Mire a mis chicos cuando estaba el la línea de meta, todos se acercaron impactados por la forma en que los supere, yo jadeaba por aire, si bien hacia bastante ejercicio hace mucho que no jugaba un partido. Solté el balón y me recargue en mis rodillas por qué de verdad estaba exahusta.
— ¡Señorita Lamberts! — el entrenador se acercó y me dio una botella de agua.
— Gracias... — la tomé casi toda de golpe, respiré y el sudor inundaba mi cabello y cara.
— ¿Se encuentra bien? — Janneth se acercó con una toalla para mí sudor, los chicos se pusieron alrededor de mi, podía ver sus rostros lleno de emocionen complicadas.
En cierta forma los comprendo, una mujer al frente de un deporte que juegan hombres, es algo raro de ver pero no por ello deben menospreciarme o algo por el estilo, este el el Siglo XXI uno donde las mujeres podemos tener más poder que lo que ellos se imaginan, somos poderosas y podemos hacer lo mismo
3 días después....— ¿Si bueno? Este es Jack Black...—Señor Black.... Acepto su oferta...Jack...Me encontraba en mi mansión después de llegar del viaje desde Wisconsin. Aunque tenía mi Jet disponible a todas horas, eso no significaba que fuera un viaje placentero. Deje Wisconsin la misma noche que Mariel rechazo mi oferta.Sabía que se enfrentaría a un infierno sola pero si ella así lo quizo, está bien. Ya vendría después a rogar mi ayuda, mientras la tendría vigilada por si algo pudiera pasarle. Me concentre en mi labor y revise cada pendi
Mariel...Me quedé en shock por todas las malditas noticias que estaban diciendo, todos esos chismes donde se me acusaba de promiscua, de puta, de perra desgraciada. Simplemente no los podía creer.La sangre me hervía del coraje que se generaba dentro de mi corazón, este equipo era mi vida, mi ser, mi todo y ellos querían tumbarlo simplemente por ser mujer y bloquearles todas sus malditas trampas. Pero no me dejaré, me van a conocer tal cual soy: dicen que soy una perra, eso seré. Una maldita perra sin corazon.— ¿Que debemos hacer señorita? — me preguntó Janneth algo preocupada.— Déjalos que sigan con sus chismes, hablaré c
5 horas después....Me encuentro justo bajando del Jet el cual Jack preparo para mí, cuando el dijo eso por teléfono lo creí una broma total, está bien si hay muchos ricos en el mundo pero no creí que el lo fuera tanto, hasta que vi el Maldito pero hermoso avión que hasta Lena se quedó con la boca abierta.— Carajo, ni mis padres tienen uno así — dijo ella mientras se sentaba, la verdad es que era demasiado lujoso.— Pues ya vez que hasta entre nosotros hay de ricos a ricos — ella asintió, me gustaría que Paola nos acompañará pero casi no me ha contactado, dijo que tenía problemas en su restaurante así que le creí, quizás estoy pensando demasiad
Jack....Observe con detenimiento cada reacción de Mariel, sus gestos eras elegantes y sofisticados, la forma en la que frunce el ceño me es tan sensual. No puedo evitar que mi corazón lata con fuerza hasta casi salirse de mi pecho.Es hermosa, bella, sexy. Pero sobre todo decidida y dura, no se deja inmutarse por ninguna persona, y se que ni siquiera por mi pero de alguna forma ella caerá ante mi, eso lo sé. Quiero que solo se mía, que solo me mire a mi, que su cuerpo solo sea mío y que el único nombre que gima con intensidad; sea el mío.— ¿Esta bien Señor Black? — me pregunta después de firmar el contrato y dejarlo frente a mi.
Mariel....Durante 3 meses trabaje codo a codo con Jack el cual, me parece un hombre bastante interesante. Maneja los negocios de una manera que yo no había visto nunca, ni en mi padre.Es despiadado y cruel en el campo de batalla y es algo que tenemos mucho en común, sabemos hacer estrategias y usarlas contra los demás, no me sorprende que Black Diamonds sea un monstruo en el mundo de los diamantes. Oficialmente no hemos dado a conocer nuestra relación, pero, mañana será el gran día. Jack a prestado su jet cada vez que necesitamos revisar algunos asuntos en persona, básicamente me lo dejo a mi completó uso personal, un detalle que me tocó ligeramente el corazón.No puedo negar que algo me sucede cuando estoy cerca de él, mi corazón late y no solo eso se me acelera. Es intrigante, misterioso, su aire de nobleza combinada con un aura de frialdad y poder, me moja po
Jack...— ¿Alguna novedad de quién hizo la estafa? — pregunté a Steven mientras revisaba las cuentas, alguien estaba robándome dinero activamente, pero de una manera tan sutil que me había costado incluso a mi detectarlo.— No mi señor, al parecer es un virus que fue implantado intencionalmente en nuestro sistema, la cuestión aquí es descubrir quién lo hizo mi señor — mire el informe y tintinee la mesa con mis dedos.Estaba seguro de que alguien quería retarme ahora por mi empresa de diamantes, pero debía ser alguien con poder, con vamos suficiente para declararme sin temor la guerra, ya no solo era contra mi equipo de Football, ya iban directo a lo más precioso que tenía y le mayor legado de mi amado padre.— Sigue investigando, en alguna parte debe de haber algo, una pista que hemos pasado por algo — entrecerr&ea
Mariel....La audiencia fue realmente muy buena, aunque sabía que Vernon era muy bueno en su trabajo, no había logrado ver del todo su forma de resolver un caso hasta ahora. Descubrir que mi directora de publicidad estaba detrás de todo esto, me pareció extraño.Sabía que la había usado como chivo expiatorio, pero, no teníamos ninguna prueba que refutara lo contrario pues todas las pruebas apuntaban hacia ella. Algo en su mirada no me cuadraba pues no mostraba que me odiara como ella lo decía, era obvio que estaba mintiendo.— Señorita Lamberts, seguiré buscando pruebas contra Félix Dubois, por lo que me dice él debe tener algo que ver en todo esto, indirectamente — me explico Vernon después de que salimos de la corté, está había fallado a mi favor así que, tendrían mucho que pagarme.— Estoy segur
Cuando nuestros labios se unieron, sentí una corriente eléctrica recorrer cada vena de mi cuerpo, desde la punta de mi cabeza hasta los dedos de mis pies, sentí mi corazón acelerarse y el calor comenzó a extenderse por cada fibra de mi ser.Mire sus ojos tan fríos como el hielo y oscuros como la profundidad del mar, esa oscuridad que es capaz de devorarte por completo sin la posibilidad de jamás ver la luz nuevamente, pero, en la cual, yo quería caer.Jack me miro algo consternado, pero al instante pego más nuestras bocas y profundizó el beso, sus labios eran rudos y llenos de deseo, tanto que mi vientre comenzó a palpitar deseando que sus manos recorrieran mi cuerpo. Después de algunos minutos nos separamos sin quitar la mirada el uno del otro, el me deseaba, lo sabía y, casualmente yo también.— Eso fue interesante — su voz ronca me hizo temblar ligera