Eugenio observaba atentamente a Alonso. Habían pasado cinco minutos y él permanecía en silencio mirando a la nada, prácticamente tirado en un sillón. Era evidente que no quería estar allí, pero por alguna razón había ido igual.El psicólogo carraspeó._ Bien Alonso, veo que hoy deberé interpretar tu silencio_ dijo de manera amable.El abogado lo miró un instante y resopló._ ¡No tengo nada para decir, días atrás vine aquí buscando ayuda para hablar con Anna y no sirvió para nada!_ dijo enojado. Eugenio lo miró y escribió._ Cuéntame si quieres que pasó. Lo miró. Eugenio podía notar la furia contenida en los ojos de Alonso, era como si quisiera culparlo a él de su mala suerte._ Ella me dejó, desapareció. Dijo que nos tomemos un tiempo para que yo piense lo que quiero. ¿ Acaso no fui claro, las veces que le he dicho que la amaba?¡ Le rogué que se quedara, que iba a cambiar que alejaría a Thelma de nuestras vidas y no quiso escucharme! Eugenio siguió anotando._ Me gustaría saber Alo
La residencia de los Vermont era muy hermosa. Al entrar, Anna miró a su alrededor y sonrió al pensar que nadie hubiese creído hacia unos doce años atrás que, tanto Claudia como ella, estarían rodeadas de lujo y en la alta sociedad. Se censuró por tener un pensamiento tan superfluo, pero esa era la realidad._ Anna. Fernando...¡Es un placer recibirlos en mi casa! _ dijo la mujer_ Por favor pasen, Frank los está esperando. Los jóvenes entraron a un gran comedor, Frank al verlos entrar sé levantó de la silla y los saludó amablemente. El hombre estaba encantado de recibir visitas y más aún cuando esas visitas eran parte de la vida de su esposa. _ Es un placer conocerlos. Anna _ dijo mirándola a la joven_ Lara no ha dejado de hablarme de tí. Así que, estaba ansioso por conocerte. Anna se dió vuelta y miró a la mujer de manera extraña. Ella la conocía con otro nombre._ Lara es mi segundo nombre, utilizaba el primero para el club, pero cuando me casé con Frank, quise dejar todo aquello
Era domingo en la tarde. Alonso, trataba de hacer pié después de su caída. Con la ausencia de Anna, todo se hacía mucho más difícil para él.Mientras miraba las fotos que tenían juntos, pensó anhelaba escucharla reír, mientras hacía esas bromas tontas que ella solía hacer.Cada minuto que pasaba estaba más convencido de que Anna, era el gran amor de su vida. Ni siquiera se le cruzaba por la mente Thelma. A él sólo le preocupaba que Diego, en realidad fuera su hijo. No concibia que Thelma le ocultara algo así, pero quizás ni ella misma sabía quien era el padre, puesto que ambas relaciones, fueron casi paralelas.De pronto sonó su teléfono. Al ver un número desconocido su corazón se llenó de esperanza, pensando que quizás fuese Anna. _ Hola_ atendió rápidamente él._ Hola Alonso, soy yo Thelma_ dijo con voz tranquila y dulce.El arrugó su frente. ¿Es qué acaso esa mujer no lo dejaría en paz? Resopló. En ese momento la estaba detestando por romper los pensamientos que estaba teniendo c
Es sabido que cuando una situación comienza a encaminarse o ubicarse en la vida, probablemente otra se comience a desestabilizar.No siempre sucede, pero existe una gran posibilidad.En el caso de Alonso, las malas decisiones que había tomado en el pasado le estaban trayendo consecuencias y le seguirían trayendo.Su firme rechazo a Thelma provocó todo lo contrario a lo que él pensaba. Ella era por excelencia, la reina de las mentiras y manipulación. Pero había algo en lo que no había faltado a la verdad: Que lo seguía amando.Al menos lo que ella le llamaba amor, porque un amor genuino no debería proceder como ella lo había hecho.Desde su punto de vista, lo que ellos dos habían vivido, no era fácil de olvidar, era por eso que estaba confiada en que él accedería a ayudarla, más allá de lo que había pasado. Y no se equivocó. Pero el sentimiento que llevaba a Alonso a ayudarla, distaba mucho de lo que ella creía. El había aceptado hacerlo porque pensaba que así se sacaría de encima e
