Después de la conversación con su padre Dorian se encontraba callado y pensativo hizo la observación Liv que lo analizaba desde que habían salido de la empresa camino a la repostería que se encargaría de su pastel de bodas.—¿Estás bien?—pregunto curiosa a Dorian sin poder contenerse.Él le sonrió deteniéndola y colocándole un mechón detrás de la oreja asintió retomando el camino que recorrían tomados de la mano.Olivia no insistió más, sabía que cuándo Dorian no quería hablar era mejor no molestarlo ya él si quería le contaría lo que le pasaba.Juntos entraron al local y Liv saludo a las chica de atención al cliente que amablemente los giraron donde se realizaría la prueba del pastel.—Creo que está parte de la planificación de la boda es la que más me gusta—le dijo cerca de la oreja él haciéndola estremecer por su cercanía.Y es que si ella pensó que un mes bastaría para apaciguar ese increíble deseo que él le despertaba pues s
Olivia se encontraba preocupada moviendo su pierna nerviosa mientras esperaba impaciente que Dorian cruzará la puerta para poder darle la noticia.Ahora como le decía que su madre y su hermanita estaban a dos horas de llegar a la cuidad para quedarse con ellos casi cuatro semanas antes de la boda.Y no solo eso sino que como iba a reaccionar al enterarse que ambos debían dormir en la misma habitación esas semanas porque en ese departamento solo habían dos habitaciones, además si Dorian dormía en el sofá su mamá sabría que algo andaba mal.Conociéndola por eso había hecho esa treta para averiguar cuál es el tipo de hombre con el que ella se casaría. Olivia sabía que su madre estaría preocupada por esa repentina boda pero no pensó que tomara esa decisión tan drástica y sorprendiendola con tal noticia.Dorian entro en el departamento cargado de comida y encontró a Olivia intranquila dejo las bolsas en la encimera de la cocina y se dirigió hacía ella.—¿Porque estás nerviosa?—pregunto det
—Olivia, solo elige cualquier vestido de novia—le exigió Susan a su hija cansada de verla envuelta en cantidades ridículas de tela y encaje blanco.—Ni se te ocurra, Olivia el vestido de novia es especial no puedes usar cualquier trapo—le repicó Cláudia a la madre de Olivia.No era ningún secreto para nadie en esa habitación que esas dos mujeres no se soportaban y es que ambas tenían personalidades tan diferentes pero si en algo se parecían era en ser demasiado ostinantes y en sacar de quicio a Olivia.—Ya basta ustedes dos, dejen a la chica en paz—las neutralizó Óscar que era la única persona en ese local a la que Olivia no quería matar.Faltaban dos semanas para la boda y todo aún era un desastre. La comida, el lugar de la fiesta, el catering por no hablar que ni vestido tenía.Es que todo esos vestidos eran hermosas, bellos, preciosos entre extravagantes o extranboticos y con ningún se sentía cómoda.—No entiendo porque es tan difícil—se quejó Olivia—. Solo es un trozo de tela cara
—Dorian—la voz de Olivia diciendo su nombre le gustaba.Sobretodo cuando lo decía de esa manera tan inocente y provocadora.—Si somos silenciosos no nos van a escuchar—le susurro en su oido mientras su mano descendía por su vientre.Olivia lo detuvo de nuevo.—No—esta vez lo dijo con control—Ya te dejé claro que mientras mi mamá y Oli estén aquí, no.Frustrado y dándose cuenta de que Olivia no iba a ceder la soltó, se volvió. Miro el techo y se obligó a controlarse, sin evitar que se le escapará una sonrisa.—No creó poder contenerme hasta después de la boda, Olivia—dramatizó y vió por reflejó que Olivia solo rodó los ojos tratando de esconder la sonrisa que quería salir.—No seas exagerado, solo faltan dos días.Si faltaba dos días pero aún no podía creer que pudo controlarse casi un mes y mas teniéndola en su cama. Pero joder que clase de castigo era eso, la tenía en su habitación pero sin poder tocarla. No como él quería.No solo eso sino que Olivia tenía razón, no quería razones
