La frustración de Zayn se refleja en su semblante al ver la cara de su hermana tan gris y sin vida y trata de calmarse sin lograrlo, sentándose en el sillón reclinable del que se acaba de parar la tal Andrea, caminando de un lado para el otro como un orate y tomando la mano de su hermana para comprobar que todavía tiene una chispa de vida, y haciendo todo de vuelta, como si no encontrara tranquilidad en ninguna de esas cosas.
Luce como una fiera enjaulada.
Lo cierto es que lo entiendo perfectamente bien y si estuviera en sus zapatos, me sentiría tan miserable como se ve y está visto que ser el alfa de una manada tan poderosa como la Zafiro no lo blinda de recibir cada sinsabor, como cualquier otro lobo.
Es cuando Van y Mara se presentan en la habitación de Zeira, tal como él lo solicitó, haciendo malabares con una pila de libros entre sus brazos, así que supongo que está trabajando exactamente lo que venía a hacer, consultar la biblioteca zafiro. Mara que lo
Zeira luce tan apacible en la cama, que me da envidia, durmiendo el sueño de los justos.Es verdad que no debería ser tan sincera, pero el estar en paz en medio de toda esta guerras debe ser algo bueno. Se ve tan bien, que hasta me parece que le ha vuelto un poco el rubor, lo cual sería una muy buena señal.Entonces tengo un deseo incontrolable de que en verdad tenga rubor y esté descansando lejos de estar al borde de la muerte.Decido que es mejor distraerme, esperando que el tiempo ayude a curarla y que sea verdad que le está volviendo el color a las mejillas.Con ese pensamiento, la silla reclinable que está contigua a la cama de Zeira se ve demasiado tentadora para que pueda recostarme, luego me cubro con un edredón que se encuentra en uno de los reposabrazos, para abrigarme y tomo el fulano libro de cuentos que me acaba de pasar Van y empiezo a leer el índice cuáles son los t&iacut
SueñoMe encuentro desconcertada.Estoy en mitad de un pueblo con calle de tierra y gente ataviada con vestidos de otra época, como de varios siglos atrás, las mujeres tienen trajes que les llegan hasta los tobillos y mangas que llegan hasta las muñecas, muy bien adornados con cintas y encajes. Los hombres, por su parte, lucen pantalones y camisas muy bien planchadas y totalmente impecables, con sus zapatos muy bien lustrados, a pesar del polvo de las avenidas y callejuelas.Hay niños correteando por la calle aquí y allá, mientras que las niñas están vestidas como si fueran unas muñecas de cerámica, luciendo como pequeñas damas de sociedad. También veo un sacerdote con una larga sotana y un sombrerito muy ridículo, quien está haciendo la señal de la cruz al tropezarse con una chica bastante guapa que lo ha saludado.
La cara de Zeira pasa de la extrañeza al la sorna en un abrir y cerrar de ojos, ante mi reacción y es que no es para menos, considerando todo lo que pasó entre Zayn, Goran y ella. Incluso yo tuve que intervenir, para que no hubiera más bajas. ―Pero ¿qué te ha dado, que ahora saltas y brincas de la emoción? ―me dice y me detiene en seco, ante el arranque de euforia que me acaba de dar― ¿y qué ha pasado con la fría Sia Savage que tanto me agradaba? ―Sigo aquí―le aseguro y ella se ríe―es solo que… que…―las palabras me faltan, por solo de ver que está bien, se me hace un nudo en la garganta―nunca había estado pendiente de alguien que estaba al borde de la muerte, como lo estabas tú. ―Pues, mírame―me responde y abre sus brazos para que la vea de pie a cabeza―estoy bien, como si no hubiera tenido que luchar en contra de un lobo omega de linaje antiguo y toda la cosa―indica con un bufido. ―De linaje antiguo y con mucha energía, porque vaya si le dio lata a t
