LA SUMISA
Capítulo 02Támara Williams⋙════ ⋆★⋆ ════⋘Mark no había parado de gritar de emoción desde que llegué de la compañía del señor Bellucci. George, el padre de mi novio sacó hace un par de minutos una de las mejores botellas de su reserva de vinos para "Celebrar" un nuevo puesto que ni siquiera he aceptado todavía.
Miré mi maleta donde tengo el contrato que el presidente de Go Space me había otorgado para que estudiara todo a detenimiento en casa sobre mis funciones como su nueva secretaria personal, pero dejó muy en claro que no aceptaría nunca de mi parte un "No" como respuesta—Toma, hija—agarré el cristal de la copa con mis manos sudorosas, mi estómago estaba revuelto y un nudo se formaba en mi garganta al no encontrar las palabras adecuadas para decirles la verdad. —Estamos tan felices de que por fin nuestra hijo tenga a alguien de su nivel...—las palabras de mi suegro me estaban confundiendo.
Parpadeé mirando mis piernas fijamente—¿Cómo dijo?—Mascullé con algo de agresividad, entre tanto Mark se aferró a mi brazo derecho asustado.
—George...—le advierte su esposa.—Támara es un buena chica y sabes que nuestro bebé la ama y por eso apoyamos esta relación.
Mis ojos se fijaron sobre ambos—Sé que no soy millonaria como ustedes,—escupí sonriente—pero de una cosa si pueden estar convencidos, es que yo amo a su hijo y que jamás sería capaz de herir sus sentimientos.
Mark besó la palma de mi mano convencido de mis palabras.
—Tam.—giré mi rostro al escuchar la voz de George—Los padres siempre van a querer lo mejor para sus hijos y quiero pedirte disculpas por lo que acaba de suceder—negué pero él me señaló con la mano para que lo dejara continuar—Sé que serías capaz de todo por mi único hijo, lo haz cuidado y amado desde que eran unos niños, y a pesar de que tu vida no es fácil y no haces parte de nuestro círculo social, nos haz demostrado que eres la adecuada para él.
Tomé su mano cuando la estiró hacia mi dirección para reiterar sus disculpas—Creo que es hora de marcharme.—Me levanté del sillón en donde estaba sentada desde que había llegado al apartamento de la familia Carson haciendo que todos los presentes imitaran mi acción.
Mark me acompañó hasta la entrada y me despedí de él sin decir más nada. Había tenido demasiadas emociones durante el día y lo único que necesitaba en ese momento era poder aclarar lo que estaba sintiendo.
Me sentía frustrada porque sabía que de cierta manera, George Carson tenía razón. ¿Qué futuro le esperaba a su hijo conmigo? Seríamos la burla de sus amigos por haberse fijado en una mujer pobre como yo. Aunque ambos éramos jóvenes y teníamos una vida por adelante. ¿Cómo me veía en un par de años más con Mark Carson?
Creo que mi única meta hasta ese entonces era seguir con vida, pero llegar a casa y ver a la única persona en este mundo que llevaba en sus venas mi sangre me hacía pensar en algo. Soy tan poca cosa y es por eso mismo que jamás he podido retener a las personas conmigo.
Intenté quitarle la botella a papá, pero un golpe fuerte sobre mi rostro me hace detenerme. Me ha golpeado de nuevo por querer detener su maldito vicio que lo está consumiendo día tras día.
—¡Muérete, Zorra!—masculló el hombre que me dio la vida, tambaleándose de un lado hacia el otro—¿Aún Mark piensa que eres una mujer de verdad? Con solo verte sé que eres una pu...—me doy la vuelta tapándome los oídos y marchándome lejos de él lo más rápido posible, pero frené en seco al sentir un impacto fuerte sobre mi cabeza.
Algo se sentía realmente húmedo, abrí los ojos los cuales no tardaron en volverse cristalinos al ver el líquido color carmesí adueñarse de mi mano derecha—Estoy sangrando...—solté aterrada. Una de las cosas que más odiaba en la vida era ver sangre. Mamá cada vez que me caía o me hacía daño evitaba a toda costa que lo presenciara; porque sabía que entraba en pánico y podía desmayarme.
Zafé los primeros botones de mi camisa, el aire no entraba muy bien a nuestro pequeño y poco ventilado apartamento, así que como podía me arrastré hasta el baño, abrí con mis manos vuelta nada el estante de medicamentos pero la sangre seguía sin detenerse.—Tengo...Tengo que pedir ayuda...—miré como pude el reloj en mi mano, eran casi la una de la madrugada, no podía llamar a mi novio a esta hora.
