KELLENMe congelo. Todavía no me repongo de la ronda de sexo a la que sometí a la madre de mi hijo, cuando trato de procesar lo que me dice Oliver, mi padre. —No te quedes callado y quieto —me dice—. Vámonos, ya no tenemos nada que hacer aquí. Ava no dice nada, se queda congelada, como si estuviera esperando un milagro del cielo. Pero nada la podrá salvar esta vez, no cuando ya están en juego muchas cosas, admito que he estado cometiendo errores constantemente, una y otra vez, que he lastimado a Ava haciéndola creer que amo a Melany, cuando queda claro que mi cuerpo y alma son solo de ella, no obstante, no significa que esté renunciando a ella, eso jamás. Lo que dice mi padre hace que la sangre me hierva, en especial, porque no sé a lo que se refiere, Ava y yo seguimos casados, eso es algo que ya nadie puede negar, no he firmado nada… espera. Tenso el cuerpo al ver a lo lejos como el traicionero de Rhys, sonríe. —No me voy a casar con nadie —dejo en claro mirando a Oliver. Hay a
NARRADOR OMNISCIENTEMiedo es lo que recorrió la espina dorsal de Ava. Al enterarse de lo que había hecho su hermano mayor, Rhys, nunca imaginó que fuera ella a quien traicionaría, en especial porque le había hecho creer que estaba de su lado, que con él nunca nadie la lastimaría, y sabía que lo que dijo es cierto, pero prefirió estar del lado de su mejor amigo, por la tonta creencia de que con Kellen estaría bien, porque aseguraba que la amaba. Y ahora se sentía vacía y sola, cuando Kellen le dio la bienvenida a un nuevo infierno, nunca imaginó que lo decía en serio, antes de que se pudiera marchar, ella lo detuvo. —No quiero estar contigo. Kellen tensó el cuerpo, alguien debería decirle que no estaba de humor como para volver al inicio del mismo tema, para Kellen no estaba en discusión estar o no juntos, porque tenía la completa seguridad de que nunca la dejaría, jamás se divorciaría de ella y por ende, la iba a hacer entender por las buenas o por las malas. —Estar conmigo no es
AVAHan pasado dos semanas desde que Kellen me ha mantenido encerrada en una de sus nuevas propiedades, una casa que compró por culpa, estoy segura de ello, desde que se enteró por accidente de la boca de nuestro hijo, de que estaba esperando un bebé de él, ha tomado medidas extremas, no me da el divorcio, se niega a dejarme sola, y mi madre actúa extraño estos días. Hay algo que me oculta y espero que sea una puerta abierta para escapar de las garras del padre de mi hijo, de lo contrario, estoy pensando seriamente en cortarme las venas en estos momentos. Inspiro con fuerza, Rhys viene de vez en cuando, me pidió disculpas solo una vez, y luego se marchó para regresar una vez por semana, o sea, dos veces. Me sorprende que mi madre me haya dejado ir con él, dice que es porque lo amo, y lo hago, en serio que sí, pero a mí nadie me va a quitar de la cabeza que él sigue y seguirá amando a Melany por el resto de sus días, siento mucho la perdida, nunca le he deseado nada malo a nadie, muc
AVATodo sucede en cámara lenta, no lo ve venir nadie, pero Kellen se le lanza encima a Adrián, lo toma por el cuello de la camisa y enseguida siento la imperiosa necesidad de arrancarle las manos por ser tan impulsivo, no tenía idea alguna de que ellos dos se conocieran, es decir, pensé que alguno de ellos iba a ser más maduro que el otro, estaba equivocada, porque ambos son tan culpables como los que los observamos y no podemos hacer nada. —Te dije que la próxima vez que nos encontráramos, uno de los dos no iba a salir con vida —brama Kellen con ojos llenos de rabia negra. Para mi sorpresa, Adrián también lo toma por el cuello y ahora los dos están a la par. —Y yo te dije que no me volvieras a tocar, a menos de que quieras derramar tu sangre sobre el suelo —sisea mi viejo amigo. Ambos se quedan mirando hasta que es la voz de mi madre quien rompe el silencio incómodo que se forma entre los dos. —¿Me pueden decir qué es lo que hacen los dos? Esta es mi casa y se respeta —puntuali
