EMMAMe remuevo inquieta cuando siento un par de manos deslizándose por mis piernas, hasta llegar a mi coño, lamo mis labios, por un segundo creo que estoy dentro de un sueño, una maldita pesadilla, la lengua de alguien lame mi ingle hasta que se posa en… —Sabes bien. Abro los ojos de golpe, lo ronco de aquella voz masculina la conozco muy bien, mis pulsaciones se aceleran, mis sentidos se despiertan y proceso todo lo que acaba de pasar. —Emma.Gruñe, la lengua de Donovan se introduce voraz en mi entrada, me doy cuenta de que estoy completamente desnuda, él solo ha estado haciendo lo que quiera con mi cuerpo mientras estoy inconsistente. —Donovan, para —jadeo.No lo hace, al contrario, aumenta los movimientos con su lengua, acabo de despertar y ya siento un entumecimiento en mis piernas, abiertas para recibirlo solo a él. Cierro los ojos con fuerza, es imposible no gemir ante el orgasmo brutal que me ataca, esto está por mucho mal, pese a todo lo que ha pasado, sigue habiendo una
EMMACada una de mis extremidades tiembla, me he enfrentado a hombres poderosos, asesinado a tipos que la Bratva me pedía, que doblaban mi tamaño y fuerzas, soy letal, me entrenaron desde muy pequeña para no temerle a nadie, incluso el mismo Basil y Donovan fueron mis maestros en el pasado, pero esto es diferente. Y eso se debe a que la persona que está delante de mí, es la clase de monstruo que es igual a mí, me congelo cuando ella da dos pasos más para acortar la distancia que nos separa, no importa que sienta la presencia de Donovan a mis espaldas, como un símbolo de protección, tal vez sí debería contarle toda la verdad, solo así entendería por qué haberme traído a Rusia es una muy mala idea, más, estando embarazada. —Hace mucho tiempo que no nos vemos —dice tomando una bocanada de aire—. ¿Puedo abrazarte? Tengo que ser fuerte por mi bebé, pensar en él, hace que deje de lado mi miedo, mis temores, mi pasado. Él es mi presente, tengo que luchar para que él esté bien siempre. —N
DONOVANEsa maldita malcriada me las pagará más tarde, la sangre me hierve, no solo me está dejando fuera de lo que sea que le esté confesando a Basil, sino, que intenta dejarme fuera de su vida, compartimos un lazo que nunca se romperá, pero parece ser que aún no comprende la magnitud del problema, y del hecho de que nunca será de nadie más, de que ese bebé que crece dentro de ella, es el grillete más grande que la va a atar a mí. —¿Todo bien con mi hermana? La voz chillona de Rika golpea mis espaldas. Volteo a verla, si no fuese por la mirada y por el hecho de que ella es más delgada, casi en los huesos, diría que es Emma. —No me hablarás —afirma. Me quedo callado, detallando cada aspecto, cada rasgo de su rostro. —Escucha —suelta un aire cansado—. Estoy cansada de que todos me vean como la enemiga, no lo soy, así que solo dile a mi hermana que me dio gusto verla de nuevo, saber que está viva. —¿Te vas? —Sí, lo mejor es que regrese al convento del que vine, no quiero ocasiona
EMMASé que fui yo la culpable de que Rika esté delante de mí, mirándome con esa cara llena de dolor, de sufrimiento, mientras oculta su verdadera cara frente a Donovan, él no tiene idea de nada, de lo que significa todo esto, de lo que significa y de las consecuencias que implica el que mi hermana gemela esté de vuelta para hacerme la vida imposible, cuando amas algo, intentas entenderlo. —A solas —repito mirando de soslayo a Donovan. Este no se inmuta, y es ahí cuando veo que mi hermana se le queda mirando con cierta curiosidad, ¿celos? Sí, puede ser que sí, toco mi vientre, esto es por mi hijo, no importa si a la larga Donovan y yo no tenemos una sola oportunidad, al final, parece ser que todo el tiempo estamos destinados a ser nada. —Donovan —le llamo. Él corta contacto con mi hermana y enseguida me mira con desconcierto. —Tengo que estar a solas con Rika, déjanos a solas por favor. Veo en sus ojos la negativa, él solo me quiere molestar con su silencio y lo está logrando, p
