Punto de vista de Daphne

Caleb me jala hacia su costado mientras caminamos hacia el baile. Él es tan cálido y sentir su mano alrededor de mi cintura enciende un fuego dentro de mí. No consigo meditar en el sentimiento por mucho tiempo porque estoy demasiado distraída por todo, lo que veo al entrar. Hay personas en todas partes, algunas las reconozco, pero la mayoría no tengo ni idea de quiénes son. Las mujeres desfilan por todas partes con vestidos de todos los colores del arcoíris. Horquillas para el cabello, joyas y collares captan la multitud de luces de la habitación proyectando su propio brillo en el suelo. Los hombres también están coloridos en sus trajes, luciendo elegantes. Las personas están hablando en pequeños grupos, algunos bailan, otros comen, pero todos parecen felices. Afortunadamente, no veo a mi padre ni a mi madre, y eso me tranquiliza un poco.

Las decoraciones alrededor de la sala de reuniones son hermosas. Suaves toques otoñales celebrando la cosecha. La música es