Giré la perilla de la regadera e introduje mi cabeza sobre el chorro fuerte de agua. Mis ojos me dolían y la cabeza me daba demasiadas vueltas, luego de algunos segundos encontré algo de gasas recordando cada vez que mi madre me curaba cuando esas bestias de la preparatoria solían meterse casi todo el tiempo conmigo solo por parecer según ellos una “Frágil y estúpida chica”
Llevé hacia mi boca un ibuprofeno y aunque intenté recordar como llegué hasta mi cama no pude. Esa noche creía que de verdad iba a morir por culpa de mi propio padre.
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Suspiré.
Titubeé un par de veces antes de tomar los papeles del contrato de Go Space. Mi estómago rugía de hambre pero sabía que papá aún se encontraba merodeando la casa; así que decidí mejor quedarme encerrada dentro de mi habitación ya que de todos modos hoy no tenía clases.
Abrí la pequeña ventana de mi cuarto para que circulara un poco el aire, hoy más que nunca el día estaba caluroso y vivir en la pocilga en donde estamos desde que nos echaron de la casa en donde vivíamos con mamá, las cosas fueron empeorando con el tiempo.
A papá la empresa donde trabajaba lo despidieron por incumplimiento del contrato y estabamos viviendo gracias a los ahorros de toda la vida de mi madre y a las donaciones de algunos de mis tíos.
Díez mil dólares al mes mejoraría muestra vida, podría pagar la terapia para que mi padre abandone el vicio del alcohol y además tendría todo lo necesario para hacer a Mark feliz.
Inicio leyendo:
"Celebración del presente contrato por ambas partes..."
Me removí sobre mi asiento al sentir mi móvil vibrar debajo de mí, desbloqueé la pantalla y fruncí las cejas al ver un mensaje de un número desconocido. Me metí en la aplicación para leer el texto, pero terminé abriendo los ojos al percatarme de quien me había escrito.
"¿Ya firmaste?
Att: Magno Bellucci"OK, no me voy a alterar.
Es normal que tenga mi número, estaba en el currículum.
"Sí ya leíste mi mensaje, ¿Por qué no me responde?"
¡Respira, Támara! ¡Tienes que respirar!
¡¿Ahora que hago?! ¿Por qué estoy entrando en pánico?
Piensa...
"Me estaba bañando, lo siento. Aún no he firmado el contrato"
Enviar.
Brinqué al recibir su respuesta inmediata.
"¿Se estaba bañando? ¡Vaya dato interesante! Pero recuerde firmar hoy mismo el contrato, lo quiero a usted de secretaria, a nadie más"
M****a...
¿Debería hacer esto? Realmente pensé que no sería nada difícil, he vivido cosas peores y creo que podría sobrellevar esto también. Algunos puntos son inquietantes.
1.2 La secretaria personal debe estar disponible a cualquier hora del día para el Presidente de la compañía.
1.3 La secretaria personal tendrá prohibido divulgar por cualquier tipo de medio, toda acción que escuche o vea.
1.4 La secretaria personal será la sombra de su presidente y lo ayudará a ocultar las evidencias que sean necesarias para no vincular a su jefe en actos ilegales.
¿Eso es legal?
Busqué mi móvil para enviarle un mensaje, habían cosas que no entendía y preferiría preguntar antes de dar el siguiente paso.
"Señor, Bellucci, tengo una pregunta que hacerle"
Arrugué las cejas al leer su respuesta:
"Te recojo en cinco minutos y más te vale que no me hagas esperar"
¡Son las diez de la mañana!
Bajé rápidamente al darme cuenta que no le costó mucho tiempo llegar hasta mi vecindario. Algunos vagos de la zona observaban con codicia el coche de lujo del señor Presidente, así que caminé lo más de prisa que pude para despejar toda idea de robo por parte de ellos.
Toqué un par de veces el vidrio del auto, prensé mi labio inferior al observar como se deslizaba el vidrio polarizado del lambo que manejaba el magnate italiano. Su ceño fruncido me hacía caer en cuenta que algo le molestaba, sus ojos viajaron hacia mi cuello y luego hacia mi pecho—¿No tienes frío? Eso que llamas "Pijama" no te cubre nada.
Rodeé mi cuerpo con mis manos pero volví a mirarlo al escuchar el clic de la puerta del lado del asiento del copiloto.
—No era necesario que viniera usted mismo.
Solté de la nada.
—Tam, querida, Tam, yo jamás hago nada por impulso...—tira de la puerta para que entre—Ahora sé una niña obediente y sube al coche.
