Los gritos desesperados de Alonso inundaban el lugar, mientras Fernando entre sollozos, intentaba ayudar a Anna, dando los primeros auxilios antes de que la ayuda llegara._ Denle su merecido a esa perra _ Dijo Peter_ y luego, inyéctenle una buena dosis, para que olvide los últimos días y la entregan a las autoridades. Ya estoy harto de esta mujer. Había un gran pesar en el tono del hombre, algo había fallado y él se culpaba por eso. Vanesa reía como loca mientras veía la estela de sangre que iba dejando el cuerpo de Anna cuando los hombres trataban de acomodarla para que Fernando pudiera atenderla. _ Vas a morir perra inmunda! Te lo dije, de alguna manera me las ibas a pagar _ gritó Vanesa. Alonso se fue hacia ella furioso._ Voy a matarte... _ Dijo apretándole el cuello con fuerza. Peter lo apartó con todas sus fuerzas, derribándolo al piso. _ No señor, no voy a dejar que se ensucie las manos con esta escoria _ le gritó Peter _ Vaya con su esposa, nosotros nos encargaremos de
Peter estaba muy molesto, algo en su cadena de seguridad había fallado y quería saber, donde realmente había sido. _ Alguno de ustedes cometió el error y espero que me lo digan. Saben bien lo que les pasa a los que me fallan o traicionan _ dijo seriamente _ alguien le facilitó ese cuchillo a la perra. ¡No quiero adivinar cual de ustedes fue! Uno de ellos dió un paso adelante y agachó la cabeza. _ Es posible que fuera mi culpa señor. Ella me pidió ir a la cocina por un vaso de agua y yo se lo permití, es que se veía tan dócil y tranquila que no pensé que... _ dijo arrepentido. Peter se fue sobre él y le dió un puñetazo en plena cara. _ ¡Eres un idiota! ¿Qué te dije acerca de ella? Vete de aquí , no sirves para este trabajo _ le dijo mirándolo con desdén _ Si la señora muere, te buscaré y te mataré ... si te cruzo de nuevo te mataré... has arruinado mi reputación y eso no te lo voy a perdonar. El hombre tomó sus cosas y se fue. El sabía muy bien de lo que Peter era capaz, así qu
Alonso no se apartó de su esposa a pesar del pedido de los médicos y familiares. El no dejaría sola a su amada Anna ni bajo la orden de un juez. Ella aún seguía inconciente pero según los médicos estaba respondiendo bien al tratamiento. No obstante todo era cuestión de espera y paciencia. _ Señor Ponce de León, no es recomendable que esté aquí _ le dijo Héctor _ si se lo permito es solo porque Fernando me lo ha suplicado. El asintió. _ ¡No quiero dejarla sola doctor, le prometí que nunca más nos separaríamos! _ le dijo Alonso con los ojos llenos de lágrimas _ ¿Qué clase de esposo sería si rompo esa promesa? _ Seguramente Anna lo entendería si despierta y no lo vé aquí _ le dijo Héctor tratando de tranquilizarlo y quitar dramatismo a la situación. _ Ella sí... ella entendería todo... porqué verá doctor, ella es un ángel _ dijo sonriendo _ Pero no la voy a abandonar aquí. Quiero que cuando despierte al primero que vea, sea a mí. Héctor admiró el amor profundo que Alonso sentía por
Un tiempo después, todo en la vida de Anna y Alonso se estaba encaminando. La salud de la joven estaba casi reestablecida, si bien debía seguir teniendo precauciones al menos ya estaba en su casa, disfrutando de la compañia de toda su familia. Frank y Lara no se habían querido mover de allí hasta no tener la seguridad de que su hija estuviera bien. Demás estaba decir que Anna se había convertido en la luz de los ojos del señor Vermont, el día en el que Anna había sido herida, el hombre decidió que haría todo lo que estuviera a su alcance para no estar tanto tiempo lejos de su hija y de su nieta. _ Creo que es hora que busque a alguien que me reemplace y estar más cerca de ustedes... _ le dijo Frank seriamente _ lo hemos hablado con tu madre, y está decidido. Anna y Alonso se miraron y sonrieron. _ No papá, no voy a permitir que abandones todo por lo que trabajaste durante toda tu vida _ le dijo Anna sonriendo_ Después de lo que pasó y de todo lo que hemos vivido, con Alonso querem
