El día anterior fue muy relajante para Devora, por lo cual ahora estaba decidida a que esa casa seria su nuevo hogar, por lo que tras el desayuno empezó a sacar cuentas para ver cuánto tenía que ahorrar para comprarle la casa a Jayden e igual se administraba para sacar dinero y comprarle un regalo e