Faltaba un día para su boda con Olivia y no podía negar que se encontraba nervioso. —Qué no Jason, no quiero bailarinas exóticas—le dijo con autoridad y algo de molestia a su amigo.Su amigo Jason había sido el encargado de planificar su despedida de soltero pero se estaba arrepiniendo. Estaban en un bar famoso en la zona vip solo para ellos y a su mejor amigo se le había ocurrido la mejor idea que contratarle una stripper.Una que no quería y no era porque estuviera fea porque la verdad la mujer era una belleza pero simplemente no era su prometida. Además de que la bruja de su suegra llevaba un mes frustrando sus intentos con su hija. Desde que su suegra había llegado no le había podido tocado ni un pelo a Olivia por lo menos no de manera indebida y para su pesar no la vería hasta el día de la boda algo que lo tenía bastante irritable. Solo quería evitarse problemas y a su futura esposa.—Vamos no seas abu
Olivia comenzaba a sentir náuseas.Dios, era el día de su boda y todo el mundo se movía corriendo de aquí para allá, veia a Óscar ir y regresar, Claudia levantar la voz procurando que todo esté perfecto y hasta su madre se veía nerviosa.Esa mañana no se sentía muy bien, por lo menos Dorian se había encargado la anoche anterior de hacerla tomar un vaso de agua y píldoras para la resaca.Pensar en Dorian la puso más nerviosa, esa mañana le dio un beso casto de despedida antes de que Claudia y Óscar llegarán para llevársela arrastra sin siquiera comer.De repente las náuseas la atacaron de nuevo, sintiendo que todo se movía a su alrededor.—Estas pálida, Olivia siéntate un rato—Óscar la obligó a sentarse en la primera silla y con un abanico improvisado le daba aire.Sin embargo ella se levantó con cuidado.—Aire, necesito aire—le rogó y él se encargó de sacarla del sitio sin que nadie se diera cuenta.Solo faltaba
Dorian no podía evitar estar nervioso.Nunca se imaginó que estaría de pie otra vez en una iglesia esperando a su novia. No hacía sino unos meses que había estado en esa situación y ahora revivía la historia otra vez.—No Dorian, no te vayas por ahí—le dijo Liam su primo que parecía leerle la mente.Liam estaba de nuevo como padrino de su boda y una especie de Déjà vu lo golpeó.Al menos no había escogido la misma iglesia de la última vez.Repiro e intento calmarse mientras se repetía una y otra vez en su mente que Olivia no era Madison, ella no iba a dejarlo plantado.—Olivia si va a venir—Liam le aseguro y él asintió pero los nervios y la inseguridad estaban ahí.—Maldita Madison—murmuro sin poder contenerse.Esa mujer aún lo atormenta y más ese día. Pero no podía evitarlo todo lo llevaba a ese día solo esperaba que está vez obtuviera un desenlace diferente.De repente todos comenzaron a colocarse en su lugar, vio a su tía correr a decirle algo a los invitados, las damas de honor.
Thomas de lejos solo observaba la pareja recién casada con diversión mientras se daba un trago de la bebida que tenías en sus manos.—Nunca había visto tan feliz a Dorian—escucho la voz de su hermana cerca y sin mirarla supo que se encontraba detrás de él.Claudia camino dos pasos y se sentó junto a su hermano a su lado.—Si lo hubieras visto cuando le propuse este matrimonio, casi hubiera preferido tirarse contra un tren—Thomas solo una risa—Míralo ahora felizmente casado y enamorado.Ambos miraron a la joven pareja mientras se reían como tontos y se miraban con ese brillo en los ojos que solo pasa cuando se está enamorado.—Sin embargo ninguno de los dos se ha dado cuenta todavía—comento Claudia distraída.—No quieren darse cuenta que es muy diferente, hermana.Claudia le dio una sonrisa cínica antes de llevarse la copa de vino a los labios pintados de rojo dándole un sorbo a su bebida.—Lo dices por experiencia ¿No?Thomas sonrió asintiendo dándole la razón.—Solo espero que Dorian