Natalia.- Me detuve frente al ascensor al darme cuenta que no sé cuál es la oficina de Vincent.— ¡Demonios! –Obviamente no volvería a la oficina a preguntarle a Jacob, tampoco le preguntaría a la pesada de Ronie, sopesaba mis opciones cuando el ascensor timbró y la asistente de Leti salió con la vista pegada de la Tablet.— Señorita Redmond –Me saludó con una sonrisa. – ¿Se encuentra bien?— Uhm… sí, claro ¿Cómo estás? Una pregunta ¿Sabrás dónde queda la oficina de Vincent? ¿Lo conoces? –La chica asintió moviendo las pestañas sonriendo con ilusión, creo que el rubio le gusta.— En el piso de abajo al final del pasillo del lado izquierdo, si necesita que le lleve algo me avisa lo haré encantada –Me avisa mordiéndose el labio.— Gracias, lo tendré en cuenta, no te preocupes –Suspiré aliviada, definitivamente dios protege al inocente, pero ¿Qué se trae esta con el rubio? Reí mientras las puertas metálicas se cerraban frente a mí.Cuando llegué caminé hacia la oficina estaba enojada y a
Ronie.-Lanzó mi bolsa después de un día de trabajo, no sé ¿Por qué lo hago? Podría simplemente huir, está más que claro que a Jacob, no le importo en lo absoluto verlo besando a esa imbécil me rompió el corazón.Tengo una pequeña fortuna puedo irme a cualquier país de Europa y vivir con modestia, pero cómoda, no tendría que soportar los acosos de Alfred, ni sus manos sobre mi cuerpo cada vez que quiere.— No puedes rendirte, no te eduqué para que seas una perdedoraLa imagen de mi madre aparece frente a mis ojos sentada con sus piernas cruzadas y un Martini en su mano.— Tú no me educaste, me presionaste, no fuiste una madre fuiste una desgraciada— Y aquí vamos, sigues con tu lloradera debí haberte abortado cuando podía, nunca me serviste de nada, no tienes ni siquiera la astucia para conquistar a Jacob, incluso Alfred lo tienes en tu cama cada noche y ni eso te ha servido para tenerlo rendido a tus pies, si vas a prostituirte comienza a sacar provecho de ello Verónica, si no mi mue
Natalia.-Las manos me sudaban, me quedé anoche hasta las doce ensayando cada palabra de mi presentación, Jacob aún no había llegado, ayer se fue antes ni siquiera se despidió, puedo entender que comenzó el distanciamiento entre nosotros.— Hola –Escuché la voz de Vincent. –Vengo en son de paz –Alzó un vaso de café en una mano y en la otra un pañuelo blanco. –Vine a desearles suerte de este negocio depende el pago de mis servicios.— Gracias por el café, haré mi mayor esfuerzo, espero que a los coreanos les gusten mis diseños –Digo con mi voz temblorosa.— Bueno creo que contigo como presentadora no se fijaran mucho en los diseños por ser tú –Hace un además con su mano señalándome de arriba abajo. –Aceptarán encantados.— Vincent.— ¿Qué haces aquí Vincent? –Pegué un brinco al escuchar la voz de Jacob, parado en el umbral de la puerta con las manos en los bolsillos, tenía una mirada oscura que podría dar miedo.— Solo vine a desearle suerte a Natalia –Se encogió de hombros. – ¿Celoso?
