"Acaban de terminar de renovarla. Tiene nueve habitaciones y una piscina". Temblaba de emoción mientras nos enseñaba la casa. Por mi reacción, se dio cuenta de que estaba impresionada y de que era muy probable que la compraríamos. Era todo lo que pedíamos. La primera casa que vimos era bonita, pero
Prepararse para escuchar a la diosa resultó ser mucho trabajo. Al principio me intrigaba, pero después de tres horas de limpieza y meditación, pronto perdí la intriga. Tenía que estar "limpia" tanto de mente como de cuerpo, de ahí el baño y la meditación. Tenía que vaciar mi mente de todo lo que me
"La dedicación de tu madre la eximió de su maldición familiar", volvió a decir la voz calmada tras unos segundos de silencio. "Su linaje estaba maldito por derramar sangre inocente, pero ella escapó a su destino y huyó a mi santuario. La mantuve a salvo en mi santuario durante muchos años, preserván
Miré una cortina que bailaba suavemente en la habitación cerrada. Me levanté y me acerqué a la ventana. Corriendo las cortinas y abriendo las celosías, me asomé para observar a la gente que pasaba. Miré si había gente como yo a la que la diosa utilizaba como meros peones. "¿Y Lucien? Era mi primera
*VALENS*.“Cuando Villa Roja necesitaba un Alfa, cuando yo necesitaba un Alfa, cuando mi bebé necesitaba un Alfa, él no estaba allí. Él es el Alfa que abandonó a su manada". Esas palabras sonaban en mi cabeza mientras esperaba afuera del santuario. La oráculo estaba sentada frente a mí, con los ojo
AYSELEsperé a que volviéramos al ático antes de hablar sobre mis padres. Durante el trayecto en coche, no dejó de lanzarme miradas interrogativas, ya que me quedé completamente callada después de mi declaración. Cuando llegamos, me metí en otra habitación del ático. No tenía nada en esta habitació
Gran parte de esta historia no encajaba en mi cabeza cuando era niña. Nunca entendí los planes de mis padres, aunque los escuchaba por casualidad mientras hablaban de ellos. No es que me llevaran en misiones o me decían que iban a hacerse cargo de la manada. No fue hasta que llegó ese día. Yo estab
No tenía sentido decirle nada si pensaba así. La diosa no me mentiría, así que podía fingir que no sabía que buscaba a mi madre y que nunca se enteraría. Creía que no me importaría que me odiara, pero con solo imaginármelo mirándome con asco cambié de opinión. "Marcus y Balthazar eran buenos amigos