Parte 3...

— Si no querías casarte conmigo, simplemente dijiste que no" - ella dijo, apretando los labios.

— Podría, pero entonces no recuperaría lo que nos robaron".

— Eres ridículo"- dijo ella, ofendida.

— Eres tu la ridícula, siendo tan rica como yo, vendiéndote a un extraño para continuar con tu fútil vida de lujo" - respondió.

— No me importa tu opinión sobre mí - giró su cara dolida — Sé que no soy promiscua y tampoco lo que me llamó.

— Claro que debe ser para unos pocos – se rió con malicia — Con el precio que estás cobrando solo los muy ricos se lo pueden permitir y eso ya lo hace exclusivo – dijo irónicamente.

— Dios mío, eres asqueroso", - dijo enojada, mirándolo.

— Puede que lo sea, pero soy real. Necesitas mi dinero y no te importa quién soy. Su carácter es tan malo como el de su tío.

Se quedó mirando ese rostro fuerte y hermoso por un momento. Él era su esposo y ya no había vuelta atrás. Quería decirle toda la verdad y ver su reacción.

Solo quería cerrar tu boca cínica y