Su comportamiento anormal hizo que el corazón de Jackson latiera con fuerza. “Tiffie… ¿Estás bien? No tienes que actuar con dureza. Si quieres llorar, hazlo. Te sentirás mucho mejor después de eso”.

Tiffany le viró los ojos. “¿Por qué iba a llorar? ¿Solo porque Ethan está de vuelta y deliberadamente está tratando de acercarse a mí significa que voy a llorar? No tengo tres años. No me subestimes. Me siento presionada, o como mucho, un poco estresada. No te preocupes, está bien. Prueba mi comida hoy”.

Jackson no le creyó. El comportamiento anormal de ella era un ejemplo de su estado mental actual. Él tampoco pudo evitar reprimir sus emociones.

Se lavó las manos y se dirigió a la mesa del comedor. Miró la variedad considerablemente suntuosa de platos, pero no estaba de humor para comer.

“¿Por qué? ¿Estás despreciando mi comida?”. Preguntó Tiffany, sintiéndose molesta. “¿Rara vez cocino y me estás despreciando? Nunca tendrás otra oportunidad”.

Se llevó una ración de ensalada a la boca