Los ojos de Dew se enrojecieron al instante.

Se mordió el labio inferior y sus ojos se llenaron de lágrimas. Lucía como una mujer hermosa que acababa de sollozar.

Dio un paso adelante y se quejó: “Duke, cuando te fuiste temprano del banquete anoche, no me llevaste contigo. Al final, el señor Johnson me llevó a casa. ¿Sabes lo inapropiado que fue? ¡Me miró con lujuria e incluso me agarró la mano! Si no hubiera opuesto una fuerte resistencia, ¡me habría arrastrado a un hotel!”.

Duke finalmente la miró. “¿Por qué intentaste resistirte a él?”.

Dew se quedó sin palabras.

La pregunta casi la ahoga.

¿No era normal que se resistiera? ¿Por qué le había hecho esa pregunta?

Pero ya que Duke le había preguntado, tenía que responder adecuadamente.

Parpadeó y se le cayeron las lágrimas. “Duke, no soy una mujer fácil. Nuestra noche de hace cinco años fue causada por un accidente. Yo también me arrepiento de haberme acostado con un hombre antes de casarme, pero ¿qué podía hacer? Esa noche esta