Fernando estaba nervioso. No sabia que era lo que estaba sucediendo con Milena. Mientras Anna, se habia quedado con su familia en la habitación, él permanecia fuera de la unidad de neonatologia. _ Doctor Montero...Debe calmarse un poco. ¿Quiere pasar?_ le dijo la médica responsable del área al verlo tan preocupado.El se pasó la mano por el cabello._ Lo único que quiero saber, es si ella está bien_ dijo ansioso_ por favor doctora, se lo ruego. Ella sonrió._ Venga doctor, vayamos a ver a su hija_ le dijo ella adelantándose._¡es mi sobrina!_ corrigió él al instante. _ Discúlpeme, sobrina. La mujer lo llevó hasta el lugar en donde le estaban haciendo todos los controles a la pequeña._ Dígame ¿Le sucede algo? Ella fue hasta donde estaba Milena y la tomó en sus brazos._ Temíamos que hubiese sufrido algún problema en tantas horas de trabajo de parto, pero no. La realidad es que, esta pequeña no lloró porqué no tenía ganas, ella se encuentra en perfecto estado de salud_ dijo la muj
Alonso había quedado bastante inquieto con lo que le había sucedido el día de su cumpleaños. Habían pasado diez días de su cumpleaños y seguía sin poder olvidar lo sucedido.Sin poder con su genio, le había escrito a Anna pidiéndole su número para llamarla, pero no había recibido respuesta alguna. ¿ y si le había sucedido algo? El realmente estaba preocupado.El negó con su cabeza. _ Tengo que dejar de pensar en tonterías o terminaré volviéndome loco_ dijo molesto_ si ella no piensa en mí, yo tendré que aprender a hacer lo mismo. Era fácil decirlo, llevarlo a cabo era otra cosa. Mucho más cuando estaba en un lugar que le recordaba tanto a Anna, el parque al que solían ir porque a ella le encantaba caminar por ahí.El tenía la misma rutina siempre. Salir a correr por ese lugar y luego sentarse en la zona donde había familias, viendo como los niños jugaban con sus padres, algo que hacían con la joven cuando salían. Les encantaba ver ese tipo de escenas. Miles de veces habían hablad
Blanca estaba aún durmiendo cuando el llamado de su madre la despertó. Le costaba mucho abrir sus ojos, pero atendió igual, su madre no la llamaría a menos que fuera urgente._ ¡Madre, si es para desearme feliz navidad...es muy temprano... al menos aquí!_ Blanca hija, no es por eso que te llamo. Creo que anoche he cometido un grave error_ le dijo temerosa.La joven se incorporó en la cama, tratándo de despertarse, su madre estaba tan alterada que apenas se le -entendía cuando hablaba. _Mamá...¿Puedes calmarte y hablar más despacio, por favor? ¡me estás crispando los nervios!_ dijo Blanca molesta_ habla mujer de una vez. La señora le contó el suceso con Alonso, no solo tenía temor de cómo había reaccionado el hombre, sino de cómo lo haría su hija, después de que ella le brindara esa información. Blanca suspiró hondo. De alguna u otra manera en algún momento Alonso sabría la verdad. Eso era más que sabido._ Mamá, no te pongas así_ le dijo Blanca tranquilizandola_ Así le hubieses di
Alonso no había podido dormir en toda la noche, parecía una fiera enjaulada a punto de atacar a quien se le cruzara en el medio. Diana y Julia, habían decido ir a verlo a su casa, la noticia del bebé las había movilizado en sobremanera._ Debes calmarte hijo, cuanto más alterado estés más difícil será que ella quiera hablar contigo_ dijo Diana angustiada_ Debes calmarte para que cuando la encuentres, puedan hablar civilizadamente. El apenas la miró._¿Calmarme? ¿Estás bromeando Diana?_ le dijo enojado_ ¿Entiendes que se me ha negado la posibilidad de estar con mi hijo? ¿Porqué ha hecho tal cosa? ¿Qué le he hecho de malo?Diana suspiró, ella también estaba furiosa y muy triste. Saber que existía su nieto tan anhelado en algún lugar del mundo, la llenaba de indignación.Pero no servía de nada enfurecer aún más a Alonso._ Quién sabe lo que pasó por la mente de Anna, debe haber una explicación para todo esto _ dijo la mujer tratando de aplacar los ánimos_ ¿Hay alguien que te pueda decir
