—¡No puede ser, Vale! ¿No conoces a este misterioso presidente desde hace mucho?

—Sí, has ocultado eso muy bien.

—Rápido, cuéntanos, ¿cómo es este misterioso presidente? ¿Es guapo o no?

Valentina miró a sus amigas con ojos ávidos y una sensación de vanidad en su corazón que alcanzó su punto máximo. Aunque no lo había visto en persona, en su mente ya había esbozado un contorno perfecto. Pensó que un hombre tan poderoso y con antecedentes no podría ser feo en absoluto.

Así que, sin rodeos, dijo:

—No les estoy ocultando nada. De hecho, ¡ya nos hemos conocido antes!

Esta declaración hizo explotar a sus amigas.

—¡Wow, Vale, eres increíble!

—No es de extrañar que seas la hija de los Ramírez, controlas recursos exclusivos. Supongo que solo tú en todo Santiago has visto su verdadero rostro.

—Sí, sí, Vale, cuéntanos rápido. ¿Cómo es este misterioso presidente?

Valentina se sintió halagada por sus elogios, aunque estaba mintiendo sin pestañear.

—Bueno, en realidad, es muy guapo. Simpl