D A M O N
—¿Y ahora qué haremos?—preguntó por tercera.
—Hace tres cuadras te dije que te vayas para tu casa, Camille—contesté amargamente.
—¿Ya no tienes ningún evento?—preguntó.
—No.
—¿Una reunión?
—No.
—¿Un viaje?
—¡No! Ahora vete, segunda vez—le di una señal a mis guardaespaldas y se llevaron a C
J A N EHabían muchas personas moviéndose de aquí para allá, llevaban cajas, papeles y comida para todos lados. La casa estaba reluciente y hasta parece que nadie toca nada.Entonces en ese momento...venía bajando, aunque con un aspecto totalmente diferente al que la imaginé: llevaba un short gris, una blusa holgada color lila, guantes de látex y un pañuelo en la cabeza con tenis blancas. ¡Vaya! La imaginaba más elegante...¡me gusta! Significa que no es una buena para nada, no le importa ensuciarse las manos.Caminó hacia nosotras y nos saludó con mucha emoción, una empleada se acercó a ella y le dio un papel.
Al Día Siguiente—Y en conclusión ella no vivirá aquí pero vendrá todos los días a sanar un poco a Damon—le explicó Róger a los demás.—Nosotros no lo decíamos en serio, Róger. ¿Qué haremos sin ella? Somos adolescentes—dijo Lily.—A ti sólo te importa el Rey ¿de qué hablas?—la regañó Adam.—Ya verás que estaremos bien sin ella, solo ordenamos lo que queremos y ya—opinó Morgan.—¿Y tú por qué tan hablador? Nunca opinas en nada y con este tema hablas más que todos—le preguntó Leah.—¡Agrádeceme! Yo los defiendo—contestó él.En ese momento con ayuda de Andrew, Damon venía bajando las e
—¿Cómo estás tan seguro de que el Rey no vendrá a arrancarnos la cabeza?—preguntó Adam por quinta vez.—Ya te dije, está ocupado buscando a Fiorella—contesté.—¿Por qué no cierras la boca, Adam? Tienes loco a todo el mundo—dijo Morgan.—Adam ven, sé que es aburrido solo caminar por el bosque y si tantas ganas de hablar tienes, puedes hacerlo conmigo—dijo Jane haciéndole una señal a Adam para que se acercara.Así lo hizo él y por la mirada que le tiró Morgan puedo decir que no está nada feliz con esa idea; algo me dice que es él quien quiere estar al lado de Jane. Lo golpeé ligeramente con el codo para que centrara su atención en mí.—¿Todo bien?—pregunté.—Excelente—dijo
—¿Una emboscada...?Esto no es nada comparado con los ataques a la manada, es un mago y nosotros no tenemos ese tipo de magia. —Vayan allá—nos levantó otra vez.Las flores del jardín comenzaron a crecer y nos envolvieron como hizo el monstruo del pantano: es molesto.—No. Dame a Jane—la flor que me tenía a mí me guío hasta el mago.—¡Jane!—gruñó Morgan.—Eres muy hermosa, Jane, tal vez te deje para mí—puse una cara de espanto, para nada quería irme con él.La flor me soltó con delicadeza y quedé frente a él, a su espan
3 A Ñ O S A T R Á S—Eres mi mate, Jane, estoy muy feliz de haberte encontrado. Eres muy hermosa—Morgan la vió fijamente a los ojos.—¿¡En serio!? ¿¡Yo, la mate de Morgan Menzon!? ¡Es todo un honor!—dijo ella emocionada.—Sí. Estoy ansioso de decirle a mi familia—dijo Morgan.Ambos caminaron juntos hacia la mansión, tomados de la mano y todos a su paso se le quedaron viendo: extrañados porque según los chismes, Morgan era pareja oficial de Mónica y verlo tomado de la mano de otra chica se veía mal.&n
—Te lo digo, tiene una cicatriz en forma recta y si acomodamos el trozo de tela con la blusa se forma una cortada recta ¡¡Es ella!!—le explicaba Jane a Damon.Al llegar a la mansión se lo contamos y en carrera fue a contárselo a Damon. Aunque su mirada no es nada agradable, se levantó de su escritorio y muy cerca del rostro de Jane dijo:—Por más que lo quieras, no me voy a enamorar de la chica nueva y menos de una bruja—sonrió de medio lado y se devolvió a su sitio.—Ya veremos—dijo Jane entre cerrando los ojos.—Vete, Jane, estoy muy ocupado—dijo serio.Nosotras la seguimos, comenzó a dar vueltas por toda la sala murmurando y diciendo argumentos extraños del por qué ella es Jessica.
M O R G A N—¿No te parece que Damon está un poco extraño?—me preguntó Kou.Lo pensé un momento antes de contestar, porque bueno no me importaba y tampoco le había prestado mucha atención a Damon.—Yo lo veo igual—contesté levantando los hombros.—¿En serio? Ni siquiera lo has visto–dijo.Levanté la vista de mi celular y suspiré. Recordé las últimas veces que había visto a Damon, se veía tenso e irritado pero él nunca está muy feliz todos los días así que no está tan alejado de lo normal.
Último capítulo