Demian:Los estruendos en el Gran Comedor se oían desde la enfermería, chillidos, aullidos y gritos se mezclaban con los cristales que se destrozaban sobre el piso. Todos corríamos, Will e Irianna eran los que estaban adelante mientras al ser más veloces que nosotros, muchos de los alumnos nuevos corrían con miedo mientras eran perseguidos por más de esas bestias que había matado minutos antes.Agnes estaba detrás de mí como si yo la fuera a proteger de nuevo. La verdad es que había matado a la bestia solo para descargar mi furia interna y el Cuervo por alguna razón lo había permitido. Después de aquello me dejaron libre con la condición de que uno de ellos debería estar a mi lado en la pelea. El director simplemente había desaparecido y quizá aparecido en el Gran Comedor a diferencia de Mason que por su herida aun no tan regenerada corría a la par nuestra.Justo cuando doblamos la esquina de uno de los largos pasillos que llevaban a las aulas, del gran comedor salió expulsado una
Mitchell: Abrí mis ojos oyendo enormes golpes, los candelabros que pendían del techo de la enfermería se movían, las ventanas que había al fondo se movían, los frascos que habían reemplazado nuevamente se movían al igual que su contenido. Y como era de costumbre, había caído al ver aquella criatura, me sentía cansado, con los huesos aun débiles y sin esa persona que estaba sentado al borde de mi cama, habría estado solo. Estaba acariciando al gato de mi hermana, Shukaku se llamaba y estaba enojado, pero no podía rasguñar a la persona que lo acariciaba aunque quisiera.—Shukaku siempre supo quién era yo, lo bueno es que no hablaba, sino, habría sido un gran dolor para Elisa perderlo. —No te atrevas —gruñí mientras me incorporaba.Su mano blanca pasaba de su cabeza a todo su cuerpo de una manera que no agradaba al minino blanco que intentaba sacar sus garras.—Le dolerá demasiado —repitió sin levantar los ojos, su oscuro cabello y sus pobladas cejas oscurecía demasiado sus ojos r
Mitchell:Ella estaba de espaldas cuando llegué al salón con ayuda de Shesina. Su corazón latía con miedo, con una profunda tristeza, con enojo. Sus ojos solo se fijaban en los muertos y no en sus amigos que estaban vivos. Estaba doliéndole demasiado ver a todos los caídos, todas sus líneas de vida se revolvían, ocasionando que su cabeza simplemente ya no aguantara más y saliera volando para que nadie la viera llorar y con una punzada, me di cuenta de que Marcus tenía razón.Miré a los lados y todos la habían contemplado, algunos simplemente no les había dado tiempo suficiente para reclamarle o agradecerle. Le François negaba con la cabeza.—Carga un enorme peso sin siquiera saber que no todo es suyo —dijo Shesina viendo en lo alto, observando como la nieve solo era producto de un hechizo maligno que nos mantenía encerrados.—Marcus tenía razón —dije, nunca podría protegerla si me encontraba siempre lejos de ella cuando pasaban las cosas malas.—Se aprovechó de muchas cosas, aun
Guarden a sus muertos"Si la muerte ha de llegar ante mí con garras y dientes, he de recibirla con honor y gloria hasta el último respiro"-Isadore Walker, Honor de un Exorcista.Mitchell: Ella había elegido, sus cuervos la habían abandonado. Y lo último que recordaba es que ella había tomado su mano y desaparecido con él en un remolino negro que iba hacia el vacío, y noté desaparecer la fina capa de protección ante mí.El gran Salón Bélico estaba atestada de personas que lloraba a los difuntos mientras que el recuperado Shesina, acompañado de un joven Cruz llamado Frederick Owen, era el que oficiaba la misa de los Santos Difuntos que los Cuervos habían preparado. Y éstos pasaban pequeños recipientes de hierro negro cargados de incienso y ciertas especias sobre los cuerpos que descansaban en basamentos de piedra que los Cazadores habían invocado formando siete columnas con catorce filas. Cinco de esas columnas contenían trece cuerpos bien arreglados para otra celebración fúnebr
