Acepté la copa servida por Aren con agradecimiento, y observé cómo Aren se sumergía en su violenta tarea con el cuerpo del conejo muerto. Él agarró el cuchillo más grande de los que había sacado de la alacena de la cocina, este era un cuchillo que muchos identificarían como el cuchillo de los asesinos seriales, puesto que su tamaño era exagerado, pero perfecto para cortar de un solo intento una cabeza de un cuerpo humano. Mientras escucho que Aren se dedica a afilar el filo de sus cuchillos con su respectiva máquina, agarré mi copa de tequila y le di un sorbo, dejando que mi garganta disfrutara de ese delicioso sabor amargo que era el del tequila. Pronto, soy testigo de ver cómo Aren comienza a quitarle la piel al conejo de forma delicada para que no se pudiera ver tan desagradable ante nuestros ojos.— Gracias por esta copa, Aren. Este tequila es realmente extraordinario, es uno de los mejores que he bebido en toda mi vida — comenté mientras observo los movimientos eficaces que Aren
La noche era silenciosa para nosotros, y más aún lo era gracias a que en el búnker de Aren, no nos llegaba nada de bullicio ni siquiera desde el pasillo de la casa. Estar aquí se sentía como si bien fuera el lugar más alejado del mundo. El perfecto escondite para un fugitivo de la justicia. Entonces, Aren sirvió el vino en las copas vacías, me entregó la mía, y ambos brindamos por qué estábamos pasando la noche allí, juntos, y con buenas vibras, y que por fin, llevábamos más de un par de horas en que no teníamos una fuerte discusión de la que nos quisiera hacer terminar en una guerra de sangre. — Por lo menos estando aquí adentro podemos olvidarnos, aunque sea por un rato, de los problemas que están sucediendo afuera que nos involucran a nosotros — comentó Aren, dándole un pequeño sorbo al vino servido en su copa. Asentí, sintiéndome por primera vez de acuerdo con algo que este decía. — Sí. La verdad sí, aunque me hubiera gustado haberme quedado escondida en mi habitación dentro d
— Sí, lo entiendo perfectamente, y no te preocupes, por qué a mí también me gusta mucho jugar ese tipo de juegos — dijo Aren con una sonrisa perversa dibujada en su mirada.Con una sonrisa, comienzo a caminar para acercarme hasta la cama. Una vez llego a la cama, me siento en el borde de esta con las piernas cruzadas y las manos apoyándolas en el borde de la misma para no ir a caerme por ningún motivo, y entonces, miro a Aren con sensualidad, y le hago señas para que se acerque rápidamente a mí. Aren corresponde a mis indicaciones, y se apresura en acercarse a mí. Luego de haberse acercado, él se queda mirándome con lujuria y deseo, como si ya no pudiera resistirse más ante mis encantos. Entonces, él procede a ir poniéndose encima de mí de a poco en poco, haciéndolo con delicadeza para no ir a lastimarme con su peso, aunque en este caso, eso no era un problema por qué mi fuerza era mucho más mayor que la de él y yo sería capaz de mandarlo volando hasta la pared de atrás sin ningún r
A la mañana siguiente, tomé una ducha a eso de las 5:50 de la madrugada, como no dormía por ser un vampiro, después de que Aren se fue de mi habitación, decidí coger uno de sus libros, uno del que yo no haya leído nunca y que llamara mi atención. Decidí entonces agarrar el libro de Frankenstein de la autora Mary Shelley, y cuando lo agarré, me fui de inmediato a acomodarme en el sillón de la sala de cine, donde estaría mucho más cómoda leyendo que estando acostada en la cama. Luego de haber leído unos cinco capítulos de este libro que estaba haciéndose muy interesante para mí a decir verdad, me fui a la ducha, me desnudé, y tomé un baño relajante de agua fría, no me importaba sentir algo de frío en ese momento por qué yo siempre estaba congelada, así que la temperatura de mi cuerpo se adecuaría muy perfectamente a la del agua sin tener problema alguno por eso. Después del baño, me tuve que volver a poner la misma ropa que tenía puesta la noche anterior, y me organicé el cabello que
