EMMANada está bien, camino de un lado a otro con la sensación del vacío creciente en mi pecho, el abandono en mi vida, desde que apareció Rika en mi vida, siento que las piezas que estaban encajando en mi vida, ahora se desploman y no hay nada que pueda hacer, ya no más.El pasado amenaza mi presente y futuro, la cabeza me estalla, hace más de una hora que el doctor de la mafia italiana vino a revisarme por petición de Ender, dijo que mi embarazo estaba bien, pero que necesitaba que mantuviera la calma si no quería tener complicaciones en el parto y en lo que resta del embarazo prácticamente. Lo he estado pensando, dándole vueltas al asunto y llego a la misma conclusión, no quiero que nadie sepa mi sucio secreto, después del accidente de mis padres, me costó demasiado tiempo poder reconstruir una vida, sí, a la edad de cuatro años no era una niña normal como el resto, desde temprana edad supe que había algo malo conmigo, y con el hecho de que las ganas por derramar sangre fueran lo
EMMA—Así que todo fue una trampa, par de imbéciles —bramo entrando al salón privado de Ender—. ¿Cómo pudiste? —No lo veas a él, a mí sí —demanda Donovan, cerrando de un portazo. Ender lo mira mal, tomando asiento. —Es una larga historia, era la única manera para que pudieras decirnos la verdad a medias, aunque para ser sincero, creo que escondes más, Emma. Tenso el cuerpo y sello mis labios, no tiene caso seguir ocultando las cosas, más cuando las vidas de las personas que más amo, están en peligro con el regreso de mi hermana Rika, me muerdo el labio inferior, no me agrada estar dentro de una habitación con dos hombres que me miran como si fuera un bocado. —Eso es todo —corto contacto visual con él. —Bien, entonces andando —Donovan trata de venir hacia mí. —Ni lo pienses, Ghost, he dejado que entres a mi territorio porque era necesario, pero eso no quiere decir que te deje hacer lo que quieras con mi prometida, ella… —Jamás será tuya —refuta Donovan, perdiendo la paciencia—.
EMMAMe remuevo inquieta cuando siento un par de manos deslizándose por mis piernas, hasta llegar a mi coño, lamo mis labios, por un segundo creo que estoy dentro de un sueño, una maldita pesadilla, la lengua de alguien lame mi ingle hasta que se posa en… —Sabes bien. Abro los ojos de golpe, lo ronco de aquella voz masculina la conozco muy bien, mis pulsaciones se aceleran, mis sentidos se despiertan y proceso todo lo que acaba de pasar. —Emma.Gruñe, la lengua de Donovan se introduce voraz en mi entrada, me doy cuenta de que estoy completamente desnuda, él solo ha estado haciendo lo que quiera con mi cuerpo mientras estoy inconsistente. —Donovan, para —jadeo.No lo hace, al contrario, aumenta los movimientos con su lengua, acabo de despertar y ya siento un entumecimiento en mis piernas, abiertas para recibirlo solo a él. Cierro los ojos con fuerza, es imposible no gemir ante el orgasmo brutal que me ataca, esto está por mucho mal, pese a todo lo que ha pasado, sigue habiendo una
EMMACada una de mis extremidades tiembla, me he enfrentado a hombres poderosos, asesinado a tipos que la Bratva me pedía, que doblaban mi tamaño y fuerzas, soy letal, me entrenaron desde muy pequeña para no temerle a nadie, incluso el mismo Basil y Donovan fueron mis maestros en el pasado, pero esto es diferente. Y eso se debe a que la persona que está delante de mí, es la clase de monstruo que es igual a mí, me congelo cuando ella da dos pasos más para acortar la distancia que nos separa, no importa que sienta la presencia de Donovan a mis espaldas, como un símbolo de protección, tal vez sí debería contarle toda la verdad, solo así entendería por qué haberme traído a Rusia es una muy mala idea, más, estando embarazada. —Hace mucho tiempo que no nos vemos —dice tomando una bocanada de aire—. ¿Puedo abrazarte? Tengo que ser fuerte por mi bebé, pensar en él, hace que deje de lado mi miedo, mis temores, mi pasado. Él es mi presente, tengo que luchar para que él esté bien siempre. —N