Hay lecciones que mi padre me enseñó antes de morir que tenía en mi mente como si me lo hubiera dicho la tarde anterior, muchas de ellas era el de luchar siempre por un compañero. Él decía, mientras leía un libro sentado en una cómoda butaca de terciopelo rojo, con la mano izquierda descansando en el reposabrazos y su singular anillo de oro con jadeíta en su dedo anular y parado derecho y firme frente a él aunque no me viera recitando algún pasaje de la Biblia o de algún libro y el culminaba con un: “… así que recuerda Demian, un exorcista no es un compañero, es tu hermano, tu familia, tu sangre y no puedes permitir que tu sangre se pierda o te lo arrebaten. Tienes que pelear por su libertad, tienes que luchar cómo él lucharía por ti” y es lo que justamente intentaba hacer, luchar por Elisa.Sabía que ella lo había hecho pensando en todos nosotros y aunque no todos estaban de acuerdo con la importancia que le habían dado a su llegada, Schlunk había pedido especial trato con ella, esp
En el pasillo casi siempre caminaba dando traspiés, el suelo con grietas no me permitía seguirla como ella quería, y se burlaba por ello, riéndose de una manera que empezaba a detestarla en verdad. Y detrás de nosotras venía un chico, su aura era demasiado oscura y cargaba en ella la espada del cual Demian había sido tocado. Recordarlo de alguna manera dolía y hacía que mi corazón se encogiera más que cuando el Duque extraía mi esencia, en mi cuenta mental esto ya era la veinteava vez, mis cadenas tintineaban cada vez que intentaba no caerme, mis rodillas comenzaban a traicionarme con cada paso. La humedad se colaba en mis fosas nasales combinada con un hedor digno de una cueva repleta de demonios, los pasillos no podrían ser ni estrechos ni tan grandes por los ecos que creaban los pasos de los secuaces del Duque, pero el frío era imposible no sentirla.Quería llorar, intentaba no hacerlo, mi pecho se henchía pensando en los años que mi hermano soportó este proceso y que yo no lo hay
Mitchell:Corríamos de manera que mi respiración era agitada.No había aprendido nada sobre la fuerza física ni la magnitud de mi don, pero de los Cuervos que se estaban encargando de eso, me habían dicho que la respuesta estaba en India, donde Amartya había despertado la Inocencia Lunar, y solo habían logrado identificar una habilidad de curación extrema, más fuerte que la de un Inocencia normal. Sin embargo éste no tenía tan desarrollado la Visión. Le François había dejado que yo viniera con la condición de no alentar al equipo y eso incluía no cometer errores. Un Cuervo me había abierto un portal para alcanzar a Mason y a Irianna, dejándonos a los lindes de Nueva York en Harriman State Park dónde había sido percibido por ellos y por Irianna, el frío que estaba haciendo no se quitaba con correr, es más, hasta sentía que mis pulmones iban a explotar si aspiraba aire frío por otra media hora más. Había pasado ya mucho tiempo, quizá el amanecer se encontraba cerca pero la neblina no
Will: Un rayo partió el cielo apareciendo como raíces arrancadas del suelo, una parvada de cuervos pasó volando por los grandes ventanales de la enfermería. No podía identificar a Louis entre ellos, pero si ellos se habían exaltado por el rayo era normal. Sin embargo, los cuervos solían aguardar la lluvia en el aviario o irse a refugiarse en las altas colinas del este, pero éstos habían decidido volar y chillar de manera estrepitosa, como si algo les hubiera asustado de sobremanera, y cuando supe la razón, entendí todo.—Está muerta —Taka estaba de nuevo en trance, casi justo después de pedir hablar con Le François que había venido a la enfermería. Taka no estaba herido, pero se había cansado y se había dormido mientras cuidaba a Seth y a mí. Él nos había dicho parte de una profecía que había contado Sarah.Con su apenas notable barriga de embarazada, ella había visto lo mismo que Taka, solo que con diferentes ángulos. O al menos Taka no quería decir quienes iban a morir. Pero, lo