—Abuela, lo entiendo. Investigaré este asunto a fondo— dijo Juan.

Emilia le hizo un gesto con la mano para que procediera sin miedo.

Juan recibió la señal y se dirigió hacia Valentina. Aunque Valentina estaba llorando desconsoladamente, Juan no mostró ni un ápice de compasión.

—Habla, ¿qué ha pasado?— preguntó Juan.

Valentina dejó de llorar de repente, pero no se atrevió a decir una palabra. No se atrevía a decirle la verdad a Juan, quien la había advertido previamente de no provocar a Lina. Sin embargo, no pudo contenerse y ahora se encontraba en esta situación.

Realmente no tenía cara para enfrentarse a Juan o a los Ramírez. Incluso temía que si decía la verdad, ya no tendría lugar en esta familia.

—Mamá...— Valentina solo pudo llamar a García.

Pero García también actuaba según el humor de Juan, y al final no dijo nada.

—Valentina, habla con la verdad— dijo Juan, perdiendo la paciencia.

Valentina se estremeció.

—Juan, no seas tan duro. Ahora soy la víctima. Como mi hermano