Adina levantó su muñeca y miró la hora. Ya eran las cuatro de la tarde, y la clase en el preescolar iba a terminar pronto.

Inconscientemente, había estado mucho tiempo con la familia Winters.

Inicialmente, tenía intención de ir a su estudio a echar un vistazo, pero era tarde. Por lo tanto, fue directamente al preescolar a recoger a sus hijos.

Adina condujo hasta allí y, después de esperar un rato en la entrada, vio a sus hijos salir tomados de la mano.

Sus hijos estaban rodeados por un gran grupo de niños.

“Alden, estuviste increíble hoy. ¡Definitivamente eres el niño más inteligente de nuestro preescolar!”.

“Alden, eres muy guapo. Yo también quiero ser tu amiga. ¿Puedes sentarte conmigo mañana?”.

“Quiero sentarme con mi hermana”, respondió Alden con indiferencia. “Si quieres ser amiga de mi hermana, yo también seré tu amigo”.

“Melody es muy bonita. Si juego con ella, ¡me convertiré en una hermosa princesa como ella!”.

“¡Yo también quiero ser amiga de Melody!”.

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