Ninian se mostró ansiosa.

—Obviamente, este asunto es mi problema, pero en lugar de pedirme que me responsabilice, Harold se hizo cargo. Es injusto para él.

—Eso me hace sentir aún más culpable.

Cuando la Sra. Tuffin notó que Ninian estaba tratando de levantarse y rápidamente dijo:

—¡Oh, por favor, no te muevas! Su herida aún no ha sanado.

Sus hermanos, que estaban fuera de la habitación, de repente se quedaron en silencio al escuchar un ruido en su habitación.

Alden y Melody abrieron rápidamente la puerta y entraron en la habitación. Detrás de ellos estaba George, que parecía indiferente, y Harold, que parecía herido.

—¡Grapie, estás despierta!

Melody fue la primera en dar un paso adelante. Se agachó al lado de la cama de Ninian y tomó su mano.

—¿Tienes algún dolor? ¿Te sientes mejor?

Alden estaba parado sobre ella. Aunque no dijo nada, parecía preocupado.

—Estoy... estoy bien... —dijo Ninian. Su voz era tan ronca que preocupó a todos.

—Bebe un poco de agua pr