Las amigas miraban a Valentina con ojos llenos de expectativas, pero solo Valentina sabía cuánto se sentía nerviosa en ese momento. Cuando el presentador pronunció el nombre de Leandro Paredes, Lina, después de una leve sorpresa, no se sorprendió demasiado. Recordó la llamada de su madrina y todo parecía tener sentido.

La comisura de los labios de Lina se curvó hacia arriba, y luego, con una copa en la mano, bebió de un sorbo el contenido del vaso. En ese momento, todas las miradas en el lugar se dirigieron hacia una dirección, esperando con impaciencia.

Bajo la expectación de todos, una figura esbelta se acercó, avanzando paso a paso contra la luz. Cada paso suyo era rítmico y con un ritmo marcado. Hasta que llegó al escenario, la luz iluminó su figura, y la multitud pudo ver claramente su rostro.

El hombre vestía un traje morado que realzaba su figura esbelta, con rasgos faciales profundos que mostraban una elegancia única. Su excepcional presencia provocó exclamaciones de asombro