Cualquier persona normal en su estado sentiría terror, pero no Vanesa. Ella solo estaba furiosa por haber caído en la vil trampa que le había tendido Fernando. La mujer comenzó a reír de manera sardónica. _ Vaya... hasta pareces alguien importante _ dijo mirando a Anna con burla _ acostarte con Ponce de León te dió frutos. Anna la miró sonriendo y se cruzó de brazos, fue Alonso quien se puso al lado de ella y miró con desprecio a a Vanesa. _ Mi esposa no necesitó acostarse con nadie para llegar donde está_ le dijo Alonso acercándose a la mujer que lo observaba enfurecida _ Esas cosas, solo las hacen quienes desconocen la dignidad. Vanesa sintió que su corazón explotaba de rabia y desprecio._¿Te das cuenta Vanesa? Quisiste matarme y me hiciste tantas cosas por nada... Fernando nunca estuvo conmigo..._ dijo Anna tomándole muy fuerte la barbilla con la mano _ No lograste vencerme, al contrario lo único que lograste fue que me hiciera más fuerte y que en momentos como este, no me ti
Blanca tuvo que armarse de paciencia y escuchar el relato de Fernando sobre los días vividos en San Pablo, con Vanesa. El no iba a mentirle, se arriesgaba a que la joven se enojara con él y lo mandara al diablo. Aún así, prefería eso a ocultarle las cosas. _ Lo siento Blanca. No puedo mentirte. Si quieres terminar la relación, créeme que lo entenderé perfectamente_ le dijo Fernando mirándola a los ojos.Ella respiró hondo y exhaló. _ No entiendo porque ni tú ni Anna quisieron decirme adonde iban _ dijo molesta _ los hubiese apoyado incondicionalmente. _ No quise exponerte. Además, si hubieses sabido lo que yo tenía que hacer... ¿ Habrías aceptado sin decir nada? _ le dijo Fernando con seriedad _ Dime, la verdad...Claro que no le hacía ni pizca de gracia, de que Fernando hubiese tenido que besar a esa fulana, entendía que todo tenía una finalidad, pero aún así sentía celos. Miró hacia otro lado y le respondió._ Bueno no, pero habría hecho un esfuerzo_ le dijo aún molesta.El le
Vanesa estaba aterrada. Durante toda la noche en medio de plena osuridad, oía a las ratas caminar por todos lados, algunas hasta le pasaban por encima de las piernas. Se arrinconó contra la pared, agarrándose las piernas con los brazos y poniendo su cabeza sobre sus rodillas. Había pedido ayuda hasta el cansancio, pero solo escuchaba un silencio atroz._ M*ldita sucia..._ musitó mientras lloraba _ me las vas a pagar.Se estaba muriendo de sed, pero no había agua en el lugar, también se sentía hambrienta pero lo que más le apremiaba era tomar agua._ Por favor_ le rogó a los hombres que estaban en la puerta _ necesito tomar agua._ Lo siento señora, tenemos órdenes de no brindarle nada _ le contestó el otro _ fijese de donde puede conseguir.Ambos hombres soltaron una risa sardónica.Ella se llenó de rabia y comenzó a gritar por la importencia que sentía._ ¡Malditos! ... Los odio ...los odio...¡Me las van a pagar! _ gritaba como una desquiciada golpeando la puerta.Se abrazó así mism
Después de un par de días, parecía que Vanesa, había aprendido la lección o al menos de como comportarse delante de Anna para obtener alimento y agua. No solo tuvo que aprender a limpiar. Otro de sus trabajos fue, que una vez que obtuvo alimentos ella debía cocinarlos para poder comerlos, pero como no sabía, sólo se limitaba a comerlos o muy quemados o crudos. Peter y sus hombres se reían de ella y su situación._ Vaya, hemos hecho muchos trabajos muchachos, pero no tan divertidos como este_ dijo Peter mientras cenaban comida de restaurante que les enviaba su jefa _ Debo confesar que la señora Anna tiene métodos muy innovadores. _ jefe, ayer la mujer no comió casi nada... usted ensució todo apenas había limpiado_ le dijo uno de ellos_ y hoy... bueno. Creo que deberíamos darle algo decente de comer para que no se nos muera. Peter sonrió. El día anterior solo le había dado un pedazo de pan duro, el cual Vanesa se lo comió como si fuese un platillo de primera, cuando le tiró otro ped
