Ninian no pudo dormir bien aquella noche.

La idea de Everett cayendo por el balcón la torturaba.

Al recordar, tenía la sensación de que tenía un recuerdo similar hace muchos años.

En ese momento, ella era todavía joven. Era vaga y no podía recordarla en detalle.

Había un adolescente que fue cortejado por mucha gente.

También se reunían en el porche. Puede que parezca flaco y bajo, pero creció muy rápido.

Él no decía mucho y siempre la observaba y la escuchaba reír.

Su memoria era tan borrosa que cuando despertó del sueño, apenas podía recordarlo.

Cuando abrió los ojos, estaba acostada de lado, mirando hacia la pared. Estaba jadeando, jadeando por aire.

—¿Stapie? ¡Estás de pie!

Se dio la vuelta y vio a George de pie junto a su cama. Él la envolvió suavemente.

—George… —Habló con voz ronca, pero él le hizo un gesto para que dejara de hablar.

—No hables. Bebe un poco de agua caliente primero.

Ella tomó un vaso de agua tibia y le puso una pajita antes de dárselo.