Mire todo a mi alrededor y me inquietó algo.
—¿A donde vamos? No estoy en condiciones de salir vestida de esta forma—intenté postergarlo.
Sonríe.
—Lo que use es lo de menos, de todas formas no durarás mucho tiempo con eso puesto, y de todos modos la llevaré a un hotel, ¿Tienes unas preguntas que hacerme, no? ¿O prefieres que te lleve a mi casa?
Pasé saliva y me cuestioné:
¿Qué quiso decir con eso?
¿Qué malo podría sucederme, si me voy con él...?
LA SUMISACapítulo 03Támara Williams⋙════ ⋆★⋆ ════⋘En comparación al enorme cuerpo del presidente de la compañía "Go Space" yo me veía delante de él demasiado pequeña y débil. El cielo de Green Town estaba grisáceo y la idea de que comenzase a llover de la nada, no era muy alentadora que digamos. Odiaba los días lluviosos, esa sensación de humedad en realidad no eran de mis favoritas y experimentar esa extraña sensación delante del magnate justo a mi lado, no era una gran plan tampoco.Solía colocarme totalmente fría mientras que mi cuerpo se envolvía en una ola de dolorosas pulsadas por la temperatura que en ese momento la ciudad atravesaba, así que detesto los días como hoy.—¿Quieres que te ponga caliente?—moví la cabeza al oír la pregunta de mi futuro jefe, el italiano señaló rápidamente la calefacción de su coche y no pude evitar abrir los ojos al sentir como la vergüenza recorría mis piernas hasta llegar a mis mejillas—¿Por qué te has puesto tan roja?—inquirió con una sonrisa
LA SUMISACapítulo 04Támara Williams⋙════ ⋆★⋆ ════⋘Soy en definitiva una completa idiota.Podía ver su rostro la diversión del momento y no era para menos, mis manos temblando pensando en cosas que en primera instancia jamás debí pensar y en segunda la vergüenza de esta penosa situación se debe notar hasta en mis orejas.—¿Donde puedo cambiarme, señor?—susurré casi agonizante, mis piernas estaban debilitadas por el hambre que comenzaba a carcomer mi débil y delgado cuerpo, ya casi era medio día y no había probado bocado desde la noche anterior. Intenté dar un paso pero un mareo repentino me hizo detenerme en la misma posición que tenía en el inicio.Gracias al cielo el golpe que me propinó papá anoche solo fue un pequeño corte. Sino la vergüenza que estaría pasando ahora sería mucho mayor. Espabilé con fuerza al sentir las manos fuertes del magnate rodear mi brazo derecho para que no me callera al suelo. Bajé la cabeza de inmediato porque de una extraña manera que no podía describ
LA SUMISACapítulo 05Támara Williams⋙════ ⋆★⋆ ════⋘¡Hoy es mi primer día de trabajo y ya estoy metida en problemas!Vivika me dio indicaciones algo confusas sobre "Dormir" con mi jefe que realmente no me habían quedado claras del todo.¿Lo único que tenía que hacer, era estar a su lado para cerciorarme de que nada malo le sucediera? Se escuchaba como una tarea fácil, pero en verdad para mí no funcionaba de esa forma.Negué con la cabeza para despejar todas estas tonterías que andaban nadando por mi mente en el instante en que sentí el cuerpo de presidente tambalearse de un lado hacia el otro.Caminar hacia la recepción de la empresa fue difícil, eran pasada las once de la noche y para esta hora todos los empleados se encontraban en sus hogares y ni de hablar de Vivika; que apenas me dio la orden, se marchó dejándome sumergido en este mar turbulento, llamado "Magno Bellucci"¡¿Por qué mi jefe pesa como un maldito mastodonte?! Su cuerpo musculoso era casi imposible de arrastrar por a
LA SUMISACapítulo 06Támara Williams⋙════ ⋆★⋆ ════⋘No estaba para nada segura de lo que hacía, pero algo dentro de mi pecho me gritaba que me encontraba en lo correcto. Que este era mi lugar en el mundo. Toqué un par de veces la puerta de esta lujosa mansión en donde el gerente general de la empresa en donde trabajo me ha enviado a entregar unos papeles importantes que el señor Belucci debía firmar el día de hoy.Tiré un poco de la perilla de la puerta al no escuchar respuesta de nadie, pasé saliva con dificultad al recordar que si hacía algo mal, el señor Magno no me lo iba a perdonar, y seguramente me va a echar de la empresa y no estaba dispuesta a perder este trabajo y ahora menos que mi madre murió.Adentro de la residencia Belucci se sentía cálido, a diferencia del frío de la noche que carcomía mis huesos, mis piernas se sentían débiles y ese olor a canela y aceites que envuelve toda la mansión me embriagaba apenas di el primer paso hacia dentro.Muchos de mis compañeros de t
