Aery preguntó de repente: “¿Dónde está Mark? ¿No está en casa?”.

La expresión de Arianne se volvió fría. “¿Por qué lo estás buscando?”.

Aerie rápidamente se dio cuenta de su error. “P-por… por nada. Es solo una pregunta al azar. Por favor, no te enojes, hermana…”.

Helen miró a Aery con tristeza. “Debes tener cuidado y cuidarte por el momento, Arianne. Si no hay nada más, regresaré al hotel con Aery ahora. Llámame si me necesitas”.

Arianne asintió y no dijo nada ya que todavía estaba de mal humor.

Cuando Helen y Aery se fueron, Mark bajó las escaleras. “¿Se han ido? Creo que... no es seguro que se queden en el hotel, ¿verdad? Si Jean logra encontrarlas y hace algo inimaginable, el resultado podría ser bastante desastroso. Jean acaba de salir de la cárcel, le resultará difícil sobrevivir. No hay nada que no haría ahora ya que está arrinconado”.

Arianne sabía a qué se refería Mark. “Pensé en pedirles que se quedaran aquí, pero las palabras simplemente no salían de mi boca. Sigo pens