―Algo parecido le había comentado a Sia hace un rato―Zeira se burla de mí y yo pongo los ojos en blanco―y Myrtle es una excelente cocinera, debo decir, así que sería un desperdicio que muriera tratando de salvar a su querida Sia de la inanición―continúa el chiste y yo no puedo evitar reírme por lo bajo. ― ¿En serio tienes miedo por ella? ―le sigo el chiste―se nota que no la conoces―me río y ella pone los ojos en blanco―si no le tiene miedo a un alfa o dos, dudo que le tenga miedo a toda una horda de omegas de Gerd. ―Eso es verdad―asegura Mara con una sonrisa―la he visto enfrentar al propio Aike, el que ha quedado sin palabras ante sus argumentos―continúa el chiste y tanto ella como Van no pueden resistirlo y se ríen a carcajadas. Incluso Zeira y Zayn se ríen, ante la mirada de los beta y delta zafiro, quienes no se ven nada contentos por la camaradería que estamos demostrando todos los que vinimos desde Luna de Hielo. Incluso miran a su alfa bastante molestos
Entonces me entra un ataque de risa, tan fuerte, que deja desconcertados a todos. Es tan grande mis ganas de reír, que tengo que agarrarme el estómago, porque sus comentarios han sido totalmente fuera de lugar, como si no supiera quién soy o cuál es mi pasado, porque, vamos, todo el mundo por aquí sabe las razones por las cuales me convertí en loba.Tomo varias bocanadas de aire, para poderme calmar y ver por dónde empiezo a explicarle a este tonto lo equivocado que está, pero solo se me ocurre decir una sola palabra.―Tahití―le digo y azoto con mis manos la mesa que tengo enfrente de mí, mientras rechino los dientes de la pura rabia que me causa que todavía, después de dar miles y miles de explicaciones, haya gente que cuestione el interés que tengo por quedarme aquí a arriesgar mi vida, por tontos que ni siquiera conozco en realidad. Entonces, él frunce el ce&ntil
La mirada de ambos alfas están entrelazadas, como si estuvieran en una contienda silenciosa que ninguno de los dos quiere terminar. Se puede ver claramente lo parecido que son, no solamente por su físico, sino también por la manera en que lucen las facciones de sus caras, como si lo hubieran practicado en un espejo. “Creo que Zayn está frente a frente con la horma de su zapato”, me dice Aella y yo quisiera reírme, de no ser porque no creo que sea muy seguro hacerlo ahora. “Yo diría, más bien que estos dos saben la determinación del otro”, le respondo y como no me entiende, añado, “pues, que tienen el mismo genio y la misma terquedad y la misma tenacidad, así que están viendo cómo doblegar al otro”. “Pues, con el perdón de Zeira, yo voy a poner mi dinero en Zayn”, indica y yo pongo los ojos en blanco, “después de todo, él es el alfa”. ―No vamos a tener esta conversación, Zeira―le responde el alfa, demasiado cabreado, aunque no estoy muy segura de que l
Todos los miembros del concejo del alfa corremos en tropel detrás de los ex guardaespaldas del difunto Adrien y yo me sigo preguntando cómo es que una persona tan centrada, lógica e inteligente como Zayn se ha dejado embaucar de estos dos, sin embargo, hay algo más importante qué ver.Es que no me puedo creer los altibajos que hemos tenido con este tal Goran y la necesidad de extraerle la ponzoña a cualquier costo. Primero, se transformaba cada vez que los doctores Mark y Oswald quería curarle la pata, para que no tuviera complicaciones y se le pudiera sustraer el veneno, luego y una vez curado, no quería transformarse y así evitar que le sacáramos el mortal líquido. Ahora resulta que le han disparado, así que no puede hacer ni lo primero ni lo segundo y nos complica la intensión de utilizar a alguno de su familia, que deben estar más que prevenidos ante la posibilidad de perder
La cabeza me da mil vueltas con cada minuto que pasa. Estamos nuevamente en la biblioteca, tratando de entender lo que pasó en las mazmorras y cómo es que el tal Goran se apareció justo como lo necesitábamos, transformado, desmayado y listo para que recolectáramos las muestras necesarias de su ponzoña.Lástima que eso no se vaya a repetir, sin embargo, la duda es quién rayos hizo todo eso, es decir, arreglado y listo para regalo, si fue uno o varios lobos, porque, si dos alfas no lo pudieron doblegar, de seguro fueron más que eso para lograr esa proeza. Personas que fueron capaces de dejarlo tan aterrado, que incluso temblaba luego que despertó, gritando improperios, como el quejica que es.―Toma―me dice Zeira y me pasa un vaso de su jugo de bayas verdes―necesitas beber algo fresco, para ver si no se te calcina el cerebro de tanto pensar―se burla de mí y yo muevo mi cabeza de lado a lado―por c