Los gritos desesperados de Alonso inundaban el lugar, mientras Fernando entre sollozos, intentaba ayudar a Anna, dando los primeros auxilios antes de que la ayuda llegara._ Denle su merecido a esa perra _ Dijo Peter_ y luego, inyéctenle una buena dosis, para que olvide los últimos días y la entregan a las autoridades. Ya estoy harto de esta mujer. Había un gran pesar en el tono del hombre, algo había fallado y él se culpaba por eso. Vanesa reía como loca mientras veía la estela de sangre que iba dejando el cuerpo de Anna cuando los hombres trataban de acomodarla para que Fernando pudiera atenderla. _ Vas a morir perra inmunda! Te lo dije, de alguna manera me las ibas a pagar _ gritó Vanesa. Alonso se fue hacia ella furioso._ Voy a matarte... _ Dijo apretándole el cuello con fuerza. Peter lo apartó con todas sus fuerzas, derribándolo al piso. _ No señor, no voy a dejar que se ensucie las manos con esta escoria _ le gritó Peter _ Vaya con su esposa, nosotros nos encargaremos de
Peter estaba muy molesto, algo en su cadena de seguridad había fallado y quería saber, donde realmente había sido. _ Alguno de ustedes cometió el error y espero que me lo digan. Saben bien lo que les pasa a los que me fallan o traicionan _ dijo seriamente _ alguien le facilitó ese cuchillo a la perra. ¡No quiero adivinar cual de ustedes fue! Uno de ellos dió un paso adelante y agachó la cabeza. _ Es posible que fuera mi culpa señor. Ella me pidió ir a la cocina por un vaso de agua y yo se lo permití, es que se veía tan dócil y tranquila que no pensé que... _ dijo arrepentido. Peter se fue sobre él y le dió un puñetazo en plena cara. _ ¡Eres un idiota! ¿Qué te dije acerca de ella? Vete de aquí , no sirves para este trabajo _ le dijo mirándolo con desdén _ Si la señora muere, te buscaré y te mataré ... si te cruzo de nuevo te mataré... has arruinado mi reputación y eso no te lo voy a perdonar. El hombre tomó sus cosas y se fue. El sabía muy bien de lo que Peter era capaz, así qu
Alonso no se apartó de su esposa a pesar del pedido de los médicos y familiares. El no dejaría sola a su amada Anna ni bajo la orden de un juez. Ella aún seguía inconciente pero según los médicos estaba respondiendo bien al tratamiento. No obstante todo era cuestión de espera y paciencia. _ Señor Ponce de León, no es recomendable que esté aquí _ le dijo Héctor _ si se lo permito es solo porque Fernando me lo ha suplicado. El asintió. _ ¡No quiero dejarla sola doctor, le prometí que nunca más nos separaríamos! _ le dijo Alonso con los ojos llenos de lágrimas _ ¿Qué clase de esposo sería si rompo esa promesa? _ Seguramente Anna lo entendería si despierta y no lo vé aquí _ le dijo Héctor tratando de tranquilizarlo y quitar dramatismo a la situación. _ Ella sí... ella entendería todo... porqué verá doctor, ella es un ángel _ dijo sonriendo _ Pero no la voy a abandonar aquí. Quiero que cuando despierte al primero que vea, sea a mí. Héctor admiró el amor profundo que Alonso sentía por
Un tiempo después, todo en la vida de Anna y Alonso se estaba encaminando. La salud de la joven estaba casi reestablecida, si bien debía seguir teniendo precauciones al menos ya estaba en su casa, disfrutando de la compañia de toda su familia. Frank y Lara no se habían querido mover de allí hasta no tener la seguridad de que su hija estuviera bien. Demás estaba decir que Anna se había convertido en la luz de los ojos del señor Vermont, el día en el que Anna había sido herida, el hombre decidió que haría todo lo que estuviera a su alcance para no estar tanto tiempo lejos de su hija y de su nieta. _ Creo que es hora que busque a alguien que me reemplace y estar más cerca de ustedes... _ le dijo Frank seriamente _ lo hemos hablado con tu madre, y está decidido. Anna y Alonso se miraron y sonrieron. _ No papá, no voy a permitir que abandones todo por lo que trabajaste durante toda tu vida _ le dijo Anna sonriendo_ Después de lo que pasó y de todo lo que hemos vivido, con Alonso querem