LA SUMISACapítulo 07Magno Bellucci⋙════ ⋆★⋆ ════⋘El jabón que se resbalaba en las frágiles manos de Tania, se desliza con suavidad sobre mi enorme y endurecida polla.Cerré los ojos, mientras que mi cabeza se elevó un poco hacia atrás por si sola, en el instante en que los espasmos que rodeaban mi cuerpo me hicieron explotar.El agua nos había empapado a ambos, así que en un acto violento y sin contemplación, arrastré hacia mi pecho a la chiquilla que desde hacía medio año vivía chupándome la polla y metiéndose en mi cama sin pedirme hasta ahora, nada a cambio.Sus ojos se abrieron exageradamente en el instante en que giré su cuerpo para estrellar así su rostro contra los azulejos de la ducha y separar sus piernas sin dudarlo dos veces.La sentí brincar al recibir luego de tanta espera, uno de mis dedos introducirse en su interior. Su agujero estaba cálido y listo para recibirme, así que no lo dudé tanto y con una sola embestida logré entrar en ese lugar que me había hecho gemir
LA SUMISACapítulo 08Támara Williams⋙════ ⋆★⋆ ════⋘¡Rayos!¿Qué era ese dolor insoportable que nace desde mi espalda y moría justo en mi zona peligrosa?Intentaba despegar mis párpados pero era imposible. Todo mi cuerpo me dolía como si cientos de elegantes hubiesen corrido por encima de mí hasta dejarme prácticamente en cenizas.Apreté la sabana que cubría mi pecho y cuando apenas busqué la forma de sentarme sobre la cama, pegué un grito cuando una punzada insoportable se alojó sobre mis labios vaginales.¿Cuanto bebí anoche?No recuerdo jamás haberme sentido de esta forma después de unas cuantas copas de vino. La cabeza se me quería caer del cuello y como pude y con poca valentía, logré abrir los ojos.Diablos...¿En donde carajos estoy?Sentí como mi bilis subió hasta mi garganta y tapé mis labios con las palmas de mis manos cuando el amargo sabor se apoderó de mi lengua y mejillas. No recordaba que había sucedido o en qué momento había terminando en el Penthouse de este hotel d
LA SUMISACapítulo 09Támara Williams⋙════ ⋆★⋆ ════⋘La mano caliente de mi jefe, rodea con fuerza y agresividad mi muñeca tirando de esta hasta que mi cuerpo golpea el suyo.Los inversionistas y empresarios guardan silencio mirándose unos con otros, mientras que logro escuchar los murmullos maldicientes que salen de la boca de Magno Bellucci.Podía ver la oscuridad en sus ojos, aunque su rostro estaba reflejando una falsa tranquilidad, sabía que esta no era así. Suebim sonrió cálidamente mientras que le hacía una pequeña reverencia al italiano quizás dándose cuenta de la seriedad del asunto.—Mi jefe...—la voz suave y delicada del coreano brotó de su boca llenando mis oídos entre tanto su dedo índice señalaba al asiático que había reunido a todos estos magnates de la industria en este lugar —Solo puede estar en Maldivas por tres horas. ¿Podemos empezar ahora?—Magno arrugó el puente de su nariz inmediatamente para luego soltar mi mano insatisfecho, me echó una última mirada que me d
LA SUMISACapítulo 10Támara Williams⋙════ ⋆★⋆ ════⋘¡Ayuda…!¡Ayuda…!Intento emitir algún sonido que salga de mi garganta el cual me ayude a librarme de esto, pero no pasa nada.La mano suave pero fuerte de Seubim me toma con firmeza de mis caderas mientras que me arrastra lejos de la fiesta de celebración por la unión de las múltiples compañías.Recuerdo que desde que tengo memoria buscaba la forma de evitar beber algo que contuviera alcohol pero jamás las cosas habían llegado tan lejos.La piel de mis manos ya se encontraba rojiza por la poca fuerza que ejercía contra el coreano para así poder liberarme, pero nada estaba funcionando.Las flores de colores de su camisa Hawaiana empezaban a moverse por mi ebriedad de un lado hacia otro. Mis ojos por algunos momentos se colocaban en blanco y podía sentir como todo mi ser se iba en instantes.—Noona…—Su voz ya no sonaba melodiosa como antes, podía sentir maldad y oscuridad en él, así que como pude levanté la cabeza para encontrarme c