Era el sonido del agua que salía de la ducha.

Duke estaba sentado afuera y de repente sintió sed.

Miró ligeramente hacia el lado y pudo ver su figura borrosa detrás de la puerta de cristal del baño.

Después de que Adina terminara de ocuparse de la salsa en su pecho, empezó a lavar su camisa.

Tiró la camiseta de Duke a un lado, ya que no pensaba ponérsela.

Sin embargo, después de lavar su camisa, se dio cuenta de que no había secador de cabello en el baño.

Podía salir a buscarlo ella misma o pedirle al hombre de afuera que le entregara un secador, pero no podía salir desnuda.

Así que no le quedó de otra que ponerse la camisa.

La camisa blanca era tan grande que le llegaba a las rodillas y le cubría todo el cuerpo.

Adina abrió la puerta del baño y salió solo después de mirarse al espejo y asegurarse de que se veía presentable.

El vapor de agua del baño flotó en el aire al instante, y su cuerpo parecía estar rodeado por una fina capa de niebla.

Parecía que incluso su