Lina la miró fijamente, y sin razón aparente, Luciana retrocedió un poco, sintiéndose inexplicablemente nerviosa.

A veces, cuando se golpea una serpiente, se apunta al corazón. Lina sabía exactamente lo que más le importaba a Luciana.

Con tono ligero, Lina abrió la boca:

—SmartHouse necesita reformas, es mejor retirarse de esta cumbre empresarial.

Con estas palabras, Luciana se puso ansiosa.

—No, no puedo...

Lo dijo sin pensar. SmartHouse era la única esperanza de su familia. Si se retiraban de este evento comercial, la empresa sufriría graves consecuencias.

—Lina, puedo aceptar cualquier cosa que me pidas, excepto esto.

Lina dijo sin emociones:

—Retirarse voluntariamente ahora puede ser la salvación. Si no estás dispuesta, ser forzada a retirarte más tarde podría no dejarte tan ilesa.

Luciana sintió que sus piernas temblaban. Una sensación de miedo la invadió por completo. No había esperado que Lina tuviera tal astucia y maquinación.

En este momento, ella, que ya se lament