EMMAFrunzo el ceño, siempre hace lo mismo, incluso Donovan, quien se supone es uno de los asesinos seriales más poderosos de la Bratva, se le queda mirando detenidamente, soy consciente de cómo recorre su cuerpo, imagino que lo estará comparando con el mío, lo que me produce cierta inseguridad. La misma que en el pasado me quitaba el sueño, la misma que me llevó a la respuesta de la pregunta que me había estado martirizando por mucho tiempo, cuando María era su puta personal. —Soy una tonta —ríe mi hermana mirando a Donovan con ojos llenos de lascivia. —Vete —pido.—Por supuesto, hermana —me mira y luego vuelve a posar sus ojos en el padre de mi bebé. Rika se marcha cerrando la puerta, comienzo a creer que fue mala idea el plan que tengo. —Emma.La voz de Donovan me saca de mi ensimismamiento, camina hacia mí, ni siquiera me había dado cuenta de que me alejé de él. —Rika… —No es tu —espeta con firmeza. Me muerdo el labio inferior. —Escucha, sé que dije que sería tuya de nuev
DONOVANHa pasado una maldita semana desde que Emma aceptó ser mía de nuevo, y debo admitir que no he podido dejar de follarla, de querer saber en dónde está en cada momento, es mía, solo mía, al igual que el hijo que está creciendo en su interior, aún no me acostumbro a la idea de que vaya a ser padre, pero estoy seguro de que haré todo lo que esté en mis manos para que nada nunca le falte, eso es seguro.—Donovan.Levanto la mirada, Basil no está contento, no con lo que acaba de recibir hace unas horas, un llamado de la mafia italiana, en donde Ender, su cuñado y el Capo, piden una reunión obligatoria con mi mujer.—¿Acaso me estás escuchando?—Sí, y la respuesta sigue siendo la misma, no.Tensa el cuerpo.—Tiene que hablar con él, tarde o temprano, no puedes hacer que ella se escape del contrato que firmó. Ella lo hizo sabiendo las consecuencias.—Lo estoy haciendo, Emma no habla con nadie, mucho menos con él.—Donovan.Me pongo de pie.—Basil, siempre he hecho todo lo que me has p
EMMAUn trato es un trato, luego de que convenciera a Ender de quedarse con Emma, ahora es él quien me mira confuso con todo lo que le he comentado. Tuve que decirle la verdad si quería que desapareciera de mi vida, ella, no él, de hecho, Ender me cae bien pese a lo que ya sé que va a decir Donovan.—Así que se trata de eso —dice pensativo.Me costó un mundo hacer que el padre de mi hijo nos volviera a dejar a solas, cuando vio que Ender le inyectó un sedante a mi hermana.—Ella siempre ha querido todo lo que es mío, puede que cuando éramos niñas llegó a empezar como un juego inocente, pero con el paso de los meses, pese a ser solo unas niñas, comprendí que su maldad era real, me erizaba la piel cada que estaba cerca de mí —susurro mirando por la ventana—. Hice lo que hice por mi bien.—Solo que no pensaste en las consecuencias, ¿cierto?—El que mis padres murieran en ese accidente, y que las dos viviéramos, sí, no estaba en mis planes a futuro.Me muerdo el labio inferior.—Lo que me
EMMAPodría decir que ahora mismo me considero la persona más infeliz de la vida, siento que todo lo que he estado planeando se me derrumba, en especial, porque Donovan, Basil y Ender, llevan casi todo el día encerrados en el despacho, Mía ha tratado de que yo me sienta como en casa, es imposible, mucho menos sabiendo lo que me espera, algo peor que el mismo infierno.Observo la hora que marca el reloj colgado en una de las paredes de manera estratégica, son las nueve de la noche, si no salen en cinco minutos, me temo que tendré que hacerles la vida imposible, eso es un hecho.—Deja de pensar en ellos, no hará que salgan más rápido.La voz de Mía hace que salga de mi ensimismamiento y deje de lado todo pensamiento destructivo.—Ya han tardado demasiado —tenso el cuerpo.Camino de un lado a otro, hace media hora que me he cansado de esperar y ahora estoy delante de la enorme puerta de roble que no se abre.—Tal vez deberíamos intentar derrumbar la puerta, ¿no te parece?Mía niega con l