DONOVANEsa maldita malcriada me las pagará más tarde, la sangre me hierve, no solo me está dejando fuera de lo que sea que le esté confesando a Basil, sino, que intenta dejarme fuera de su vida, compartimos un lazo que nunca se romperá, pero parece ser que aún no comprende la magnitud del problema, y del hecho de que nunca será de nadie más, de que ese bebé que crece dentro de ella, es el grillete más grande que la va a atar a mí. —¿Todo bien con mi hermana? La voz chillona de Rika golpea mis espaldas. Volteo a verla, si no fuese por la mirada y por el hecho de que ella es más delgada, casi en los huesos, diría que es Emma. —No me hablarás —afirma. Me quedo callado, detallando cada aspecto, cada rasgo de su rostro. —Escucha —suelta un aire cansado—. Estoy cansada de que todos me vean como la enemiga, no lo soy, así que solo dile a mi hermana que me dio gusto verla de nuevo, saber que está viva. —¿Te vas? —Sí, lo mejor es que regrese al convento del que vine, no quiero ocasiona
EMMASé que fui yo la culpable de que Rika esté delante de mí, mirándome con esa cara llena de dolor, de sufrimiento, mientras oculta su verdadera cara frente a Donovan, él no tiene idea de nada, de lo que significa todo esto, de lo que significa y de las consecuencias que implica el que mi hermana gemela esté de vuelta para hacerme la vida imposible, cuando amas algo, intentas entenderlo. —A solas —repito mirando de soslayo a Donovan. Este no se inmuta, y es ahí cuando veo que mi hermana se le queda mirando con cierta curiosidad, ¿celos? Sí, puede ser que sí, toco mi vientre, esto es por mi hijo, no importa si a la larga Donovan y yo no tenemos una sola oportunidad, al final, parece ser que todo el tiempo estamos destinados a ser nada. —Donovan —le llamo. Él corta contacto con mi hermana y enseguida me mira con desconcierto. —Tengo que estar a solas con Rika, déjanos a solas por favor. Veo en sus ojos la negativa, él solo me quiere molestar con su silencio y lo está logrando, p
EMMAFrunzo el ceño, siempre hace lo mismo, incluso Donovan, quien se supone es uno de los asesinos seriales más poderosos de la Bratva, se le queda mirando detenidamente, soy consciente de cómo recorre su cuerpo, imagino que lo estará comparando con el mío, lo que me produce cierta inseguridad. La misma que en el pasado me quitaba el sueño, la misma que me llevó a la respuesta de la pregunta que me había estado martirizando por mucho tiempo, cuando María era su puta personal. —Soy una tonta —ríe mi hermana mirando a Donovan con ojos llenos de lascivia. —Vete —pido.—Por supuesto, hermana —me mira y luego vuelve a posar sus ojos en el padre de mi bebé. Rika se marcha cerrando la puerta, comienzo a creer que fue mala idea el plan que tengo. —Emma.La voz de Donovan me saca de mi ensimismamiento, camina hacia mí, ni siquiera me había dado cuenta de que me alejé de él. —Rika… —No es tu —espeta con firmeza. Me muerdo el labio inferior. —Escucha, sé que dije que sería tuya de nuev
DONOVANHa pasado una maldita semana desde que Emma aceptó ser mía de nuevo, y debo admitir que no he podido dejar de follarla, de querer saber en dónde está en cada momento, es mía, solo mía, al igual que el hijo que está creciendo en su interior, aún no me acostumbro a la idea de que vaya a ser padre, pero estoy seguro de que haré todo lo que esté en mis manos para que nada nunca le falte, eso es seguro.—Donovan.Levanto la mirada, Basil no está contento, no con lo que acaba de recibir hace unas horas, un llamado de la mafia italiana, en donde Ender, su cuñado y el Capo, piden una reunión obligatoria con mi mujer.—¿Acaso me estás escuchando?—Sí, y la respuesta sigue siendo la misma, no.Tensa el cuerpo.—Tiene que hablar con él, tarde o temprano, no puedes hacer que ella se escape del contrato que firmó. Ella lo hizo sabiendo las consecuencias.—Lo estoy haciendo, Emma no habla con nadie, mucho menos con él.—Donovan.Me pongo de pie.—Basil, siempre he hecho todo lo que me has p