Clara Romero miró su reloj. Estaba retrasada para llegar a la cita que tenía con Anna y Fernando. Habían decidido que ese día, le dirían toda la verdad a la joven sobre la muerte de Dolores. Como el médico no se animaba a enfrentar a Anna solo, le había pedido ayuda a ella para que pudiera explicarle los detalles. Marco el número de Fernando._ Escucha, estoy retrasada, recién se ha ido mi cliente_ suspiró cansada.Fernando parpadeó._ Se nota tu cansancio ¿Quieres dejarlo para otro día? ¿Todo está bien? Ella hizo una mueca y resopló._ Nada solo estoy harta de escuchar casi todos los días lo mismo_ rió_ ya sabes, ex esposas reclamando lo que corresponde, padres o madres que no pagan cuotas alimentarias, etcétera, etcétera, Nada nuevo. Cansada de luchar con sinvergüenzas y farsantes. Fernando rió, él en un momento estaba en esa nómina. _ Bueno...¿Te esperamos entonces? _ le dijo Fernando ansioso_ si tú no puedes, no hablaré con ella, no creo que pueda. Para mí es demasiado doloros
Días después fue Clara la que citó a Anna para hablar. Esta vez, coordinaron para que fuese en casa de Fernando.Anna, comenzó a sospechar que algo sucedía ya que cuando se encontró con Fernando solo hablaron de cosas triviales y notó que él estaba extremadamente nervioso. Lo único que Fernando le había reclamado, era el porqué no le decía la verdad acerca de su viaje, a Alonso insistiendole en qué se lo dijera._ Por ahora no lo haré_ le dijo Anna decidida_ apenas si tolera que sea tu amiga. ¿Qué crees que diría, si supiera que vivimos juntos por varios días? El está progresando con su terapia y realmente no quiero arruinar todo cuanto ha logrado._ Como quieras, por mí no lo sabrá_ le dijo él levantando sus manos. Después de ese día, no se habían visto ni hablado.El día en que Clara la citó nuevamente, ya supo que no era para un simple café, algo sucedía y se lo dijo a Alonso. El hombre estaba tan ocupado que aunque hubiese querido acompañarla, no podía sin embargo, sabía que s
Anna salió caminado sin siquiera tomar en cuenta por donde iba, era como si su mente se hubiese nublado y de pronto perdiera toda coherencia.Una y otra vez comenzaron a reproducirse las imágenes de su madre biológica herida gritándole que se fuera, luego todo lo que Fernando y Clara le habían dicho y finalmente, una imagen la iluminó. La de Vanesa siempre llevándole la cena o la merienda a Dolores._ ¡Así fue como lo hiciste, M*ldita basura! pero te juro que te haré pagar. ¡Yo no te haré limpiar retretes, meteré tu cabeza allí hasta que tomes toda mugre que hay en ellos!_ dijo apretando los dientes.Una gran sed de venganza se había despertado en ella.Alonso ajeno a todo había llegado al lugar y la esperaba en la puerta del edificio en donde vivía Fernando, pero al ver que no bajaba, comenzó a llamarla. Cuando no obtuvo respuesta, se preocupó. _ Algo anda mal_ musitó_ ella responde siempre, salvo excepcionales casos, como cuando no me quiere ver. No tuvo otra alternativa que lla
El comienzo del día no había sido nada fácil para Clara. Después de la conversación con Anna, algo en ella se había roto, quizás fue ver la reacción de furia de la joven , el llanto y desconsuelo de Fernando o simplemente ver que esta vez no podría hacer nada para ayudar o al menos no a corto plazo.Llegó a su pequeña oficina, tiró todo sobre su escritorio y miró a su alrededor. No había sentido tanta impotencia en muchos años, ni siquiera en su trabajo. Ver tan mal a dos personas que ella apreciaba y no poder ayudarlos realmente la sacaba de eje._ Jefa_ le dijo su secretaria_ ¿Otra noche sin dormir? Toma, te traje el café y un analgésico para tu dolor de cabeza. Clara miró a su secretaria de reojo._¿Cómo sabes que me duele la cabeza? _ Hace años que trabajo para ti ya interpreto hasta tus mínimos gestos, sé que cuando no duermes, llegas de mal humor y con dolor de cabeza_ le dijo sonriendo.Ella sonrió levemente._ Eres mi ángel, creo que deberé aumentar tu sueldo_ sonrió Clara m
