Valentine nos mira a todos, como si tuviera que darse algo de ánimo para decir cuál es su participación dentro de la delegación que debe ir hasta la ciudad, donde todos buscarán de alguna manera, la solución al dilema que supone una manada irremediablemente rota, producto del rencor guardado hacia sus gobernantes.

―Como sabrás, soy el abogado de la manada y requerimos hacer legal todo el dinero que supone la fortuna que recobramos de Bernard―indica y todos estamos atentos―luego de lo cual, necesitaremos comprar un nuevo terreno, en donde fundaremos la nueva manada, desde luego―añade y creo que tengo sentimientos encontrados por esa noticia, porque, por un lado, me tomó mucho tiempo pensar en este como mi hogar, aunque debo confesar, que me ayudó mucho que fuera el hogar de Aike y, pues, donde esté él, también lo estaré yo.

Sin embargo, eso sería un nuevo comienzo y la oportunidad de que yo misma pueda sentirme aliviada, por lo que ha supuesto un tiempo difícil, con gente que no me qui