Duke se apoyó en la cama mientras la miraba con indiferencia. Sus oscuras pupilas reflejaban su figura.

Ella no le debía nada.

Él le debía a ella.

Él la confundió con una impostora hace cuatro años.

Permitió que sus dos hijos reconocieran a esa mujer malvada como su madre.

Dejó a Alden y Melody sin un padre desde pequeños.

Hizo que Adina sufriera mucho.

"Lo siento".

Duke movió los labios y habló lentamente.

Adina frunció los labios.

Este hombre le salvó la vida y acababa de recuperar la conciencia. ¿Cómo se atrevía a perder los estribos con él?

Reprimió las emociones que llenaban su corazón. Cuando estaba a punto de hablar, el Señor Brown llamó a la puerta y entró en la sala. "Señorita Daugherty, la Señorita Melody la está buscando. Por favor, vuelva pronto. Yo me ocuparé del Señor aquí".

Adina se tragó esas palabras antes de responder con cara seria: "En ese caso, volveré primero".

Se dio la vuelta, salió de la sala y cerró lentamente la puerta.

"Amo, ¿cómo está? ¿Se sie