AVALos recuerdos de todo lo ocurrido hacen que me duela la cabeza, una a una las imágenes vienen a mi memoria como versiones fotográficas viejas, Adrián, cuando lo recuerdo, abro los ojos, siento un par de manos recorrer mi cuerpo, besos regados en mis piernas hasta que recupero mi fuerza. —Eres tan hermosa, Ava. —Adrián —susurro con voz apenas audible. No me puedo mover, poco a poco reconozco el sitio, se trata de una habitación de hotel de paso, lo sé porque llegué a quedarme en una de estas con Sky en el pasado cuando salíamos a alguna de sus parrandas. —Veo que ya has despertado, eso es bueno —se incorpora. Es ahí cuando me doy cuenta de que estoy amarrada a la cama, el miedo se dispara en mi columna vertebral, tengo la ropa puesta, pero mi bata de dormir no es algo con lo que me sienta demasiado segura, en especial porque solo cuento con las bragas debajo de la tela de seda. —¿Qué haces? —inquiero con cautela. —Recuperar lo que es mío, y esa eres tú, Ava —afirma con segur
KELLENAlgunas cosas en la vida nunca cambian, y estoy observando justo ahora como pasan partes importantes de mis años delante de mí, Ava sigue dentro del hospital en revisión de los mejores doctores, mientras yo camino de un lado a otro en la estancia de espera. Pensar en la posibilidad de que casi la pierdo, hace que me sienta demasiado culpable, demasiado todo. —Ella estará bien —me asegura su madre. La miro mal, todo esto ha sido su culpa, si no hubiera traído a sus vidas a ese imbécil, nada de esto estaría pasando, casi la pierdo, y casi pierdo a mi hijo, sinceramente, creo que en estos momentos le tengo demasiado rencor a esta mujer. —Sé que me odias, Kellen Farrel —rompe el nuevo silencio que se forma entre nosotros—. Pero yo no tengo la culpa, solo intentaba hacer feliz a mi hija, y en su momento la vi con decisión de dejarte. Sus palabras son una nueva apuñalada, porque sé que no miente, sé que dice la verdad y eso es lo que más me arde en las venas. —Amo a Ava, y pensé
AVAA lo largo de mi camino con Kellen, he aprendido muchas cosas, pero sin duda, una de ellas es el ser padres, no tengo queja alguna, respalda, apoya y ama a Carlton, ahora que las cosas han vuelto a la normalidad. Pasan tiempo juntos, de calidad, padre e hijo, hay veces en los que veo un destello de tristeza en sus ojos cuando lo mira, y sé lo que es. Se sigue sintiendo culpable por no haber podido estar para él en estos años, su ausencia, sé que hubiera deseado estar ahí en su nacimiento, escuchar su primera palabra, su primera comida, enseñarlo a caminar, todo, pero no es así, y eso lo sabe, el tiempo no se puede regresar. —¿Te sientes bien? Una voz femenina que conozco bien me hace girar, la madre de Kellen ha estado aquí para mí en todo momento, al igual que mi madre, solo que ella ahora no está aquí debido a que tuvo que regresar a Londres, para poner en orden algunos asuntos de la empresa, pero regresa mañana por la tarde y eso me deja más tranquila. Desde que toda la pes
RHYSEl Vodka viaja por mi garganta y quema una mierda, pero en estos momentos es lo que necesito. Odio las reuniones, desde que Kellen se convirtió en todo un hombre de familia, las cosas han ido aburridas sin todos sus dramas. Algo que me pone en un estado de aburrimiento total. Me aflojo la corbata, esta noche, se supone que festejamos un caso sonado por todo el mundo del espectáculo, ayudamos a uno de los empresarios más poderosos de Inglaterra, a ganar su batalla legal contra su esposa, una mujer más joven, que le abría las piernas a su manager, ya que ella era una modelo. Y digo era, porque después de esto, me encargué de que nadie la contratara. Su carrera se ha ido por la borda por puta. —¡Vamos, uno más! —grita uno de mis compañeros del Bufete de abogados, Legión. Apoyando a otro a terminar de beber su trago de tequila. Levanto la mirada y noto que una de las meseras no deja de verme con ojos risueños, mirada coqueta, aire lleno de inocencia, eso es lo que menos necesito e