Alonso se sentía inquieto. Clara le había comentado acerca de los planes que Anna tenía, pero a él no le había dicho una palabra de eso._ Si le pregunto, ya sé como va a reaccionar, pero sino lo hago, estaré con esta terrible incertidumbre hasta que ella decida contarme. _ respiró hondo_ ni siquiera quiere hablarme de su viaje... se quejaba de mi falta de comunicación, pero ella no está siendo muy comunicativa últimamente.Mientras se ejercitaba, mil pensamientos se le cruzaban por la mente. Esa mañana ella ni siquiera se había levantado a desayunar con él. Solo le había dado un beso y había continuado durmiendo. De todas maneras, el hombre comprendió que no era algo liviano de sobrellevar, más cuando había un precedente en la historia de Anna. El llamó a la persona que escuchaba todas sus desdichas y lo apoyaba incondicionalmente._ Julia. ¿Te desperté?_ le dijo culposo._¡No, no! Tengo rehabilitación. Dime ¿Qué te sucede? Supongo no me llamas para hablar del clima_sonrió.Alonso
En la tarde Anna apareció en la oficina, con un semblante radiante, como si no hubiese pasado nada. El ya tener todo ideado, le había ayudado a despejarse. _ Patricia ¿Alonso ya llegó?_ dijo sonriente. _ Aún no Anna, pero debe estar por venir_ miró unos papeles_ esto llegó hoy temprano.Anna leyó atentamente. Eran invitaciones para la fiesta de la empresa de Victor Balbuena.La joven sonrió pensativa, tenía una expresión burlona._ Bien, yo se las daré a Alonso, no te preocupes_ le dijo Anna jugueteando con las invitaciones.Entró a la oficina de su novio y se sentó, cruzándose de piernas. _ ¡Ay Thelma, como me voy a divertir contigo!_ dijo pensando en alto_ No tienes una mínima idea de con quien te metiste. De la ingenua y bondadosa Anna quedaba muy poco. Todo para ella se había vuelto demasiado personal. Cuando Alonso llegó, ella de un salto terminó en los brazos de él. _ ¡Anna mi amor! no te esperaba, me has dado una hermosa sorpresa. Verla allí le daba cierta tranquilidad.
El día de la fiesta había llegado. Alonso seguía sin estar de acuerdo con ir, pero Anna no había cambiado de idea así que decidió acompañarla. Ella había elegido un vestido de los tantos que Claudia le había obsequiado, cuanto más elegante mejor, por ese día olvidaría su perfil bajo.Anna sabía que Thelma trataría por todos los medios de acercarse a Alonso no una, sino mil veces abrochandosé de cada oportunidad que tuviera, más si tenia la excusa del niño, ya que conocía al hombre y sabía que si había un niño de por medio, siempre cedería. No era tan fácil librarse de Thelma.El hombre la esperaba vestido con un elegante esmoquin, apoyado en su auto. Cuando ella bajó él la miró perdidamente enamorado. _ ¡Me siento muy afortunado de tener una novia tan hermosa!_ le dijo dándole un leve beso en los labios_ prométeme que hoy no harás líos. Ella sonrió._ Cariño, me comportaré. Lo prometo_ dijo ella sonriendo_ voy solo a divertirme. Alonso movió la cabeza. Estaba seguro de que esa noc
Anna se adelantó y detrás de ella apareció Victor. Ni Thelma ni Alonso se esperaban semejante sorpresa, ambos quedaron atónitos cuando lo vieron._ Victor...yo..._ dijo Alonso tratando de explicarle la situación.El hombre negó con la cabeza. _ No eres tú quien debe darme una explicación_ le dijo Victor serenamente_ sino mi querida esposa, quien últimamente parece estar decidida a darme muchas sorpresas. Thelma seguía sin poder salir del asombro, estaba pálida tanto que parecía haber visto un fantasma.Anna parecía estar disfrutando toda la situación.《 Quizás con esto deje de jugar con la vida de las personas, lo aprenderá de la peor manera》.Alonso miraba a su novia, no podía creer verla así, tan transformada. ¿Cómo podía estar gozando con una situación tan delicada? ¿Acaso se había vuelto loca? . Definitivamente él desaprobaba el accionar de Anna, ella no era así. Pero a la muchacha parecía no importarle su opinión, no estaba dispuesta a seguir soportando más mentiras ni manipula