Piel color miel, con una figura alta, hombros anchos. Los músculos fuertes de su espalda se destacaban, subiendo y bajando con su respiración profunda.

Tiene una complexión imponente. En la vida diaria, bajo el disfraz de su traje, esconde esos músculos marcados. Su cabello es corto y ordenado, sus facciones afiladas y viriles.

La ola de hormonas masculinas que emanaba de él hacía que el corazón de Yana se acelerara.

La luz iluminaba justo la mitad de su rostro, destacando la dureza de su perfil, con ángulos definidos.

Quedó expuesta una sexy línea de sirena en la entrepierna, así como los mechones de cabello grueso y rizado en la parte inferior del abdomen.

Su vello allí parecía muy grueso y abundante. Dicen que los hombres así son muy enérgicos en la cama.

Intentó ocultar sus pensamientos, pero sus piernas blancas se cerraron inconscientemente y el coño húmedo se tensó.

Sintió un poco de picazón. No podía decir si era por el sexo que estaba a punto de suceder o porque el hombre fre