Mariel...
Estar anonadada era una descripción vaga ante la, intensa y loca revelación que esté hombre frente a mí me estaba dando. Su mirada era firme y su rostro no mostraba otra expresión que seriedad y decisión.
«Pero ¡¿Quién mierda se creía que era?!» nadie nunca nadie fue tan directo como él lo había hecho, sostuve mi copa por un buen tiempo mirándolo con frialdad. Esa petición de me hacía tan estúpida y ya decía yo que nada era gratis en esta Maldita vida.
— Señor Black ¿Se está escuchando hablar? — pregunté alzando un poco la voz. Estaba molesta, irritada. ¿Por quién me consideraban estos hombres? Se que amo vivir al máximo mi sexualidad, pero eso no significa que le abro las piernas a cualquiera.
— No sé qué tiene de malo. No le es
Mientras manejaba el timbre de mi celular sonó, miré de reojo quien era y sonreí como hace tiempo no lo hacía.— ¡Hermano! — grité de felicidad, mi hermano Brian era mi sostén cuando no tenía a quien acudir o no sabía qué hacer.— ¿Haber cuando se le ocurre a mi hermosa hermana llamarme? — sonreí ante sus palabras, había estado inmersa en mi trabajo que olvidé a mi único amigo del alma y mi gemelo.— Lo siento, la temporada está por empezar y sabes que esto es un caos.— Lo sé, oye ¿Por qué no vienes a la pista conmigo y los muchachos? Quizás un poco de adrenalina te relaje — sonreí emocionada y acepte, realmente quería despejar mi mente de la reunión de esta tarde, así como la charla tonta que tuve con Jack Black.— Tu di Rana y yo salt
Mire a mis chicos cuando estaba el la línea de meta, todos se acercaron impactados por la forma en que los supere, yo jadeaba por aire, si bien hacia bastante ejercicio hace mucho que no jugaba un partido. Solté el balón y me recargue en mis rodillas por qué de verdad estaba exahusta.— ¡Señorita Lamberts! — el entrenador se acercó y me dio una botella de agua.— Gracias... — la tomé casi toda de golpe, respiré y el sudor inundaba mi cabello y cara.— ¿Se encuentra bien? — Janneth se acercó con una toalla para mí sudor, los chicos se pusieron alrededor de mi, podía ver sus rostros lleno de emocionen complicadas.En cierta forma los comprendo, una mujer al frente de un deporte que juegan hombres, es algo raro de ver pero no por ello deben menospreciarme o algo por el estilo, este el el Siglo XXI uno donde las mujeres podemos tener más poder que lo que ellos se imaginan, somos poderosas y podemos hacer lo mismo
3 días después....— ¿Si bueno? Este es Jack Black...—Señor Black.... Acepto su oferta...Jack...Me encontraba en mi mansión después de llegar del viaje desde Wisconsin. Aunque tenía mi Jet disponible a todas horas, eso no significaba que fuera un viaje placentero. Deje Wisconsin la misma noche que Mariel rechazo mi oferta.Sabía que se enfrentaría a un infierno sola pero si ella así lo quizo, está bien. Ya vendría después a rogar mi ayuda, mientras la tendría vigilada por si algo pudiera pasarle. Me concentre en mi labor y revise cada pendi
Mariel...Me quedé en shock por todas las malditas noticias que estaban diciendo, todos esos chismes donde se me acusaba de promiscua, de puta, de perra desgraciada. Simplemente no los podía creer.La sangre me hervía del coraje que se generaba dentro de mi corazón, este equipo era mi vida, mi ser, mi todo y ellos querían tumbarlo simplemente por ser mujer y bloquearles todas sus malditas trampas. Pero no me dejaré, me van a conocer tal cual soy: dicen que soy una perra, eso seré. Una maldita perra sin corazon.— ¿Que debemos hacer señorita? — me preguntó Janneth algo preocupada.— Déjalos que sigan con sus chismes, hablaré c
5 horas después....Me encuentro justo bajando del Jet el cual Jack preparo para mí, cuando el dijo eso por teléfono lo creí una broma total, está bien si hay muchos ricos en el mundo pero no creí que el lo fuera tanto, hasta que vi el Maldito pero hermoso avión que hasta Lena se quedó con la boca abierta.— Carajo, ni mis padres tienen uno así — dijo ella mientras se sentaba, la verdad es que era demasiado lujoso.— Pues ya vez que hasta entre nosotros hay de ricos a ricos — ella asintió, me gustaría que Paola nos acompañará pero casi no me ha contactado, dijo que tenía problemas en su restaurante así que le creí, quizás estoy pensando demasiad
Jack....Observe con detenimiento cada reacción de Mariel, sus gestos eras elegantes y sofisticados, la forma en la que frunce el ceño me es tan sensual. No puedo evitar que mi corazón lata con fuerza hasta casi salirse de mi pecho.Es hermosa, bella, sexy. Pero sobre todo decidida y dura, no se deja inmutarse por ninguna persona, y se que ni siquiera por mi pero de alguna forma ella caerá ante mi, eso lo sé. Quiero que solo se mía, que solo me mire a mi, que su cuerpo solo sea mío y que el único nombre que gima con intensidad; sea el mío.— ¿Esta bien Señor Black? — me pregunta después de firmar el contrato y dejarlo frente a mi.
Mariel....Durante 3 meses trabaje codo a codo con Jack el cual, me parece un hombre bastante interesante. Maneja los negocios de una manera que yo no había visto nunca, ni en mi padre.Es despiadado y cruel en el campo de batalla y es algo que tenemos mucho en común, sabemos hacer estrategias y usarlas contra los demás, no me sorprende que Black Diamonds sea un monstruo en el mundo de los diamantes. Oficialmente no hemos dado a conocer nuestra relación, pero, mañana será el gran día. Jack a prestado su jet cada vez que necesitamos revisar algunos asuntos en persona, básicamente me lo dejo a mi completó uso personal, un detalle que me tocó ligeramente el corazón.No puedo negar que algo me sucede cuando estoy cerca de él, mi corazón late y no solo eso se me acelera. Es intrigante, misterioso, su aire de nobleza combinada con un aura de frialdad y poder, me moja po
Jack...— ¿Alguna novedad de quién hizo la estafa? — pregunté a Steven mientras revisaba las cuentas, alguien estaba robándome dinero activamente, pero de una manera tan sutil que me había costado incluso a mi detectarlo.— No mi señor, al parecer es un virus que fue implantado intencionalmente en nuestro sistema, la cuestión aquí es descubrir quién lo hizo mi señor — mire el informe y tintinee la mesa con mis dedos.Estaba seguro de que alguien quería retarme ahora por mi empresa de diamantes, pero debía ser alguien con poder, con vamos suficiente para declararme sin temor la guerra, ya no solo era contra mi equipo de Football, ya iban directo a lo más precioso que tenía y le mayor legado de mi amado padre.— Sigue investigando, en alguna parte debe de haber algo, una pista que hemos pasado por algo — entrecerr&ea