Leticia.-No contaba con que el hermano de Vincent fuera tan astuto, guapo e inteligente en mi desesperación por descubrir la verdad este idiota sexy me encerró en mi propio juego.— Debes prometerme que no le dirás nada a tu hermano hasta que yo logre conseguir más información –Frunció el ceño.— ¿Es un tema delicado? –Asentí con seriedad.— Bien, tengo una cliente, ella asistió a esa misma fiesta y… terminó en la habitación de un hotel desnuda, no recuerda con quien se fue, ella despertó muy asustada y obviamente con los estragos de la bebida que ahora sabemos que estaba adulterada, solo tomó su ropa y salió de la habitación huyendo despavorida ni siquiera vio el rostro del hombre que dormía a su lado.— ¿Crees que fue?— No lo sabe, el tema aquí es que esa noche… trajo consecuencias –El rostro de Víctor palideció.— Quedó embarazada— Sí, nació una niña, la chica fue engañada por su tía que le quitó a su pequeña unos días después de nacer y la desapreció para chantajearla, mira yo
Seattle.- Natalia.-Observo el vestido de satén guindado, siento como el estómago se me contrae mi primera aparición ante la familia Morgan hace unos días habría estado feliz y tranquila, pero hoy Jacob y yo no nos hablamos después que firmó el contrato definitivamente fui tonta ilusionarme, pero ahora no puedo llorar por ponerme en esta situación, la pantalla de mi celular se iluminó sobre la mesa de noche.Esperaba que fuera él, estoy sola en su apartamento, Caroline y yo nos adelantamos Jacob alegando una situación en su empresa informó que llegaría después, pero me ordenó que viniera hasta aquí, preferí no discutir ya se notaba bastante tenso por venir hasta acá ¿Qué se traerá este con su primo?Abro el mensaje y veo que es Vincent ¿Cómo habrá encontrado mi numero?“Suerte en Seattle con el ogro gruñón hermosa” –Ruedo mis ojos, lo menos que quiero son más problemas con Jacob por celos.“Gracias y deja de llamarme así fui muy clara contigo Vincent, NO quiero problemas con Jacob, n
Seattle.- Natalia.-La tensión en el ambiente se podía cortar con un cuchillo Jacob estaba que mataba a alguien ya llevaba tres tragos deseaba que todo este circo terminara cuanto antes.Mis suplicas fueron escuchadas cuando varios meseros se acercaron a los invitados ofreciendo copas de champagne, el primo de Jacob captó la atención de todos poniéndose en el centro del elegante salón.— Quise que todos fueran parte de esto, saben que no soy muy familiar, pero considere apropiado que todos supieran que me he enamorado –Todos se quedaron en silencio, mis sospechas eran ciertas.— ¡Maldito bastardo! –Escuché susurrar a Jacob, mientras el joven proseguía con su declaración.— Anna Charlotte Davis ¿Me concederías el honor de ser mi esposa?La reacción de todos fue una total sorpresa, de reojo vi la reacción de Jacob apretaba el vaso con tanta fuerza que en cualquier momento terminaría hecho añicos y yo con una interrogante en mi mente ¿Seguiremos adelante?(…)— Ven y no digas una sola p
Jacob.-Cerré los ojos inhalando, el efecto del alcohol después de leer ese mensaje desapareció ¡Me excedí, mierda! Hace un rato cuando hice un intento de coqueteo con la prometida de Derek fue solo por molestar no solo al idiota también a Natalia con toda la intención de herirla para que sintiera lo mismo que yo, salí del baño rápidamente.— ¿Puedes explicarme que fue lo que pasó hace rato? –Mi madre se cruzó en mi camino. –Vi como la prometida de Derek te abofeteo ¿Qué hiciste?— Nada madre –Busqué con mi mirada a Natalia por todo el salón. – ¿Dónde está Natalia?— No lo sé, pensé que estaba contigo, como no dejabas que se te despegara— Debo buscarla y largarnos de aquí, después de todo es obvio de Derek seguirá presidiendo las empresas Morgan como la abuela siempre deseo –Me alejé de mi madre buscando a Natalia.Afuera la lluvia no cesaba, no creo que se haya ido así ¿Dónde diablos se metió esta mujer?— ¿Señor? –Miro al anfitrión que estaba en la entrada principal.— ¿Has visto a
Jacob.-No pude pegar un solo ojo anoche, le visé a mi madre que había encontrado a Natalia y le pedí que preparara un almuerzo con la abuela y mis tíos para que la conocieran, ella tenía razón mi inseguridad se la contagié a ella ahora solo quiero enmendar mi error. Le serví una taza de café y tomé uno de los analgésicos, entré a su habitación seguía dormida.Me senté a su lado dejando la taza sobre la mesa de noche, acerqué mi rostro al suyo acaricié su frente la tenía un poco inflamada besé la herida y detallé su rostro tenía unas pocas pecas sobre su nariz perfilada acaricié su rostro son la punta de mi nariz, me sorprendió que no despertara así que decidí ser más atrevido suavemente besé sus labios.Sus labios tersos recibieron los míos, mi lengua queriéndose abrir paso dentro de su boca.— ¿Qué haces? –Giró su rostro que estaba rojo.— ¿En serio tengo que decirte que hacía? –Le pregunté con una sonrisa divertida.— Jacob no juegues conmigo ¡Auch! –Se agarró la cabeza.— Ten el a