Entonces, Aren sonríe con picardía mientras que sus ojos se posan sobre los míos antes de que yo pudiera responder cualquier cosa. Puedo ver que sus ojos seguían apagados, como si estuviera él todavía medio dormido, como para querer asimilar lo que estaba sucediendo. Y no tengo quejas, la verdad era que he descubierto que me gusta mucho estar así con él, estar así entre ambos era bastante cómodo, y sobre todo, placentero. Los ojos de Aren en ese momento me miraban con una chispa traviesa de lujuria y placer.— ¿Hacerme el dormido? ¿Y privarme de un despertar tan excitante como este? No, Helen. Por supuesto que no estaba actuando. Solamente estaba disfrutando de momento — contestó Aren, con una sonrisa de cómplice dibujada en su mirada. Yo no pude evitar no corresponder ante su sonrisa. Después de un primer intento, sus labios finalmente se encuentran con los míos en un beso suave, pero que, poco a poco, comienza a tornarse apasionado. Mi corazón del que por lo general casi nunca resp
Por lo pronto, Aren acaricia mi cabello con ternura mientras que continúa hablando, y yo no puedo evitar sentir la mejor sensación del mundo al respecto. — Helen, sé que acordamos en que no íbamos a comprometernos, pero tengo que ser muy sincero contigo, y no puedo evitar pensar en lo que me dijiste. Tienes razón, la vida nos sorprende, y las personas que creemos que solo estarán en nuestras vidas por un momento, terminan convirtiéndose en algo mucho más fuerte que solo presencia. No digo que debamos cambiar nuestra dinámica acordada, pero tengo que decirte que no puedo negar que en este momento, estoy sintiendo cosas por ti de las que nunca imaginé que alguna vez en la vida llegaría a sentir. Sus palabras casi provocan que mi corazón haya sufrido un ataque debido a la sorpresa que estas generaron en mí. Me puse a reflexionar en silencio, preguntándome a mí misma: ¿Realmente podría llegar a existir algo más entre nosotros? ¿Realmente era conveniente para nosotros llevar nuestra rela
Aren asiente, sus ojos me miran con comprensión, reflejando que sentía empatía hacia mi situación. Él siendo el rey alfa de su manada parece entender mi situación cómo es.— Exacto, conozco muy bien lo que es no tener tiempo ni privacidad para ti mismo. Lo vivo a diario con esta manada, a veces he llegado a sentir la necesidad de renuncia ante todo y convertirme en un omega para que nadie más pueda molestarme y saber de mí. Pero luego recuerdo lo difícil que es ser un solitario omega y me arrepiento de mis pensamientos. En fin, deberíamos entonces planificar muy bien la escapada de esta noche. No quiero que llegues a correr ningún riesgo, no quiero llegar a saber qué puede pasar donde nos vean. Tenemos que asegurarnos muy bien de que nadie note nuestra presencia y así puedas ingresar al castillo sin ningún problema. Y después, volvemos aquí para asegurarnos de que todo marche bien, ¿De cuerdo? — propuso Aren, mostrando su lado protector y preocupado, sin ser exagerado. Asentí, miránd
Pronto, me doy por enterada de quién es el que estaba acechándonos a Aren y a mí, efectivamente, era Edward. Supe que era Edward por qué de tantas veces que compartimos la cama, parece ser que mi nariz ahora era capaz de olfatearlo y distinguirlo tan fácilmente. — ¡Edward! ¡Ya sé que eres tú! ¡Bájate de ese árbol, ahora mismo! — le dije a Edward sin necesidad alguna de tener que hablarle en voz alta, casi que a los gritos para que pudiera escucharme, pues yo sabía muy bien que él me escucharía aun permaneciendo trepado desde la copa más alta del árbol en el que se encuentra trepado. Edward se baja del árbol de un solo salto, y se acerca hacia donde estoy, puedo ver que él trae en su espalda, una mochila, haciéndome pensar: ¿Acaso él me ha traído ropa? Si es así, ¿Cómo le ha hecho él para haberme encontrado? Ahora, debo de ser sincera de qué me estaba causando muchos nervios pensar en la idea de que Edward pudiera darse cuenta de las cosas que habían ocurrido entre Aren y yo tanto en