Capítulo 0098
Todos comieron en silencio. Parecía que nadie se atrevió a romper la tranquilidad. Al final, fue Sergio el que dijo primero:

—Flora, debería probar ese pescado. Es saborosa.

Sin embargo, en vez de traerle el pescado, le trajo algo de brócoli. Parecía que incluso Sergio no estaba tan calmado como aparente.

Flora no probó la comida, sino miró a Martín y le preguntó:

—Sergio, ¿este es Martín?

Sergio se dudó por un rato y dijo:

—Sí. Se ha graduado en la Escuela Nacional de Pintura, la misma universidad a la que Luna asiste. Luna, ¿no llevaste a Flora a conocer a Martín cuando fue a la Escuela?

«¡Otra vez! Es tu hermano. No es mi responsabilidad de presentarlo a los demás», pensé con disgusto y la comida que acababa de poner en mi boca se quedó atascada en mi garganta por el enojo.

Realmente me preguntaba si en los años pasados había estado ciega. ¿Cómo pude pensar que era el mejor chico del mundo y que él sería mi vida entera?

Estaba a punto de refutarle, pero Martín me detuvo apretando la
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