—¡Están juntos de nuevo!—ahora había un remolino en mi cabeza.
La niña, los desmayos, Xenia y Garred. Me volveré loco al final del día.
—¿Te encuentras bien?—su voz me hizo volver a la realidad.
—Sí, ¿y usted?—ella sonrió levemente.
—Desearía que no suceda pero estuve haciendo una investigación y creo que sucede cuando me enojo—mantuvo su mirada pero solo por unos segundos.
—¿Enojarte? Pero si eres muy pacífica—inconscientemente reí.
—Lo sé pero...Morgan...
—¿Morgan? ¿Qué sucede con él?.
Morgan era uno de mis puntos más débiles al igual que todos mis hermanos, y que él tuviese contacto con la niña me enfadaba y me...ponía un poco celoso.
—¿Te encuentras bien?—me preguntó Adam poniendo una mano en mi hombro—Te ves pálido y hace rato te escucho tosiendo.Estaba en mi habitación, sentado en la cama y con la cabeza hacia atrás. La niña aún no ha mejorado, hasta creo que sigue peor, mi salud tampoco a mejorado mucho porque sigo tosiendo y me duele mucho la cabeza.—Voy a llamar a una sirvienta—se iba a levantar pero lo detuve con mi mano—Damon estás mal, ni siquiera tienes fuerza para detenerme.—Es la niña...ella está muy mal, ¿el médico no ha dicho nada?—Adam se volvió a sentar—Garred no responde.—Jessica...está inconsciente, seg&u
—Cuando entiendas que te odiamos te dejaremos de hacer bulliyng—mis lágrimas resbalaban sin cesar y a ellas no les importaba.—Habla por ti, nunca me cansaré de esto—dijo Tara.—Y-Ya basta por favor.—Esto es todo tu culpa, porque el Alpha te eligió y no a mí—dijo Camille y me golpeó otra vez.—¡¡Yo no lo pedí!!—¡¡Silencio!!—me golpeó otra vez.Así fue durante los 30 minutos anteriores, estábamos en el pasilllo abandonado y el grupo de ambas estaban viendo como me golpeaban. Ninguno de nosotros fuimos a nuestras primeras clases ¿por qué dejaban que me hicieran esto?—¡¡Yo no les he hecho nada!!—grité desesperada.
D A M O N—¿Y ahora qué haremos?—preguntó por tercera.—Hace tres cuadras te dije que te vayas para tu casa, Camille—contesté amargamente.—¿Ya no tienes ningún evento?—preguntó.—No.—¿Una reunión?—No.—¿Un viaje?—¡No! Ahora vete, segunda vez—le di una señal a mis guardaespaldas y se llevaron a C
J A N EHabían muchas personas moviéndose de aquí para allá, llevaban cajas, papeles y comida para todos lados. La casa estaba reluciente y hasta parece que nadie toca nada.Entonces en ese momento...venía bajando, aunque con un aspecto totalmente diferente al que la imaginé: llevaba un short gris, una blusa holgada color lila, guantes de látex y un pañuelo en la cabeza con tenis blancas. ¡Vaya! La imaginaba más elegante...¡me gusta! Significa que no es una buena para nada, no le importa ensuciarse las manos.Caminó hacia nosotras y nos saludó con mucha emoción, una empleada se acercó a ella y le dio un papel.
Al Día Siguiente—Y en conclusión ella no vivirá aquí pero vendrá todos los días a sanar un poco a Damon—le explicó Róger a los demás.—Nosotros no lo decíamos en serio, Róger. ¿Qué haremos sin ella? Somos adolescentes—dijo Lily.—A ti sólo te importa el Rey ¿de qué hablas?—la regañó Adam.—Ya verás que estaremos bien sin ella, solo ordenamos lo que queremos y ya—opinó Morgan.—¿Y tú por qué tan hablador? Nunca opinas en nada y con este tema hablas más que todos—le preguntó Leah.—¡Agrádeceme! Yo los defiendo—contestó él.En ese momento con ayuda de Andrew, Damon venía bajando las e
—¿Cómo estás tan seguro de que el Rey no vendrá a arrancarnos la cabeza?—preguntó Adam por quinta vez.—Ya te dije, está ocupado buscando a Fiorella—contesté.—¿Por qué no cierras la boca, Adam? Tienes loco a todo el mundo—dijo Morgan.—Adam ven, sé que es aburrido solo caminar por el bosque y si tantas ganas de hablar tienes, puedes hacerlo conmigo—dijo Jane haciéndole una señal a Adam para que se acercara.Así lo hizo él y por la mirada que le tiró Morgan puedo decir que no está nada feliz con esa idea; algo me dice que es él quien quiere estar al lado de Jane. Lo golpeé ligeramente con el codo para que centrara su atención en mí.—¿Todo bien?—pregunté.—Excelente—dijo
—¿Una emboscada...?Esto no es nada comparado con los ataques a la manada, es un mago y nosotros no tenemos ese tipo de magia. —Vayan allá—nos levantó otra vez.Las flores del jardín comenzaron a crecer y nos envolvieron como hizo el monstruo del pantano: es molesto.—No. Dame a Jane—la flor que me tenía a mí me guío hasta el mago.—¡Jane!—gruñó Morgan.—Eres muy hermosa, Jane, tal vez te deje para mí—puse una cara de espanto, para nada quería irme con él.La flor me soltó con delicadeza y quedé frente a él, a su espan
3 A Ñ O S A T R Á S—Eres mi mate, Jane, estoy muy feliz de haberte encontrado. Eres muy hermosa—Morgan la vió fijamente a los ojos.—¿¡En serio!? ¿¡Yo, la mate de Morgan Menzon!? ¡Es todo un honor!—dijo ella emocionada.—Sí. Estoy ansioso de decirle a mi familia—dijo Morgan.Ambos caminaron juntos hacia la mansión, tomados de la mano y todos a su paso se le quedaron viendo: extrañados porque según los chismes, Morgan era pareja oficial de Mónica y verlo tomado de la mano de otra chica se veía mal.&n