La boda de Clara y Víctor fue bastante atipica. Para empezar, ella se negó categóricamente a usar el tradicional vestido blanco. _ Ambos estuvimos casados, creo que eso ya no aplica para nosotros _ le había dicho a su novio._ Pues usa el vestido que quieras mi amor, es tu día el que elijas está bien _ le dijo él dulcemente _ yo solo quiero casarme contigo, no me importa lo demás. Así que fiel a su estilo, Clara había optado por un sencillo vestido en color rosa y un colorido ramo de flores el cual, había hecho el mismo Diego con las flores del jardín de su casa. Puede que Victor no tuviera mucha familia, pero con la de Clara, prácticamente se llenó el lugar. Ninguno de ellos se quiso perder tal acontecimiento y como eran una familia muy unida era su deber estar allí para acompañar a una de sus miembros en un día tan especial, así que gracias a los Romero el ambiente se lleno de buena energía, risas y algarabía.Esta vez, Anna y Alonso tuvieron que ser dama y caballero de honor, al
Unos meses después, los Ponce de León se habían instalado en un hermoso Penthouse en Upper East Side, se habían habituado tan bien a la vida allí que prácticamente parecían haber nacido allí. Ambos trabajaban junto a Frank, mientras Anna comenzaba a tomar decisiones importantes en la empresa porque Frank ya le delegaba muchas cosas a ella, Alonso comenzó a encargarse del área legal. Se sentían a gusto trabajando juntos. Muchas veces se encontraban, haciendo un parate en sus actividades para hacer el amor, eran como dos niños haciendo travesuras a escondidas de sus padres. _Ven aquí mi pequeña bribona _ le dijo apenas Anna entró a la oficina de él, mientras la apretaba contra su cuerpo _ te he extrañado toda la mañana y ahora te haré el amor aquí mismo. _ Alonso hay mucha gente por aquí hoy _ dijo la joven sonrojándose _ esperemos a llegar a casa... El sonrió de lado. _ Sabes muy bien que no lo haré _ le dijo mientras comenzaba a besarla. Cerró la puerta con llave. Cargó en braz
El día del cumpleaños de Alonso y Milena, todos habían podido reunirse. La pareja decidió celebrarlo en su ciudad natal, ya que en Nueva York era invierno y ellos querían que su hija tuviese una celebración al aire libre, junto a la familia y amigos. Allí estaban Clara transitando el sexto mes de embarazo junto a Victor, tendrían una niña a la que se llamarían Victoria. Diego estaba feliz de ser el hermano mayor, era un niño feliz e inteligente que estaba creciendo rodeado de amor y de una verdadera familia. Javier y Julia habían decidido casarse a mediados del año que se aproximaba, él ya se había encaminado en su profesión y ella había comenzado a dar clases. No veían la necesidad de tener que seguir esperando, eso sí lo de tener hijos lo dejarían para un poco más adelante primero querían disfrutar de su matrimonio.También estaban David y Lucy con su pequeño Liam quien ya estaba dando sus primeros pasos y palabras. Alonso adoraba a ese pequeño como si fuese suyo, iba de un lado
Desde la suite del hotel más lujoso de Nueva York James Lee Fenton, seguía con su vida como si nunca hubiese pasado nada. O al menos, era lo que demostraba. El no había tomado la actitud de Anna como un rechazo, siempre supo que amaba a otro hombre, intentó por todos los medios enamorarla, pero no lo había podido lograr así que simplemente lo aceptó y continúó adelante. No era una persona que llevara a cuestas situaciones que le habían sido adversas, así que desde aquel día de la boda de Anna, nunca más la había contactado. Ni siquiera cuando supo que Vanesa la había atacado. Si estaba al tanto, por Peter pero siempre se mantuvo al margen, ella ya era una mujer casada y eso él lo respetaba, aunque detestara a Alonso._¿ Señor, va a necesitar algo más por hoy? _ le dijo su asistente Alan _ sino me retiro para que pueda descansar. Miró hacia afuera, había comenzado a nevar. Su día terminó temprano y por el momento no tenía mucho más por hacer. _ No ve a descansar, te lo mereces_ le