No podía dormir, eran las cuatro de la madrugada y con lo único que soñaba era con el... Ernesto. Despertaba asustada asique preferí levantarme e ir a tomar algo.

Todo estaba en silencio, yo compartí con mi hijo una misma habitación, Joel y Gloria durmieron en la que seguía. Y Dante dormía en otra pequeña, sobre un sofacama, preferíamos estar todos juntos

Fui hasta la pequeña cocina y me preparé una taza de café, prefería chocolate pero no había, de pronto la puerta principal se abrió, casi tiro la taza contra quien estaba entrando, pero era Dante, quien venía con una bolsa

— Por poco te tiro la taza Dante, ¿en qué momento saliste? No me di cuenta que no estabas

— No podías dormir, dabas vueltas y vueltas, asique salí a una estación a comprarte chocolate, sé que te gusta y te relaja un poco.

— Gracias, justamente me levanté a eso y pero no había nada en este lugar. No puedo conciliar el sueño, me es imposible, no sabiendo que estamos en peligro, sobre todo por ángel

— lo sé, estoy igu