Sylvain parecía muy tranquilo. Era muy consciente de la desaprobación de la Sra. Cox hacia él. Incluso ella lo había regañado por teléfono una vez. Nunca esperaba estar sentado con ella.

Él le pidió unos nachos adicionales al vendedor del camión de comida. "¿Le gustaría algo de beber, Sra. Cox?".

La Sra. Cox sentía que él estaba demasiado calmado y no podía evitar echarle unas cuantas miradas adicionales. “El agua mineral servirá. No estoy acostumbrada a nada más".

Después de completar el pedido, Sylvain sonrió. "Sra. Cox, por favor, diga lo que piensa".

"¿Cuál es tu relación con mi hija?". Preguntó la Sra. Cox con una mirada seria en su rostro.

Robin estaba al borde de las lágrimas. “Mamá, ¿cómo pudiste hacer una pregunta así? ¿Cómo me encontraste? ¿No puedo tener una vida personal? ¿Debes involucrarte con todas las personas con las que hablo? Vámonos a casa, ¿está bien?”.

La Sra. Cox ignoró a Robin y miró fijamente a Sylvain, esperando su respuesta.

Sylvain hizo una pausa pens