Alonso tuvo que cerrar los ojos y calmarse. El hombre a quien el durante tiempo había odiado y había considerado su rival, era el que estaba le teniendo consideración. No era la primera vez en la que Fernando le mostraba que no era un hombre rencoroso, ni de malos sentimientos, pero esta vez Alonso tuvo que admitir definitivamente que Montero en muchos aspectos, lo superaba ampliamente. Y es que Fernando no tenía problemas en reconocer sus errores y enmendarlos. Pero aparte de eso, él siempre trataba de hacer lo correcto aunque eso lo perjudicara directamente a él. _ Alonso, primero agradezco que estés dispuesto a escucharme_ le dijo respetuosamente Fernando _ nunca hemos tenido una buena relación y después de lo que hablemos hoy, no sé como terminaremos. _¿Qué otra opción tengo? Tú has sido el único de los amigos de Anna que ha decidido hablarme_ le dijo Alonso en tono de resignación._ Lo sé. Y en mi caso particular y te diría que el de todos, te pido perdón. Es muy larga la his
Julia apenas vió la foto de niña tuvo que tragarse toda la ponzoña que había soltado durante la conversación con su hermano. Se sintió terriblemente culpable de haber pensado que Anna podría haber engañado a su hermano con Fernando._¡Es muy hermosa!_ dijo emocionada_ Alonso... perdóname por lo que dije. Durante todo este tiempo me he dejado llevar por el resentimiento que tengo hacia Anna por haberte lastimado... pero Milena no tiene nada que ver con esto, ella es mi sobrina. Alonso apenas la miró._ Jamás dudé de mi paternidad, Anna puede haber hecho mil estupideces en este último tiempo, pero sé que jamás me engañaría con otro hombre, ella no es así_ dijo Alonso muy serio.La que no dejaba de ver la foto de Milena era Diana. Estaba tan encantada con su nieta que no le importaba nada. Mucho menos lo que había pasado, ella lo único que quería era conocer a la niña._ Iré contigo Alonso_ le dijo decidida_ si Anna no me recibe en su casa, ese buen señor que te llamó seguramente lo har
Cuatro días antes de vísperas de año nuevo, Alonso y Diana partieron muy temprano en la mañana hacia Nueva York. Julia y Javier lo harían después y así recibir el nuevo año en la hermosa ciudad, junto a su familia, esperando poder conocer a su sobrina.Alonso no solo había reprogramado y arreglado todo en su trabajo como para poder estar un buen tiempo en Nueva York sino que había decidido cambiar su aspecto físico.Tomó la decisión de afeitarse, ya que consideraba que al besar a su pequeña hija, le podría molestar o afectarle la suave y delicada piel.Si antes era protector, con su hija lo sería mil veces más. El moriría por ella si fuese necesario. _Hijo, deberías tomar algo para tranquilizarte, pronto llegaremos_ le dijo Diana quien veía a Alonso muy inquieto_ verás que todo saldrá muy bien.No ella se lo creía. Pero no tenía alternativa. _ Trato de estarlo Diana, pero cada vez se me complica más. Estoy desesperado por abrazar a mi niña..._ dijo sonriendo mientras volvía a mirar
Alonso no pudo dormir en toda la noche. Eran las emociones encontradas y los interrogantes que tenía, que apenas podia respirar. ¿Cómo reaccionaría Anna al verlo? ¿Huiría como lo hacía siempre? Quizas esta vez, tuviera una actitud un poco más madura y accediera a hablar sin tantos rodeos ni misterios. Habia otra situación que lo molestaba o inquietaba bastante: la cercanía que Anna tenía con James. Ese hombre no cejaba en su intención de conquistar a Anna, ahora que sabía que la joven realmente cumplía con todos los requisitos para ser la esposa de él, Alonso tenía toda la certeza que James iba muy en serio. Tuvo que confesar que aunque su prioridad era estar con su hija y ocupar el lugar que le correspondía en su vida, secretamente albergaba muy dentro suyo la esperanza de que alguna vez, pudieran subsanar sus diferencias y volver a intentarlo. Pero por otro lado, se sentía demasiado herido y enojado como para pensar en una posible reconciliación, esa lucha interna entre el amor y