Anna a pesar de la tristeza que le provocaba su separación, trataba de disfrutar todo lo que la vida le estaba brindando, se había acostumbrado a que en su vida, nada era eterno y por lo tanto estaba dispuesta a vivir lo que le tocara en ese momento, como lo había hecho con Alonso.Y no era que no lo extrañara, lo hacía y de una manera loca, cada trecho que recorria por esa ciudad se lo imaginaba caminando junto a él de la mano. Pero debía asumir la consecuencia de la decisión que había tomado, ella decidió alejarse y el resultado era estar sin él y de ciertamente sufrir esa ausencia.Fernando la miraba sin decir una palabra, él había tratado de ayudarla todo lo que podía, pero su tiempo allí se estaba agotando. Y no era que no quisiera estar con Anna, al contrario amaba estar con ella, disfrutaba mucho de su compañía y habían descubierto que tenían muchas cosas en común. Eso agravaba aún más el amor que él le tenía, porque básicamente lo torturaba. Estar al lado de la mujer que ama
El día que Fernando pisaba nuevamente su ciudad natal, Alonso recibía una gran sorpresa.En la mañana había estado muy ocupado ya que contibuaba con el juicio contra la farmacéutica que el representaba.Después de salir, almorzó con un cliente. Trataba de mantenerse enfocado en su trabajo y también ocuparse del caos que era su vida, desde que estaba solo.Por momentos maldecía haber conocido a Anna, enamorarse de ella al instante y hacer todas las tonterías que había hecho, cambiando paulatinamente todas las reglas que él tenía para mantenerse a salvo de ser herido. Pero en la gran mayoría de las veces en que meditaba todo, pensaba que no cambiaría absolutamente nada porque amar a esa mujer había sido lo mejor que le había pasado en toda su vida. Todo era un largo proceso, de avances y retrocesos nada se iba a solucionar mágicamente.Cada vez que se abría la puerta del ascensor, él estaba atento esperando a que fuese Anna la que saliera de el. Cuando Alonso terminó de almorzar fue
Quizás Alonso pensaba que a él le tocaba la parte más difícil con la separación, pero se equivocaba.Después de la partida de Fernando, Anna cayó en una terrible angustia. Mientras estuvo con él había recibido contención y palabras de aliento, pero ahora se sentía terriblemente sola. _ Pensé que sería más fácil_ dijo mientras se limpiaba la nariz que estaba roja de tanto llanto_ pero realmente se me está haciendo cada vez más difícil no estar con Alonso. Quería correr a llamarlo a pedirle que viniera por ella, que lo necesitaba, que todo su ser lo reclamaba. Pero se contenía una y otra vez y eso la estaba desgastando mental y físicamente.Desde que se encontraba sola, apenas comía y eso en Anna, ya era un síntoma de que todo iba muy mal con ella. _ Mira Alonso_ dijo mirando una foto que tenían juntos _ ¡te amo tanto que he dejado de comer por tí! ¿Quieres más pruebas de amor que esa? Nunca en mi vida he perdido el apetito por nadie, realmente esto me está matando.Anna y su humor m
Las dos semanas habían pasado y la audiencia del juicio contra la empresa de Victor Balbuena había llegado. Alonso y el otros dos abogados entraron junto al hombre y por supuesto, Thelma estaba allí. Ella había elegido cuidadosamente su atuendo, después de aquél día en el que habían hablado con Alonso no se habían visto más. La astuta mujer sabía, que necesitaba paciencia para generar una oportunidad y así lograr que el abogado le hiciera caso. Cuando salieron del tribunal, estaban los periodistas esperando la declaración de ambas partes. Era algo muy mediático ya que en la denuncia estaban involucrados políticos y dirigentes importantes del país. Alonso como siempre, salió muy seguro de sí, con esa postura de ganador que lo caracterizaba. Thelma se las había ingeniado para salir junto a él. Así que en la mayoría de los diarios en sus primeras planas salían las fotografías de ellos dos juntos. Thelma era muy astuta,demasiado. Quizás no iba a lograr nada con Alonso, pero confiaba