Yana levantó la cabeza sorprendida, viendo la seriedad y la atención en los ojos de Logan.

“Soy guapo, adinerado, tengo buen físico, no soy promiscuo, y aparte de beber y fumar, no tengo otros malos hábitos,” continuó Logan. “Seré un novio de calidad y, lo más importante, puedo ayudarte a alcanzar tus sueños, a convertirte en una verdadera abogada. Te guiaré profesionalmente, te apoyaré y te haré más confiada y exitosa.”

Cada palabra que decía tal como la manzana que tentó a Adán y Eva， lo rompió el hielo en el corazón de Yana.

“La vida solo se vive una vez, Yana”, dijo Logan con ternura, “aprende a usar tu belleza como un arma, aprende a disfrutar de la vida. No quiero que te pierdas la verdadera felicidad por sentirte inferior, eres una chica buena y hermosa, no te falta nada”.

Yana respiró profundamente, sintiendo cómo su corazón se calmaba. Las palabras de Logan la hicieron reconsiderar su situación. Comprendió que no necesitaba renunciar a su dignidad ni a sus sueños para acepta