La Tía Mandy estaba tan enfadada que le costaba respirar.

Mabel dejó su taza de té. "¿Quién te crees? Incluso yo, como suegra, nunca interfiero en los asuntos personales de Addy".

"Tú eres la suegra y ella es la nuera. ¿Cómo puede ser tan arrogante con sus mayores?". La Tía Mandy bajó la voz y dijo enfadada: "Cuando Duke no estaba casado, te traje a mi sobrina. Es una chica muy obediente. Si se hubiera casado con Duke, sería estupenda cuidando de su marido y sirviendo a su suegra. No le faltaría al respeto a su suegra como Adina".

Mabel parecía indiferente, pero sus pensamientos eran completamente distintos a los de Mandy.

Duke y ella estaban en una situación difícil. Eran madre e hijo, pero llevaban una semana sin hablarse en absoluto. Pero Addy, la intermediaria, nunca pensó en mediar. Si hubiera sido la sobrina de Mandy, la situación no sería tan terrible.

Ella sabía que Addy no hizo nada malo, pero aún así esperaba que Addy haría algo más.

Mientras la Tía Mandy se quejaba aba